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Riesgo de separación aumenta después de pérdida de un embarazo

Por Amy Norton

NUEVA YORK (Reuters Health) - La relación de pareja sevolvería más frágil cuando la mujer sufre la pérdida en unembarazo, de acuerdo a un nuevo estudio que apoya otros previosque habían demostrado que el riesgo de que los matrimonios sedivorcien aumenta después de la muerte de un hijo.

Tras estudiar a más de 3.700 parejas estadounidenses,casadas o no, que tuvieron por lo menos un embarazo, losautores hallaron que las que habían sufrido un aborto o habíantenido un parto de feto muerto (mortinato) eran más propensas asepararse en los siguientes años que las que habían tenido elbebé.

Las parejas que habían sufrido un aborto (pérdida del fetoantes de la semana 20 de gestación) eran un 22 por ciento máspropensas a separarse durante los 15 años de estudio que lasque habían tenido al bebé.

Ese riesgo aumentó al 40 por ciento en las parejas quehabían tenido un mortinato (pérdida del feto después de lasemana 20 de gestación, pero antes del parto).

Mientras que el aumento del riesgo asociado con el abortose mantuvo durante los 3 años posteriores a la pérdida, elaumento asociado con la muerte fetal duró casi una década.

Para los autores del estudio, publicado en Pediatrics, éstaes la primera investigación que demuestra que las parejas quepierden un embarazo tienen riesgo de separarse.

De todos modos, los resultados coinciden con los deestudios previos sobre parejas casadas que habían perdido unhijo. Si bien el dolor acercó a muchas de ellas, el riesgogeneral de divorciarse observado en esos estudios aumentabatras la pérdida.

A partir de esos estudios los nuevos resultados no soninesperados, según la doctora Katherine Gold, de University ofMichigan, en Ann Arbor.

Aunque dijo a Reuters Health por e-mail que "honestamentele sorprendió" la relación entre el embarazo y lasseparaciones, así como también la duración de los efectos,especialmente de la muerte fetal.

"En el caso del aborto, el riesgo más alto se registróentre 1,5 y 3 años después de la pérdida, pero en el caso delos mortinatos, el riesgo se mantuvo casi una década. Eso esmás prolongado de lo que esperábamos", dijo Gold.

Pero insistió en que "las parejas no deberían tener encuenta este estudio y pensar que la pérdida de un hijo condenala relación". Muchas parejas lo superan juntos.

Aun así, los resultados son preocupantes porque indican lanecesidad de comprender por qué esas parejas tienen alto riesgode separarse, explicó.

El estudio incluyó a 3.707 mujeres casadas o que convivíancon su pareja. En total, tuvieron 7.770 embarazos, de loscuales el 82 por ciento finalizó con el parto, pero un 16 porciento terminó con un aborto y el 2 por ciento con unmortinato.

Muchas relaciones finalizaron durante el estudio.

Más del 40 por ciento de las parejas que tuvieron un bebése separaron durante los 10 años siguientes. Lo mismo ocurrióen casi el 60 por ciento de las que tuvieron un mortinato y enla mitad de las que sufrieron un aborto.

Los resultados no prueban que la pérdida de un embarazoexplique el aumento de la tasa de separación de las parejas.

Pero el equipo señala que aun tras considerar varios otrosfactores asociados con la separación de una pareja (juventud,bajos ingresos y cohabitación, a diferencia del matrimonio), elaborto y el parto de un mortinato se mantuvieron asociados conel aumento del riesgo de separación después de la pérdida.

"La pérdida de un bebé es devastadora para una pareja y elestudio sugiere que el origen de la separación sea el estrés dedos personas que intentan superar la misma experiencia dedistintas maneras", dijo la autora.

FUENTE: Pediatrics, mayo del 2010.

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