Barcelona, 8 jun (EFECOM).- El grupo de infraestructuras Abertis y la familia Benetton siguen trabajando en un pacto de accionistas que será determinante para el futuro de Atlantia, la antigua Autostrade, concesionaria de autopistas italiana, según ha confirmado hoy Abertis en un comunicado.
Así, la sociedad Schemaventotto (S28), en cuyo seno mantienen las conversaciones Abertis y los Benetton y que mantiene el control de la concesionarias de autopistas Atlantia S.p.A, ha dado a conocer hoy viernes algunas modificaciones en los acuerdos que regulan su estructura de gobierno corporativo.
En estos pactos se ratifica como principal objeto social de S28 "el mantenimiento del control de Atlantia" y se reconoce a Sintonía S.A. (Grupo Benetton) el control indirecto de Atlantia, en función de su participación mayoritaria en S28.
Asimismo, y en línea con el comunicado de Abertis del pasado 16 de mayo, los socios de S28 "siguen trabajando en la redacción de un nuevo pacto de accionistas que sustituya al actual firmado en enero de 2005".
El objetivo de este nuevo acuerdo parasocial, que deberá estar concluido este mes de junio, "es el de seguir trabajando conjuntamente para resolver los problemas que, en su momento, impidieron la integración entre Abertis y Atlantia, orientada a configurar un proyecto europeo que sigue siendo estratégicamente válido para todos los accionistas de S28", según señala el comunicado.
S28 es la sociedad en la que se agrupa el núcleo de accionistas de referencia constituido en el marco de la privatización del operador italiano líder europeo en el sector de autopistas de peaje.
La presencia de Abertis en Schemaventotto, con un 13,3%, implica que el grupo español de infraestructuras tiene una participación del 6,95 por ciento en Atlantia.
El resto de accionistas de Schemaventotto, además de Abertis, son Grupo Edizione Holding (60%), Fondazione Cassa di Risparmio di Torino (13,3%), Assicurazioni Generali (6,6%) y Unicredito Italiani (6,6%).
Atlantia es la antigua Autostrade, sociedad que quiso fusionarse con la española Abertis para crear el primer grupo mundial de infraestructuras, una operación que se frustró por las presiones del gobierno italiano que incluso cambió el marco tarifario de las autopistas para impedir el proyecto. EFECOM
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