Marta Checa
Hong Kong, 10 may (EFECOM).- Mientras expertos de diferentes instituciones chinas debaten la reforma del sistema sanitario, un estudio de Credit Suisse ha revelado que el sector farmacéutico de China ha iniciado un camino de recuperación, que podría beneficiar a la medicina tradicional china.
La industria farmacéutica china que, según el estudio, sólo logró crecer un 9 por ciento en 2006 en los hospitales controlados por el Gobierno, frente al 20 por ciento del año anterior, podría estar recuperándose.
Para el analista Jinsong Du, responsable de la investigación, las cifras de crecimiento entre enero y abril de 2007 muestran que los productores farmacéuticos han retomado cierta confianza en las ventas para este año.
Y es que, según los datos manejados por Credit Suisse, el año pasado 1.386 compañías farmacéuticas chinas, un 23 por ciento del total, sufrieron pérdidas por valor de 577 millones de dólares, un 27 por ciento más que las registradas en 2005.
Un descenso que estuvo ligado a una operación anticorrupción que destapó el descomunal precio de los costes sanitarios (donde más de la mitad del gasto era en medicamentos) y que trajo consigo una propuesta para romper el enlace entre la venta de fármacos y la financiación de los hospitales.
La medida, aún no implantada, y que en un principio se pensó podría tener un impacto negativo en las ventas del sector, ha sido valorada por los funcionarios del ministerio de Salud y el departamento de Fármacos y Alimentación como menos amenazante de lo esperado, y la industria farmacéutica ha respirado con alivio.
Paralelamente, la medicina tradicional china, como industria nacional, podría estar beneficiándose de la situación para extenderse dentro y fuera de China.
Varios son los detalles que sostienen esta afirmación.
El viceministro de Ciencia y Tecnología, Liu Yanhua, anunció a finales de marzo el plan 2006-2020 para el Desarrollo e Innovación de la medicina tradicional china.
Al mismo tiempo, se estableció un grupo de coordinación interministerial con el objetivo de desarrollar políticas macroeconómicas para el desarrollo de esta industria, así como para establecer unas guías para su regulación.
El propio Jinsong observa que el Gobierno chino ha comenzado a apoyar la protección de patentes para determinadas medicinas clave.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, el mercado mundial de medicinas a base de hierbas recauda en la actualidad más de 60.000 millones de dólares al año, cifra que crece de forma estable, lo que muestra la aceptación, cada vez mayor, de la "medicina natural".
Este hecho no ha pasado inadvertido para las grandes farmacéuticas, que están mostrando un creciente interés en este mercado emergente.
Algunos países, como Estados Unidos, han comenzado a modificar su legislación para facilitar a las compañías farmacéuticas convertir remedios a base de hierbas en medicamentos.
Esta circunstancia podría abrir las puertas para que la medicina tradicional china entrara en el mercado estadounidense y en otros occidentales no como "suplemento alimenticio" sino como medicamento.
Por otra parte, el crecimiento de la medicina tradicional china estaría ligado a medio plazo al crecimiento de las parafarmacias o farmacias no ligadas a los hospitales, que venden más remedios a base de hierbas, y que ha logrado un impulso en su cuota de mercado.
Actualmente, hasta un 80 por ciento de los medicamentos se venden en las farmacias de los hospitales, pero las ventas en los comercios crecen más rápido que la media de la industria y se estima que para 2015, los hospitales venderán sólo un 65 por ciento de los fármacos, lo que supondrá un aumento del 15 por ciento (hasta el 35 por ciento) de la cuota a favor de los comercios.
El hecho de que crezca la tendencia a la automedicación entre los chinos, así como las intenciones del Gobierno de reembolsar el dinero a los clientes que adquieran sus fármacos en diversas cadenas de comercio ajenas a hospitales, ayudará a las farmacias y parafarmacias a esta conquista del mercado. EFECOM
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