Buenas noticias para el fabricante de automóviles estadounidense, que ha regresado a beneficios por primera vez desde 2007. La compañía ha anunciado hoy que en el primer trimestre del año registró unas ganancias de 865 millones de dólares, o 1,66 dólares por acción, frente a las pérdidas de 6.000 millones de dólares del mismo periodo de 2009.
Por su parte, los ingresos se dispararon de 22.400 millones de dólares a 31.476 millones de dólares, el 40% más que un año antes, mientras que el resultado operativo fue de 1.155 millones de dólares.
"Estamos felices de nuestro rendimiento del primer trimestre y en particular de haber alcanzado la rentabilidad", manifestó el director financiero de General Motors, Chris Liddell, quien añadió que en Norteamérica están "añadiendo producción para amoldarla a la fuerte demanda de los nuevos productos de nuestras cuatro marcas".
Pérdidas en Europa
Así, la firma registró en esta región un resultado bruto de 1.200 millones de dólares entre enero y marzo de este año, mientras que en Europa se anotó unas pérdidas antes de impuestos de 500 millones de dólares. En cuanto a los mercados emergentes, Lidell explicó que la compañía está creciendo "manteniendo los costes bajo control y generando un cash flow positivo".
Al mismo tiempo, la división de Operaciones Internacionales de la multinacional automovilística contabilizó un resultado bruto positivo de 1.200 millones de dólares a lo largo de los tres primeros meses de 2010.
Por otra parte, durante el primer trimestre de este ejercicio la compañía contabilizó unos ingresos extraordinarios de 123 millones de dólares que corresponden a la venta de su filial sueca Saab al fabricante de vehículos deportivos Spyker.
General Motors se declaró en suspensión de pagos a mediados de 2009, situación de la que emergió el 10 de julio del pasado año, como una nueva compañía, después de desprenderse de sus divisiones menos rentables y de recibir ayudas públicas por parte de Estados Unidos y Canadá, que ya han sido devueltas en su totalidad.