Empresas y finanzas

"Nos ofrecieron Marsans hace tres meses, pero la reunión no duró ni diez minutos"

Juan José Hidalgo sigue sin perder la ilusión tras décadas al frente de su imperio turístico. Cuando se le pregunta por su retirada, él responde: "¿Para qué?", si disfruta con lo que hace cada día.

En una entrevista con elEconomista, el presidente de Globalia reconoce que prepara la transición de la compañía para cuando no esté. Nunca estaría dispuesto a vender el grupo a un multimillonario ruso o a un jeque árabe porque la creó con mucho esfuerzo. Tampoco es un buen momento para sacarla a bolsa en plena "borrasca". Su firmeza en las contestaciones sólo se quiebra levemente cuando habla de sus tres nietas, las que recogerán su legado cuando él desaparezca. En esta última respuesta, le brillan los ojos más de la cuenta.

P ¿Cuál es la receta de Globalia para ganar dinero en un año tan complicado como 2009?

R Apretar costes. Quitarse de en medio todo lo que es superfluo y seguir la línea trazada de apostar por una compañía moderna, organizada y puntual en sus operaciones. Cumplir con todo el mundo y pagar puntualmente las nóminas, incluso con tres días de antelación. Ilusionar al equipo directivo, a los vendedores... Trasladar confianza.

P ¿Cómo les irá este ejercicio?

R Será un ejercicio duro. No obtendremos los resultados del año pasado: estamos en la línea del ejercicio anterior. Hay que esperar a cómo evoluciona el verano, el precio del combustible o el cambio euro-dólar. Son partidas que no dependen de nosotros. Que el barril esté a 70 o a 80 dólares supone ingresar 10 millones de dólares más o menos. Pero tiene que pasar algo muy raro para que no ganemos dinero.

P ¿Es irreversible la situación del grupo Marsans?

R Cada vez se está cerrando más el círculo. Primero salta la alerta a través de Iata (la asociación internacional de aerolíneas), después son los mayoristas. Todo ello quita crédito a la compañía. Cuando una empresa tiene que pagar por adelantado, es malo, ya que el negocio del turismo tiene muy poco beneficio. El dinero entra por la ventana y sale por la puerta y si no se tiene un fondo de maniobra de los clientes, es difícil continuar.

P ¿Tiene pena por la situación de un grupo histórico como Marsans y rabia porque su deterioro afecte a la imagen del sector?

R Puede crear confusión en el consumidor y que tenga mucho recelo a la hora de comprar un billete. Para evitar confusiones, hemos puesto en marcha una campaña de publicidad en la que contamos lo que somos, cómo funcionamos y con qué medios operamos. Nuestros resultados siempre han sido positivos y los balances están claros, sin ninguna anomalía. Somos transparentes y modélicos.

P O sea, que la campaña es para decirle a la gente que se puede confiar en Globalia, ¿no?

R Sí. Y para que antes de que compren un billete examinen con quién. Por ejemplo, tenemos el mismo modelo de avión que un competidor nuestro, pero mientras que ellos llevan 380 plazas, Air Europa traslada 299 pasajeros. Nuestra flota es más moderna, más cómoda. No quiero que los clientes piensen que da igual la manera de ir al Caribe. No solamente se pueden vender en este país billetes por precio. Hay que educar a la gente en que también busque la calidad.

P ¿Ha pensado en los últimos meses en comprar Marsans?

R Nunca se me pasó por la imaginación. Somos un grupo hecho a nuestra manera y su fórmula es diferente. Nunca me encajó.

P Tampoco se lo han ofrecido, ¿verdad?

R Bueno... sí. Nos lo ofrecieron. No puedo mentir. Hace tres meses me visitó un banco, pero la conversación no duró ni diez minutos.

P ¿Les interesa la red de agencias asociadas a Marsans?

R Nos reunimos con ellos, pero su modelo es diferente. Mi organización ya tiene 500 franquicias y no puede cambiar el sistema de gestión. El dinero que entra en nuestro nombre no se puede manejar por otro. Si se adaptaran, estaremos encantados de llegar a un acuerdo.

P ¿Entrará en el ferrocarril de pasajeros cuando se liberalice?

R Nos interesa. Tenemos 17 millones de clientes y gestionar el transporte es algo que me encanta. Explotar el tren es más sencillo que la carretera o el avión. De momento no hemos hablado con socios porque no tenemos datos. Hay que conocer las fórmulas, los modelos, las inversiones y cómo se va a poder comercializar. Es más fácil comprar un tren que un avión y también se pueden explotar en alquiler.

P Tras el tirón de orejas de Competencia a los autobuses, ¿se abre un nuevo mercado para Globalia?

R Es un negocio blindado en el pasado. En un concurso no puede haber derecho de pernada. En los pliegos debe de desaparecer que a las empresas históricas se les den cinco puntos en una licitación. Si estamos en libertad competitiva, tenemos que tener todos las mismas armas. Alguien tiene que coger el toro por los cuernos.

P ¿Sueña con quitar un día el liderazgo a Iberia en los vuelos a Latinoamérica?

R No sueño con quitarle nada a nadie y sí con crecer poco a poco a mí manera y defender las nuevas líneas que abramos hasta rentabilizarlas. Los cielos están más abiertos. Cada vez hay menos acuerdos bilaterales y más libertad operativa.

P Viendo la fusión de British e Iberia, ¿no le pide el cuerpo buscar un socio aéreo a Air Europa?

R No me preocupan dos monstruos unidos por dos mochilas pesadas, que han vivido de los dineros de los Gobiernos. No me seduce nada.

P Tras el retraso del Boeing '787', ¿podrían cancelar este pedido?

R No. Incluso el retraso nos viene bien porque la financiación de los aviones está ahora bastante complicada. Tenemos un plan operativo hasta que llegue la nueva flota, que tendrá un ahorro de consumo del 15 por ciento. Supondrá mucho dinero en la cuenta de explotación.

P ¿Cree que la reacción de las autoridades ante el volcán islandés ha sido desproporcionada?

R Absolutamente. Las pruebas realizadas en Francia con aviones militares lo demuestran. Antes de tomar medidas tan drásticas tenían que haber comprobado los efectos.

P ¿Cuál es la factura que Globalia va a pedir por el volcán?

R Daremos la factura de los daños justificados, pero no la de la pérdida de clientes, ni la del miedo que le hemos metido al turista, que no compra el billete para sus vacaciones. Ello crea una psicosis como la que generó la Gripe A. Calculamos que en abril el coste en cuatro áreas de negocio (agencias, touroperador, handling y aerolínea) se fija entre 10 y 12 millones de euros. Y en mayo será similar.

P Con los sustos que da la bolsa, ¿dónde invierte su patrimonio?

R He dejado de invertir en bolsa porque me han dado muchos tortazos. A nivel personal tengo inversiones en Santo Domingo y mi sociedad patrimonial está parada, a la espera de alguna oportunidad.

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