Empresas y finanzas

El dueño del Rockefeller y el de La Vaguada quieren la torre Repsol

Crece la lista de pretendientes por la torre de Repsol, que será la más alta de España.

Al rascacielos que la petrolera hispano-argentina está construyendo en los terrenos de la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid le están cortejando dos grandes grupos inmobiliarios internacionales: el norteamericano Tishman Speyer, dueño del Rockefeller Center de Nueva York, y el franco holandés Rodamco-Unibail, que está en plena fusión.

Según ha podido saber este periódico por fuentes cercanas a la operación, ambas firmas se han interesado en la compra de este edificio de oficinas y se han puesto en contacto con los asesores que están al cargo de su venta, la consultora Aguirre Newman y el banco de inversión Goldman Sachs. En una primera llamada, Tishman Speyer intentó hacer la operación "fuera de mercado cuando el proceso de venta no estaba claro que fuera por vía subasta", señalan las mismas fuentes. Ahora ha solicitado el cuaderno de venta, al igual que Rodamco Unibail, propietarios en España de La Vaguada (Madrid), entre otros centros comerciales.

Otras empresas interesadas

Previsiblemente, el cuadernillo de venta estará listo a mediados de esta misma semana, momento en el que se empezará a distribuir entre el resto de las empresas que estudian comprar la torre de Repsol, entre los que también están Inmocaral <:CAR.MC:>, Sacyr Vallehermoso (SYV.MC) y Caja Madrid.

Hace mes y medio, la caja de ahorros ya entabló conversaciones directamente con Repsol (REP.MC) para la adquisición de su rascacielos, por el cual ofreció entre 700 y 750 millones de euros, tal y como adelantó este periódico. Repsol dio el visto bueno a este encuentro porque Caja Madrid fue la dueña inicial de los terrenos en los que se está elevando la torre. No obstante, la petrolera decidió no considerar su oferta porque ya había anunciado que la venta de su edificio se haría por subasta "en un proceso transparente".

Eso sí, esta reunión le sirvió a Repsol para elevar el precio de salida que, en un principio, lo había fijado en 600 millones de euros y ahora está por encima de los 750 millones con los que iniciará la puja.

Una venta que hará historia

Como si de oro negro se tratara, la petrolera que preside Antoni Brufau se frota las manos. Fuentes cercanas a la operación creen que la venta se podría cerrar por encima de los 820 millones de euros: "Se trata de una de las cifras más optimistas que se barajan", explican fuentes cercanas al proceso. Si se efectua por ese montante, esta operación se convertiría en la más cara de la historia de un edificio en España.

En el rascacielos de 250 metros que ha diseñado el prestigioso arquitecto Norman Foster, Repsol ha invertido alrededor de 300 millones de euros, por lo que obtendría una suculenta plusvalía que superaría los 500 millones.

Las apuestas están abiertas. Por la torre de Repsol se empiezan a interesar muchas empresas, pero sólo unas pocas pasarán a la final, "entre 15 y 20", para después proclamar a la ganadora, según señalan las mismas fuentes. Y no se hará esperar. El adjudicatario se conocerá antes de mediados del próximo mes de julio porque a Repsol no le interesa que se retrase mucho más esta operación.

Otros candidatos

Sin duda, hay muchas compañías y particulares que se perfilan como potenciales compradores de la torre de Repsol, la más alta de la nueva zona financiera de Madrid. Para que no se queden fuera, Aguirre Newman y Goldman Sachs han elaborado una lista con 50 posibles interesados en ella.

Para conocer algunos detalles, recibirán el cuaderno de venta compañías de seguros como Metropolitan Life, inmobiliarias europeas como British Land o fondos de inversión de diferentes nacionalidades, en especial árabes. Este es el caso del fondo del sultán de Brunei (Hassanal Bolkiah), una de las mayores fortunas del mundo (valorada en 44 millones de dólares, según el ranking que realiza la revista Forbes). La familia real saudí será otro de los que reciba el cuadernillo.

También llegará hasta mesas de empresarios españoles como Amancio Ortega que, a través de su división inmobiliaria, Ponte Gadea, se perfila como un buen candidato. El fundador del imperio Inditex (Zara) siempre ha mostrado interés por la posesión de inmuebles en la capital. De hecho, el empresario gallego ya tiene edificios de oficinas en pleno Paseo Castellana. Uno en el número 92 y otro en el 35

Operación sin presiones

La venta del rascacielos de Repsol se realizará a través de lo que se denomina proceso ordinario de venta. Para ello, las empresas interesadas en el inmueble de la petrolera recibirán un primer paquete de información, a modo de presentación del producto.

Lo habitual es que de ahí se deriven una serie de ofertas no vinculantes, lo que propiciará una segunda y última entrega de información mucho más exhaustiva en un proceso de due diligence. En este paquete estarán incluidos todos los detalles técnicos del edificio, las licencias pertinentes, instalaciones y otros aspectos.

Y una vez que los posibles compradores estudien la información remitida, si les interesa deberán formalizar una oferta vinculante. A partir de ese momento entrarán a formar parte de la subasta. Las empresas que quieran optar por el inmueble deben de saber que la oferta que han presentado es innegociable. No cabrán, por tanto, descuentos de ninguna clase porque ellos consideren que algunos de los aspectos del edificio podrían justificar una rebaja en el importe.

¿Y se lo llevará el que más dinero ponga sobre la mesa? Según informaron a este periódico otras fuentes cercanas a la operación, no todo será una cuestión de dinero. También se tendrán en cuenta otros factores, como el perfil del comprador o las condiciones de pago que proponga.

Lo que está claro es que el ganador de la subasta tocará las puertas del cielo de Madrid y de España.

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