Mercedes Salas
Krems (Austria), 29 may (EFECOM).- España, Portugal y Alemania expresaron hoy las críticas más claras, dentro de las primeras reacciones de los países comunitarios a las ideas que baraja la Comisión Europea (CE) para la reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del vino.
Los ministros de Agricultura de la UE, que celebran hoy y mañana una reunión informal en Krems, a unos 100 kilómetros de Viena, debaten de forma distendida, con contactos bilaterales sobre la modificación de la OCM del vino, entre otros asuntos.
La Comisión prepara un documento, que aprobará el 22 de junio, con opciones para la reforma y según los borradores, una de las medidas más polémica de las preferidas por Bruselas es potenciar el arranque de 400.000 hectáreas en toda la UE y primar que deje de cultivarse el viñedo menos competitivo.
Bruselas baraja también liberalizar las plantaciones de viñedo, suprimiendo los actuales derechos de plantación y mantener el presupuesto para el sector comunitario (1.300 millones de euros) pero distribuido de distinta manera, ya que prevé eliminar apoyos actuales como la destilación o las ayudas al mosto.
Portugal, España y Alemania fueron los países que más detallaron sus críticas a estas ideas, mientras que Luxemburgo, Holanda y Austria apuntaron que hay que cambiar la forma de gastar el presupuesto para el vino.
España rechazó promover el arranque porque "no resuelve ni el problema de existencias ni regulariza la oferta y la demanda", según declaró a EFE el secretario general de Agricultura, Josep Puxeu.
El Gobierno español empieza a trabajar, en la reunión de hoy, con Portugal, Francia e Italia de cara a una posición conjunta sobre las reformas del vino, frutas y hortalizas.
Estos cuatro países ya suscribieron un memorándum en el que pedían el "statu quo" con ligeros ajustes de la OCM vitivinícola, pero ahora están intentando "flexibilizar" su posición y añadir más aportaciones, de acuerdo con lo que han pedido los productores españoles, según Puxeu.
Por su parte, el ministro de Agricultura portugués, Jaime Silva, explicó a EFE que se opone al arranque de viñas porque en su país "no hay excedentes y la situación del mercado se ha equilibrado".
Para Portugal es importante defender ayudas a la obtención de alcohol de uso de boca, necesario para la obtención de vinos de Oporto.
Silva insistió en que debe potenciarse "la reestructuración de viñas hacia vinos de calidad, pero nunca el arranque" y confió en que la UE consiga una solución para mantener las medidas de reconversión hacia mejores variedades "durante siete años más".
Por su parte, el alemán Horst Seehofer manifestó que las opciones preferidas por Bruselas "no son buenas" y que las propuestas, que aún no son definitivas, "están demasiado cerca de América y no de Europa".
Seehofer se mostró reacio a permitir prácticas como el uso de copos de madera o el añadido de azúcar y abogó por productos "puros" y europeos.
El francés, Dominique Bussereau, dijo que en la reforma hay que tener en cuenta los "miles de empleos" dependientes del sector vitivinícola e indicó que a corto plazo, para Francia el problema es conseguir la destilación de crisis que ha pedido para 4 millones de hectolitros de vino.
El nuevo titular italiano, Paolo di Castro, afirmó que está estudiando su posicionamiento y espera consensuarlo con España en reunión de la Organización Internacional del Vino (OIV), que se celebrará en Logroño del 25 al 30 de junio.
El luxemburgués, Fernand Boden, y el holandés Ces Veerman, manifestaron que hay que destinar más fondos para la promoción exterior de los vinos europeos.
Veerman señaló que en la UE hay demasiada producción de baja calidad y se mostró contrario a la destilación de crisis.
El presidente del Consejo de Agricultura, el austríaco Joseph Proll, también defendió reducir las ayudas con la destilación.
El finlandés Juha Korkeaoja, quien asumirá la presidencia del Consejo agrícola en julio, reconoció que la reforma será "muy complicada" y confió en avanzar lo máximo posible, para que haya una propuesta legal de la CE a final de año y hacer de mediador con productores como los mediterráneos, Hungría o Austria. EFECOM
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