Empresas y finanzas

Las oportunidades se esconden desde China a India, Brasil o Rusia

Los emergentes ya no son lo que eran. A pesar de la inestabilidad y aversión al riesgo que está generando la crisis griega, los nuevos gigantes económicos siguen siendo el destino favorito para los expertos.

¿Se ha dado cuenta? La faz de la tierra ha sufrido una metamorfosis. Las economías de los grandes países se estarían encogiendo y agrandando en un abrir y cerrar de ojos mientras que los países emergentes se hacen con las riendas del crecimiento económico mundial. ¿Que no se lo cree? Los BRIC no sólo cuentan con las previsiones de crecimiento para este año y el siguiente más altas del mundo -un 6,6 por ciento frente al 2 por ciento de los países desarrollados-, sino que arrasan como el destino más aclamado para los inversores.

Sin embargo, ser emergentes no les blinda contra el clima de incertidumbre y aversión al riesgo que domina los mercados. La crisis financiera de Grecia y otros eurosocios amenaza con contagiar al resto del mundo y no escapan al deterioro financiero mundial los emergentes. Después de todo, se trata de países con un pasado de inestabilidad muy reciente que todavía ronda en la mente de los inversores. De hecho, en la última semana el precio de los CDS (seguros contra impago) de Brasil, Rusia y China se ha disparado más de un 20 por ciento, hasta marcar nuevos máximos en 2010, excepto en el caso de China.

Después de todo, puede que Asia no se enfrente a una crisis financiera como en Europa, pero existen focos de contagio. "Por un lado, las exportaciones de los países emergentes, base del crecimiento económico, se verían afectadas negativamente ante la posibilidad de una segunda crisis financiera en Europa -el 10 por ciento de las exportaciones de la región asiática corresponde a la zona euro-. Por otro lado, si la hecatombe continúa, supondría la caída de la inversión extranjera en estos países", explican Mirza Baig y Dennis Tan, en un informe de Deutsche Bank.

Reacción de pánico

Sin embargo, los expertos consideran que se trata de una reacción de pánico más que una apreciación real de riesgo en estos países. "Sería un error equiparar el riesgo que tuvieron estos activos en el pasado con el que puedan tener en el presente. Las reformas y los cambios estructurales realizados en los últimos años en los mercados emergentes convierten a la deuda de estos países en una de las oportunidades más atractivas en el mercado de la renta fija", explica Mike Story, consultor senior de Western Asset Management.

Además, si tenemos en cuenta que es probable que los tipos de interés se mantengan en niveles bajos en los países desarrollados durante algún tiempo, "se mantendrá el atractivo de todos los activos que coticen con un diferencial frente a los bonos gubernamentales de dichos mercados", explica Keith Kelsall, analista en renta fija de Aviva. Pero hay que estar atentos. India, Brasil y China están dando señales claras de sobrecalentamiento económico con una creciente inflación, lo que podría impulsar a las principales autoridades monetarias de cada país a subir los tipos de referencia -Brasil ya lo hizo el pasado 28 de abril por primera vez desde 2008, hasta el 9,5 por ciento-. Esto supondría un recorte en el valor de la deuda pública ya emitida y una rentabilidad mayor en próximas emisiones de deuda pública.

Por ello, los expertos recomiendan evitar los plazos largos e invertir a través de fondos. Entre los más rentables se encuentra el Templeton Asian Bond, con una rentabilidad superior al 15 por ciento este año. Invierte en renta variable con una calidad crediticia de al menos BBB, con una exposición de más del 10 por ciento a India. Para los que prefieren invertir en China, la mejor opción es a través de Sabadell BS Bonos Emergentes, que ofrece una rentabilidad del 10 por ciento en el año. Sin embargo, ganar exposición al gigante asiático resulta complicado, ya que se trata de un mercado demasiado restrictivo. De hecho, no hay fondos que inviertan directamente en renta fija china", señala Fernando Luque, analista de la firma Morningstar. Por esta razón, el producto gestionado por Bansabadell Inversión diversifica su cartera invirtiendo en deuda soberana de México y de Turquía. Este último es otro de los emergentes que están empezando a despuntar con un crecimiento previsto para este año del 4 por ciento según la firma HSBC.

Por su parte, Brasil destaca como uno de los mercados más accesibles para los inversores y de los primeros países que han conseguido salir de la de la crisis financiera. Para invertir en deuda soberana del país, la mejor opción es el HSBC GIF Brazil Bond con una rentabilidad anualizada del 15 por ciento desde que se creó el fondo hace cuatro años.

Por su parte, Rusia ha sido el último de los BRIC en sumarse al creciente interés por la deuda soberana emergente. El pasado mes volvió a emitir deuda pública al mercado internacional, algo que no hacía desde que incurrió en impago en 1998. Asimismo, la recuperación de la economía rusa se está viendo impulsada por el elevado precio del crudo -actualmente el Brent cotiza en torno a los 85 dólares el barril-, uno de los principales productos de exportación del país.

No todo es deuda soberana

Pero para ganar exposición a los países emergentes también se puede optar por invertir en renta variable. Para ello cuenta con dos vías: invertir en las empresas nacionales a través de los fondos tradicionales, o replicar la evolución del índice bursátil del país a través de un ETF.

Entre los productos que invierten en alguno de los BRIC, el Fortis L Equity Russia I es el que consigue acumular la rentabilidad más alta. Lo consigue invirtiendo principalmente en el sector de los bienes industriales -emplea el 30,45 por ciento de su patrimonio-, aunque su principal posición es la entidad financiera Ak Sberegatelny Bank Sberbank.

Con un rendimiento similar se encuentra el fondo Franklin India A YDis, que se revaloriza casi un 18 por ciento invirtiendo en India. Sus principales posiciones se encuentran en el sector del software, con una participación de casi el 10 por ciento en la empresa Infosys Technologies.

Pero para aquellos inversores que prefieren invertir siguiendo la evolución del índice, la forma más barata y rápida es a través de un ETF o fondo cotizado. Después de todo, el inversor podrá invertir como acciones y con una comisión por gestión reducida. Un ejemplo de ello es el Mirae Asset Tiger China ETF KRW, que replica la evolución del Hang Seng, índice chino compuesto por aquellas empresas que cotizan en el mercado de Hong Kong. Se revaloriza en lo que va de año cerca de un 10 por ciento, cuando el principal índice chino, el CSI 300, cae en el año más de un 15 por ciento. Algo similar sucede con el Kodex Brazil ETF KRW, que replica la evolución del Brazil Titans 20. El fondo, gestionado por la firma Samsung Investment, se revaloriza más de un 7 por ciento. Evolución que contrasta con la caída de más del 4 por ciento que está experimentando el Bovespa, el principal índice del país.

Sin embargo, es la bolsa rusa la que ofrece el precio más competitivo de los BRIC. De media, las empresas que componen el principal índice del país, el RST, cotizan a un PER (número de veces en el que el beneficio está incluido en el precio de la acción) de 11 veces. Lo que contrasta con las 26 veces del CSI 300 chino, el más caro de los BRIC, o los 13 años de beneficios que se pagan en la bolsa española.

La forma más rentable de replicar la evolución de la bolsa rusa es a través del ETF Market Access DAXglobal Russia Index, el líder de su categoría con una revalorización superior al 20 por ciento. Emplea el 42 por ciento de su patrimonio en el sector de la energía. De hecho, sus cuatro principales posiciones están asociadas a este sector. Cuenta con una participación de casi el 10 por ciento en empresas como: Lukoil y Gazprom. Esta última cuenta con una clara recomendación de compra por parte de los analistas.

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