Empresas y finanzas

Nueva estrategia salud BM insiste importancia del acceso a anticonceptivos

Washington, 1 may (EFECOM).- La nueva estrategia de salud, nutrición y población del Banco Mundial (BM) hecha pública hoy insiste en que el organismo facilitará asistencia a los países clientes en "todos" los servicios reproductivos, incluidos los anticonceptivos.

La publicación de la nueva estrategia llega poco después de que saliese a la luz que uno de los dos directores gerentes del Banco, el ex ministro de Hacienda salvadoreño Juan José Daboub intentó eliminar las referencias a la planificación familiar en el programa de ayuda a Madagascar.

El documento final de ayuda a Madagascar no incluyó objetivos sobre el acceso a anticonceptivos.

En el borrador inicial, el Banco Mundial se comprometía a ayudar a que el consumo de anticonceptivos aumentase desde el 14 por ciento del 2004 hasta el 20 por ciento.

Daboub, un conservador próximo a la Iglesia católica, fue duramente criticado por organizaciones no gubernamentales que trabajan en África por esa decisión.

La estrategia publicada hoy, que revisa un documento de 1997, entierra la controversia, según fuentes del BM, al insistir en que "el Banco sigue jugando un papel clave en asegurar el acceso a todos los servicios de reproducción a través del asesoramiento y la asistencia financiera".

"La política sigue siendo clara y aun más firme si cabe", dijo a Efe Cristian Baeza, director interino para salud, población y nutrición global del BM, quien añadió que "vamos a ofrecer toda la ayuda financiera y técnica necesaria en apoyo a salud sexual y reproductiva".

El Banco se compromete en el documento a "facilitar a los países cualquier ayuda técnica y financiera que soliciten en este área".

En general, el Banco se compromete a contribuir a mejorar el funcionamiento de los sistemas sanitarios en el mundo en desarrollo.

Sobre el terreno, ese principio implica el permitir una secuencia adecuada de acontecimientos, desde la financiación necesaria, hasta las regulaciones adecuadas, la colaboración entre el sector público y privado, personal bien formado y suministros, entre otros.

La suma de factores permitiría, según el BM, "asegurar que la gente pobre obtiene los servicios de salud de buena calidad que necesitan para salvar y mejorar sus vidas".

Baeza explicó que "existe una gran cantidad de financiación internacional disponible para enfermedades específicas como el sida o la malaria".

Lo que quiere hacer el Banco, según el directivo de la institución, es ser una especie de "pegamento" que aglutine todos esos esfuerzos dispares y la forma de hacerlo, según Baeza, es reforzar las estructuras nacionales sanitarias de los países.

El Banco invierte alrededor de 2.000 millones de dólares anuales en programas de salud. La financiación internacional en ese segmento ha subido desde los alrededor de 6.000 millones de dólares en el 2000, a los 14.000 millones en el 2006. EFECOM

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