Empresas y finanzas

Cerberus tendrá que utilizar todas sus cabezas para evitar errores de Daimler

César R. Díaz

Toronto, 16 may (EFECOM).- Cerberus, el nuevo propietario de Chrysler, tendrá que utilizar todas sus cabezas para evitar incurrir en los mismos costosos errores que han provocado que Daimler se bata en retirada tras perder alrededor de 30.000 millones de dólares.

En los últimos años, la historia del fabricante estadounidense se ha convertido en una especie de tragedia griega. Y el añadido del nombre de Cerberus a la mezcla añade una nueva dimensión a la trama.

Cerberus toma su nombre del can de tres cabezas que en la mitología griega estaba encargado de velar porque ningún alma se escapase del infierno.

Para Daimler, Chrysler ha sido durante la pasada década una especie de Cronos (el dios griego encargado del tiempo y cuyo equivalente en Roma fue llamado Saturno), que ha devorado a sus hijos pródigos.

Los presidentes de Daimler-Benz, Jürgen Schrempp, y de Chrysler, Robert Eaton, que en 1998 anunciaron de forma triunfal la "fusión entre iguales" de ambas compañías, se han desvanecido dejando en evidencia su gestión y pronósticos sobre la operación.

Schrempp, que debería haber pasado a la historia como el genio que expandió el imperio Daimler-Benz en EEUU, dimitió de forma repentina en el 2005, cuando era evidente que la fusión no funcionaría y amenazaba a precipitar al abismo a la empresa alemana.

Su sustituto fue Dieter Zetsche, quien en el 2000 se hizo cargo de reestructurar el Grupo Chrysler y que ahora ha firmado el acta de defunción de DaimlerChrysler.

Durante seis años, Zetsche dirigió con mano dura al fabricante estadounidense, determinando el cierre de fábricas y la reducción de unos 26.000 puestos de trabajo.

Bajo la batuta de Zetsche, Chrysler cambio de arriba a abajo su línea de productos. Pero, como sus competidores estadounidenses, el directivo alemán fue incapaz de predecir la subida de los precios del petróleo y el desplome del mercado de los todocaminos.

Las voces más críticas a la gestión de Zetsche señalan que tras seis años al frente de Chrysler, ninguna de las tres marcas del grupo (Chrysler, Jeep y Dodge) tenían un sólo vehículo de reducidas dimensiones con el que competir en el mercado estadounidense.

Sólo el año pasado, el fabricante estadounidense llegó a un acuerdo con un fabricante chino para producir ese vehículo fuera de Estados Unidos.

El resultado es que la aventura americana de Daimler prácticamente está prácticamente concluida con el acuerdo de venta del Grupo Chrysler al fondo de inversiones Cerberus, una apuesta que le ha costado a la empresa alemana alrededor de 30.000 millones de dólares.

Hoy le faltó tiempo al consejo de Daimler para aprobar "el concepto para el Grupo Chrysler y el realineamiento de DaimlerChrysler" que se cerrará en el tercer trimestre del año.

El "concepto", establece que Daimler mantendrá un 20 por ciento del Grupo Chrysler y recibirá 7.400 millones de dólares. Pero lo cierto es que a final de cuentas, la empresa alemana terminará pagando 650 millones de dólares para desprenderse de la empresa estadounidense.

Cerberus va a tener que emplear sus tres cabezas para no meterse en el mismo lío que Daimler.

La primera prueba de fuego se producirá este verano, incluso antes de que Cerberus formalmente se haga cargo del fabricante.

En los próximos meses, los Tres Grandes de Detroit empezarán las periódicas negociaciones con el sindicato del sector (UAW) para la firma del próximo contrato colectivo.

Los fabricantes de automóviles quieren drásticas cesiones por parte de UAW, sobre todo en las prestaciones sanitarias que pagan a sus empleados.

Muchos analistas consideran que Cerberus tratará de imponer concesiones incluso mayores.

UAW ha bendecido la venta a Cerberus, a pesar que durante semanas se opuso a la idea de que el fabricante cayese en manos de un fondo de inversiones. Pero el sindicato se encuentra contra las cuerdas y no parece tener mucho margen de maniobra.

Así que este mismo año se verá si Chrysler devorará a su nuevo dueño o si Cerberus mantendrá las puertas del infierno cerradas a cal y canto. EFECOM

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