
La fusión virtual liderada por Caja Madrid está abierta por los cuatro costados. Algunas de las entidades que negocian desde el principio la creación de un Sistema Institucional de Protección (SIP) podrían verse obligadas a abandonar el proyecto.
De ahí que el grupo que preside Rodrigo Rato ya esté analizando las alternativas, que pasan por la incorporación de otros socios, entre ellos Badajoz y la zaragozana CAI o absorber las que finalmente se mantengan -previsiblemente Insular de Canarias y Rioja-, según fuentes cercanas a las negociaciones.
El objetivo es aprovechar las oportunidades de crecimiento aunque no se pueda acudir a los recursos del Frob, indican. Esta segunda opción sería similar a la iniciativa de la Caixa, que engullirá Caixa Girona y no recibirá ayudas por no contar con un tamaño suficiente la gerundense. La decisión se tiene que tomar en siete días.
El próximo martes, 15 de junio, todas las entidades tienen que presentar al Banco de España los planes de integración y su petición de ayudas públicas. Caixa Laietana, Ávila y Segovia han recibido presiones por parte de la Generalitat y la Junta de Castilla y León para que abandonen la operación, al considerar que el gran tamaño de la madrileña les dejaría sin poder de decisión ni control, lo que podría definirse como el abrazo del oso.
Las entidades se resisten porque es la última viable que les seduce y que les ha sido planteada por el Banco de España. No quieren hablar ni del resto de cajas catalanas ni de castellanas. Fuentes de las tres firmas indicaron que Caja Madrid es la única opción que manejan. La marcha, si finalmente los gobiernos autonómicos imponen su criterio -incorporación de Laietana a las comarcales y de Ávila y Segovia a Duero y España-, pondría en peligro la ayuda que recibiría Caja Madrid.
Aunque el Banco de España tiene capacidad para ser flexible, el FROB establece que en las operaciones de fusión que reciban recursos se "tiene que tener en cuenta" que los activos de una entidad no supongan más del 75% de la suma de las restantes en el grupo resultante.
Un tamaño suficiente
Caja Madrid se quedaría, entonces, tan sólo con la Insular de Canarias y Rioja, que apenas representarían el 7%. Con Badajoz y CAI, contribuirían en un 15%. En el plan inicial, con Laietana, Ávila y Segovia, las cuentas tampoco salían, pero el conjunto de las pequeñas aportaría el 18%. El Banco de España estaba dispuesto a ceder para culminar la reordenación.
Caja Madrid se plantea también la compra de la intervenida CajaSur, aunque todavía no tiene decidido si acudirá a la puja. Por ahora sólo ha sido sondeado por el banco de inversión Nomura, encargado de la operación. Fuentes cercanas al grupo que preside Rodrigo Rato indican que antes de presentar una oferta será necesario conocer las condiciones de la subasta: si ésta va a ser por el total.
Las reuniones para delimitar el parámetro del grupo resultante continuaron ayer. La idea es que en los próximos días los consejos de administración de sus integrantes den el visto bueno oficial a la operación. Las castellanas, que ya rechazaron su adhesión a Banca Cívica, tiene previsto convocar a sus órganos rectores a finales de esta semana .
Apenas dos semanas más tarde, el día 24, serán las asambleas generales las que recibirán información sobre las negociaciones y "en su caso, la adopción de los acuerdos que procedan", según la convocatoria de la reunión. La asamblea es de carácter ordinario y corresponde a las que anualmente celebran estas entidades para aprobar las cuentas del año anterior, aunque en esta ocasión se ha introducido en el orden del día las conversaciones sobre el SIP.