Ramón Pedrosa
Hong Kong, 26 may (EFECOM).- Si el vino español en general es poco conocido en Asia, denominaciones locales, como las valencianas, atraviesan un momento difícil y tratan de promocionar sus productos y de diseñar una estrategia efectiva en esta parte del mundo.
Por ello, y de la mano del Instituto Valenciano de la Exportación (IVEX), seis bodegas de la Comunidad Valenciana se han desplazado aquí para participar en la Vinexpo Asia-Pacífico, la feria de vinos más importante de Asia.
"Aquí hay un desconocimiento total del vino, lo que se puede aprovechar para reconducir la fama de nuestros vinos, que en Europa están considerados de segunda calidad", dice Antonio Ramos, director comercial de Bodegas Coviñas, el grupo vinícola de Requena.
Algunos productores se quejan de una falta de apoyo a la promoción y a la exportación en el mercado asiático, equivalente al que, según ellos, reciben los productores de otros países, como Chile y Argentina.
Sin embargo, la realidad es que los vinos de las tres denominaciones con las que cuenta la Comunidad Valenciana (Utiel-Requena, Valencia y Alicante) ya empiezan a poder degustarse en algunos lugares de Asia.
Un ejemplo de ello es la bodega alicantina Bocopa, con sede en Petrer, que ya lleva en Asia varios años, especialmente en el mercado de Japón, que es, siempre, la puerta de entrada de cualquier nuevo vino que quiere tener presencia en la zona.
Según desvela Ana Efford, responsable de la estrategia asiática de esta firma, "tenemos que apoyarnos en lo que conocen, sobre todo en la idea de la dieta mediterránea".
"Somos unos desconocidos, pero ellos quieren abrirse a nuevos productos y cambian sus portafolios si les gusta lo que ofreces. Aquí ya se está bebiendo vino de Alicante", prosiguió Efford, quien considera que comprender la forma de hacer negocios en Asia es la clave para vender en este mercado.
"Aquí es imprescindible un trato muy personalizado y venir, al menos, un par de veces al año", comentó a Efe.
Tímidamente, algunas bodegas ya están presentes en Corea del Sur, como la valenciana Subirán, o en los mercados de Shanghai o Cantón, como las Bodegas Torroja, que ya tienen allí más que respetables niveles de penetración.
A partir de ahora, todas las bodegas coinciden en que lo necesario es trabajar en la educación del consumidor y bajo el paraguas del "vino de España".
"Tenemos que evitar las denominaciones de origen, que aquí no tienen ningún sentido, y tratar de promocionar vino de España como algo único, como ya ha hecho Chile, Australia o Francia", dice Juan Carlos García, director de producción de las propias Bodegas Torroja.
"Además, sus percepciones son diferentes de las nuestras. Quieren vino de calidad, pero la verdad es que la calidad, como nosotros la entendemos, no les gusta", asegura García.
En China, la fórmula, aseguran estos vinateros, pasa por "educar a la clase media", explica Ramos.
Desde que abrió sus puertas, Vinexpo, que no se celebraba en Hong Kong desde 1998, ha demostrado el nivel de pasión al que ha llegado el mercado de la metrópoli por los mejores vinos del mundo.
"Las circunstancias han cambiado. La última vez que esta feria se celebró en Hong Kong era en medio de la crisis financiera. Ahora, el mercado es mucho más boyante", explica Lynn Grebstad, portavoz oficial de la organización del evento.
Los caldos que se exponen desde el martes en el futurista Centro de Convenciones y Exposiciones de la antigua colonia van desde los Burdeos más tradicionales, hasta los vinos de América Latina, pasando por nuevos productos desarrollados en mercados imposibles como Japón o Corea del Sur.
En total, 49 bodegas españolas se han desplazado hasta esta feria, para promocionar sus productos.
No obstante, no lo han hecho como conjunto, bajo el paraguas del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), sino de la mano de sus respectivas regiones: Valencia, Castilla La-Mancha o Murcia, que cuentan con pabellones propios.
Aunque como dice Dan Wu, representante en China de los vinos de Marqués de Riscal, "hay una parte de los chinos que ya conoce el vino español. Conocer un país es también conocer sus productos". EFECOM
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