Dentro de diez años el parque de vehículos eléctricos en España supondrá el 10 por ciento del total, según las previsiones que baraja la Administración y la industria de las cuatro ruedas.
Puede que el frío dato no aporte mucho al consumidor de a pie, pero sin embargo supondrá una auténtica revolución en las industrias del motor (fabricantes e industria auxuliar), de la química y la energía eléctrica. Incluso del marketing comercial, porque es posible que los coches tengan un uso compartido en las grandes ciudades (al igual que sucede con las bicicletas en Barcelona) y que las ventas tengan una validez de tres semanas al año para disfrutar las vacaciones. En definitiva, la difuminación del concepto de propiedad privada en aras a un uso mucho más razonable de la energía.
Esta es una de las principales conclusiones del Observatorio Ecomotor celebrado la sede de elEconomista, y que en esta ocasión ha analizado en profundidad El futuro del coche eléctrico, con la ayuda de ocho expertos cuyas empresas están implicadas en desigual forma con el desarrollo de este incipiente vehículo, que con seguridad modificará profundamente la cultura del transporte individual y colectivo.
Mejorar la autonomía
Armando García Otero, director general de Renault España Comercial, considera que uno de los grandes retos que deben resolverse gira en torno al incremento de autonomía de los vehículos eléctricos, cuya media actual es de unos 160 kilómetros. Una distancia que para muchos puede parecer excesivamente corta, pero que en la práctica supera ampliamente los hábitos del 60% de los conductores, que cada día recorren menos de 60 kilómetros con su automóvil.
García Otero explica que la implicación de Renault con el vehículo eléctrico es total, como reflejan los 4.000 millones de euros invertidos y los 2.000 profesionales que trabajan para materializar el lanzamiento comercial de tres vehículos en 2011 y de un cuarto en 2012.
Iveco, fabricante de vehículos industriales de amplia trayectoria en España, es otra firma que apuesta por las energías alternativas y la electricidad. Ramón Valdivia Palma, director general Comercial de Iveco, recuerda que la compañía sacó en 1951 al mercado un camión propulsado por energía eléctrica de 3.500 kilos y que ha comercializado otros 2.000 que funcionan con gas natural y cuyo consumo resulta un 25 por ciento inferior, aunque la falta de una red de suministro ha penalizado su popularización.
Javier Redondo, director del proyecto Emisiones Cero de Nissan España, recuerda que la multinacional japonesa ya se interesó por las baterías eléctricas en la década de los noventa y que la nueva tecnología necesita ser impulsada por todas las Administraciones Públicas de ámbito local mediante un ejercicio coordinado que facilite su implantación.
Juan Luis Pla, jefe del Departamento de Transporte del Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) y uno de los mayores expertos en la materia, considera que en una primera fase convivirán los vehículos de combustión tradicional con los híbridos, aunque las amplias ventajas de los vehículos eléctricos se impondrán finalmente, permitiendo reducir la histórica dependencia de España hacia las energías fósiles y recortando las emisiones de CO2.
El poder del ion-litio
Pla tiene claro que la batería de ion-litio acabará por imponer su hegemonía por su reducido peso (el 0,3 por ciento del total de la batería), su amplio ciclo de vida, los enormes yacimientos que existen en el mercado y su capacidad de reciclaje y reutilización.
El experto del IADE también recuerda la utilidad del Proyecto Movele, aprobado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio en septiembre de 2009 y dependiente del IDAE, que persigue fomentar el uso del vehículo eléctrico en España mediante la concesión de ayudas públicas para su compra, que oscilan entre los 7.000 y los 20.000 euros en función del tipo de vehículo.
Algunos ayuntamientos, como el de Madrid, han apostado por los coches eléctricos introduciendo medidas para impulsar su uso, tales como el aparcamiento gratuito en las zonas reguladas. Y la Unión Europea también mantiene programas de subvenciones con cargo a fondos comunitarios que alcanzarán los 240 millones de euros entre los ejercicios 2011 y 2012.
Siemens es una de las multinacionales que forma parte del Proyecto Movele por su amplia experiencia en el vehículo eléctrico. José María Piqué Riera, delegado regional de Cataluña, rememora que en 1905 la multinacional alemana participó activamente en el proyecto para crear una flota de taxi en Berlín, que disfrutaban de una autonomía de 80 kilómetros y una velocidad máxima de 30 kilómetros por hora. Todo un hito para aquella época que de alguna forma se ha reeditado en el Ayuntamiento de Munich junto a BMW, con un proyecto destinado a desarrollar programas de recarga rápida de baterías.
Endesa es una de las compañías estrella del vehículo eléctrico por el destacado papel que deberá jugar. Del parque de 22 millones de clientes que hay contabilizados en España, 13 millones son suyos. Jorge Sánchez Cifuentes, subdirector de Vehículos Eléctricos de Endesa, afirma que "con los 11 millones de suministros que la compañía tiene disponibles no existe un problema inicial en la red", aunque advierte que "es fundamental establecer un estandarización abierta donde puedan convivir sin problemas las compañías suministradoras y las eléctricas".
"Tenemos que ver claro el modelo de negocio, los criterios y las reglas de juego para poder invertir", precisa el directivo. Las cuentas que baraja Endesa para el horizonte de 2020 son claras: ese año circularán por las carreteras españolas entre 20 y 25 millones de vehículos eléctricos, un volumen que generará cerca del 15 por ciento de los ingresos de la compañía eléctrica.
Impulso oficial
Antonio Cruz Cabeza, director de Operaciones de ALD, precisa que las compañías de renting se encuentran al final de la cadena y que la introdución de este tipo de vehículos será lenta y dependerá del precio y del impulso que ofrezca la Administración. "Si no somos capaces de crear un mercado secundario el vehículo eléctrico será muy caro. Tendrá que tener una vida útil mínima de ocho años para ser rentable", detalla Cruz Cabeza.
Juan Maties García, consejero delegado de Dekra, opina que "el vehículo eléctrico nos ha obligado a replantearnos el modelo; es una nueva revolución después de 140 años". Maties se muestra más optimista que otros colegas y estima que en 2020 el parque de eléctricos alcanzará el 15 por ciento del mercado.
En lo que todos coinciden es en la transformación comercial que el vehículo eléctrico impulsará, tanto en las gasolineras como en los garajes particulares. En el primero de los casos obligará a transformar las más de 8.000 estaciones existentes, conviertiéndolas no sólo en expendoras de electricidad, sino también en puntos de sustitución de baterías gastadas. Armando García apunta otra vía novedosa: la posibilidad de que los vehículos revendan la energía acumulada a la compañía suministradora en momentos de máxima necesidad.