
Bruselas, 14 may (EFECOM).- Los ministros de Desarrollo de la UE discutirán mañana la demanda, que España defenderá con dureza apoyada por otro países, para que el banano sea excluido de la apertura total e inmediata del mercado que Bruselas ofreció a los productos de los estados de la zona ACP (África, Caribe y Pacífico).
El Consejo de Desarrollo tratará la oferta de la Comisión Europea (CE) para la apertura total de fronteras y la supresión de aranceles a los ACP en 2008, que España "no aprobaría" si no se exceptúan los envíos de banano, pues "quiere proteger a los plataneros comunitarios y canarios", explicaron hoy fuentes diplomáticas.
España, Francia, Chipre, Grecia y Portugal -países plataneros-, con el apoyo de Irlanda y Polonia, solicitan considerar al plátano "producto sensible", al igual que ya se han reconocido al azúcar y al arroz.
Para estos dos productos la oferta retrasa unos años la liberalización total de las importaciones de los ACP (azúcar en 2015 y arroz después).
La posición española es "firme" y la inclusión o no del banano en la propuesta para los ACP será el debate con más importancia política, pues condicionará la aprobación de la oferta global, según varias fuentes.
Actualmente ya hay un tratamiento especial para una parte de los envíos de banano de los ACP (775.000 toneladas anuales), que entran libres de arancel y España estaría dispuesta a incrementar este cupo si ahora se califica al plátano de "sensible", según las fuentes.
Entre los argumentos que expondrá España figura la idea de que una apertura total a los ACP pone a la UE en una posición muy incómoda respecto a los países de Latinoamérica.
Por un lado, Ecuador y Colombia han impulsado ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) un litigio contra el actual régimen de importación bananera a la UE, que denuncian un trato diferente a la fruta de Latinoamérica (un arancel de 176 euros por tonelada) y a la de los ACP.
Por otro, están pendientes las negociaciones de la OMC, en el marco de la Ronda de Doha, para la liberalización del comercio mundial, actualmente estancadas.
Otro argumento español es la diferencia en perjuicio de los países menos avanzados (LDC, en sus siglas en inglés), la mayoría africanos, con los que se estableció un período transitorio antes de la supresión de barreras al plátano, por lo que habría "incoherencia" si ahora se abre de inmediato a los ACP.
Según fuentes diplomáticas, dentro de los ACP hay países caribeños que no desean tampoco una liberalización total.
La UE quiere llegar antes de fin de año a Acuerdos de Asociación Económica (EPA, en sus siglas en inglés) con los ACP, por los que les ofrecerá ese libre acceso a sus exportaciones.
Los EPA sustituirán el actual régimen de preferencias comerciales del Acuerdo de Cotonou, firmado en 2000, puesto que el próximo 31 de diciembre expira el permiso de la OMC para eximir esas disposiciones de las reglas comerciales multilaterales.
Los ministros revisarán mañana los progresos de las negociaciones con los ACP y quieren aprobar sus conclusiones con el fin de concluir a tiempo los acuerdos, duramente criticados por varias organizaciones no gubernamentales que temen que tengan consecuencias negativas para el futuro desarrollo económico de estos países.
La UE y los ACP se reunirán también en Bruselas el próximo 25 de mayo.
Con vistas a la adopción este año de una Estrategia Común de Ayuda al Comercio, los ministros evaluarán, además, los avances de la UE para destinar anualmente 2.000 millones de euros a promocionar el comercio de los países en desarrollo.
La Comisión debe aportar la mitad de estos fondos y la otra mitad los Estados miembros, pero, según cifras recientes comunitarias, Bruselas ya dedica unos 800 millones de euros anuales, mientras los países apenas llegan a 300 millones.
En la agenda de mañana también aparece una evaluación de los progresos hacia el cumplimiento de los compromisos hechos en la Conferencia sobre Financiación al Desarrollo de Monterrey (México) en 2002, cuyo objetivo es destinar en 2015 el 0,7% de su PIB en ayuda al desarrollo.
Los ministros hablarán también de la igualdad de sexos, la creciente falta de profesionales de la salud en los países pobres, la lucha contra el sida y la cooperación energética entre Europa y África.
Finalmente, avanzarán hacia la adopción de un código de conducta sobre complementariedad y reparto del trabajo y discutirán los progresos hacia una Estrategia común UE-África, que debe ser aprobada en la segunda cumbre entre los dos continentes, que debe tener lugar en Lisboa a finales de año. EFECOM
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