Barcelona, 1 may (EFECOM).- La dirección de GDX, empresa del sector auxiliar del automóvil, ha anunciado a la representación sindical que no cerrará la planta de Palau-solità i Plegamans (Barcelona) y que elaborará un estudio de viabilidad de la misma, por lo que los trabajadores volverán mañana con normalidad a la fábrica.
Fuentes de UGT han informado hoy que el acuerdo entre las representaciones de la dirección y el comité de empresa se alcanzó ayer y que la plantilla lo ha refrendado hoy por unanimidad.
La planta de la multinacional estadounidense del sector auxiliar del automóvil GDX Automotive en Palau-solità i Plegamans, donde trabajan unas 720 personas, se encontraba al borde del proceso concursal (antigua suspensión de pagos), según fuentes sindicales.
El 'respiro' que se da la dirección de la multinacional para elaborar el estudio llega después de que el pasado viernes el turno de mañana de las tres líneas de producción de Seat en Martorell (Barcelona) prácticamente no pudiera trabajar por los problemas de suministro de juntas de caucho que tiene la filial de Volkswagen con GDX.
Esta afectación en el suministro se iba a repetir, presumiblemente, a partir de mañana miércoles ya que la plantilla de GDX había anunciado nuevas movilizaciones.
GDX, que ya cerró su fábrica de Valls (Tarragona) el pasado mes de diciembre, medida que afectó a 156 trabajadores, había incluso insinuado a los sindicatos que podría recurrir a la ley concursal por falta de liquidez.
La plantilla de la factoría, que se dedica a la producción de tiras de caucho para el cierre de puertas, ventanas y maleteros de vehículos de marcas como Mercedes, Peugeot, Volkswagen y BMW, secundó la pasada semana dos jornadas de huelga que tuvieron un seguimiento masivo.
La compañía acumula cuatro años consecutivos con pérdidas, las últimas de 18 millones de euros, correspondientes al pasado ejercicio, lo que provocó que no aplicase los aumentos salariales establecidos en el convenio del sector químico en Cataluña, que contempla la posibilidad de aplicar excepciones cuando se encadenan dos ejercicios con números rojos, como medida para salvar a las empresas que atraviesan por dificultades económicas.
GDX presentó en octubre de 2006 un plan de viabilidad que contemplaba el cierre de la fábrica de Valls, el desvío de varias líneas de producción a plantas de Alemania y la República Checa, y la venta de los terrenos de la factoría de Palau-solità i Plegamans por 16 millones de euros para refinanciar a la filial española.
El compromiso era recuperar parte de esas líneas de producción en beneficio de la única fábrica española de la multinacional estadounidense, cuyo centro de decisión en Europa se encuentra en la ciudad alemana de Grefrath.
Además de en Palau-solità i Plegamans, la multinacional tiene centros de trabajo en Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, la República Checa y China. EFECOM
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