Jorge A. Bañales
Washington, 25 may (EFECOM).- El ex ejecutivo de Enron Jeffrey Skilling, uno de los astros más brillantes en el firmamento empresarial y financiero de Estados Unidos en el cambio de siglo, afronta desde hoy una posible sentencia de 185 años de prisión.
Un jurado en Houston (Texas) declaró hoy a Skilling culpable de 19 de los 28 cargos de fraude y conspiración que se le imputaron en el 2004 por su responsabilidad en la mayor bancarrota ocurrida en EEUU hasta fines del 2001.
"Creíamos ciegamente en lo que estábamos haciendo", dijo Skilling en el 2002 ante un comité del Congreso que investigaba el vaciamiento, primero, y el colapso después de la que fuera una de las firmas más poderosas y dinámicas del mundo.
Al igual que el presidente y ejecutivo principal de la firma, Kenneth Lay, a quien reemplazó durante cuatro meses en el 2001, Skilling se había declarado inocente de todos los cargos.
Skilling nació en Pittsburgh (Pensilvania), el segundo de cuatro hermanos, y creció en Nueva Jersey y en Illinois.
A los 13 años empezó a mostrar su talento para los negocios cuando se convirtió en director de producción para una emisora pública de televisión en Aurora (Illinois).
Después de su graduación en la escuela secundaria West Aurora, donde figuró en el puesto 16 entre 600 alumnos, Skilling estudió en la Universidad Metodista del Sur y en Harvard, donde se graduó en administración de empresas y terminó en el exclusivo cinco por ciento de estudiantes con mejor clasificación de su clase.
En 1979, Skilling ingresó en la firma consultora McKinsey de Houston, y por los contactos y trabajos realizados allí obtuvo un empleo en Enron, donde en 1990 Lay lo eligió para que encabezara la unidad financiera de la firma.
Como jefe de Servicios de Gas de Enron, Skilling instituyó el novedoso modelo de "banco de gas" que revolucionó el sector del gas natural, desregulado por el Gobierno de Ronald Reagan, y desde ahí empezó una brillante carrera con gran atractivo para los inversionistas.
Cuando Enron se extendió al comercio de electricidad, agua corriente y operaciones internacionales, Skilling se convirtió en ejecutivo principal para operaciones.
Skilling, que ahora tiene 52 años, una hija y dos hijos, ocupó la presidencia de Enron por unos cuatro meses durante el 2001 y abandonó el cargo en agosto de ese año alegando que estaba cansado y prefería ocuparse de asuntos familiares.
Poco después surgieron las primeras noticias sobre maniobras contables que habían ocultado millones de dólares en pérdidas, y habían exagerado otros millones de dólares en ganancias a fin de seguir atrayendo el dinero de empleados e inversionistas.
En febrero del 2004, Skilling, Lay y otros ejecutivos de Enron fueron acusados por conspiración, fraude y manejos irregulares en relación con el colapso de Enron que dejó a decenas de miles de empleados, y millones de personas sin sus inversiones. EFECOM
jab/mla/olc/jla