Marga Zambrana
Pekín, 7 jun (EFECOM).- El precio de la carne de cerdo, que ha alcanzado el máximo en dos décadas debido a un déficit producido por la "enfermedad de la oreja azul", está poniendo en jaque en el Año del Cerdo los objetivos de inflación y estabilidad social y económica.
La enfermedad de la oreja azul o Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS) apareció por primera vez en Carolina del Norte (EEUU) en 1987, es un virus que ataca a los pulmones del cerdo y en China se ha cobrado millones de cabezas porcinas disparando el déficit de carne.
Los precios de venta minoristas de la carne de cerdo en Pekín se dispararon y su precio aumentó en un 30 por ciento en mayo, mientras que los mayoristas alcanzaron su máximo nivel en 20 años, 16 yuanes (2,1 dólares) por kilo, tras subir un 71 por ciento en abril (con respecto al mismo mes de 2006).
Como consecuencia de esta subida registrada en los últimos meses, la inflación de abril se situó en el 3,3 por ciento (por encima del objetivo del 3 por ciento del Gobierno para todo el año) y en mayo descendió hasta el 3, según datos oficiales no definitivos.
El propio primer ministro, Wen Jiabao, ha tenido que hacer un llamamiento a las granjas ante el grave déficit de carne de cerdo, proteína favorita de los chinos, para que entreguen toda cuanta puedan a un precio asequible ante el riesgo de inestabilidad social.
"Hemos notado un reciente aumento del precio del cerdo y en el Gobierno estamos haciendo todos los esfuerzos para garantizar el suministro de cerdo y mantenerlo accesible", señaló Wen, que se ha especializado en salir a paliar los perjuicios del capitalismo entre su población, en una visita reciente a los mercados pequineses.
Los líderes comunistas (en el poder desde 1949) no olvidan que uno de los motivos que dispararon las protestas de estudiantes en la plaza pequinesa de Tiananmen en 1989, que pusieron en jaque al poder y acabaron en sangrienta represión, fue la disparatada inflación que se registró entonces.
Según el máximo órgano de planificación económica, la Comisión Nacional de Reforma y Desarrollo, el auge de los precios del cerdo se debe a un déficit de producción debido a la enfermedad porcina y a la subida de precios de los piensos.
Por otro lado los precios al por menor de los huevos se han disparado en los últimos días en el 29,3 por ciento, también por déficit de producción, ya que los masivos sacrificios de aves hace dos años debido a la gripe aviar desanimaron a los criadores.
Parece una ironía de la superstición china, pero si en 2005, Año del Gallo, las aves se vieron fuertemente afectadas por la gripe aviar, el pasado, consagrado al Perro, los canes sufrieron sacrificios masivos debido a la rabia, y en el actual Año del Cerdo la población porcina se ve diezmada por un virus.
"Los productores de cerdo son reticentes a invertir en su cría. Un brote de la enfermedad de la oreja azul ha causado la muerte de muchos animales y ha creado un déficit de oferta", dijo Xu Lianzhong, economista de la Comisión.
Fue a finales de mayo cuando la prensa extranjera desveló que esta enfermedad había causado la muerte de 20 millones de cerdos, citando fuentes del sector porcino, en diversos brotes registrados durante el verano y el otoño pasados en China.
El Ministerio de Agricultura negó la cifra la semana pasada, pero reconoció que estaba calculando la pérdida exacta de cabezas porcinas afectadas por la enfermedad, todavía no desvelada.
Sea cual fuere el resultado, el Banco Popular de China (central) anunció ayer que no descarta una nueva subida de los tipos de interés en función de los resultados de la inflación media de mayo, que está previsto se publique el 12 de junio.
El banco está pendiente en especial de los precios del cerdo y los huevos para ver cómo afectan a la inflación, explicó Zhou Xiaochuan, gobernador de la entidad, ya que los alimentos suponen el 33 por ciento del Índice de Precios al Consumo (IPC).
De producirse, sería la segunda subida de los tipos de interés este año, después de la de marzo, aplicada para frenar la inflación, y que situaron los tipos de los depósitos en el 3,06 por ciento y el de los créditos en el 6,57.
Tras la subida de precios de los alimentos, la consultora Goldman Sachs ha tenido que revisar al alza su previsión de inflación para este año en China desde un 2,6 hasta un 3,6 por ciento.
Los analistas culpan a la debilidad de los macro-controles del gobierno de esta situación, ya que a pesar de promulgar que quieren frenar el trepidante crecimiento económico chino en favor de la estabilidad social, el PIB registró una subida récord del 11,1 por ciento en el primer trimestre, y no se ha podido frenar ni la inversión ni el gigante superávit comercial. EFECOM
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