Empresas y finanzas

Telefónica se juega el futuro en la subasta del móvil alemán

El presidente de Telefónica, César Alierta. Foto: Archivo

Telefónica se juega el tipo en Alemania a partir del próximo lunes, fecha en la que comienza la subasta de nuevas frecuencias de móviles en el mayor mercado de las telecomunicaciones de la UE. Se mire por donde se mire, el operador español estará obligado a pujar con fuerza para adjudicarse el nuevo espectro, un tesoro que viene a ser la materia prima de cualquier empresa de telefonía móvil.

De hecho, estos recursos radioeléctricos determinarán la capacidad de crecimiento de las telecos en un entorno en el que la banda ancha en movilidad cada vez requerirá de mayores recursos. Por todo lo anterior, los analistas consultados estiman queTelefónica deberá pujar con más de 500 millones de euros.

La batalla en Alemania se presenta complicada para Telefónica, ya que las condiciones de la subasta perjudican claramente al grupo español. Y lo mismo ocurre al líder holandés KPN. El árbitro de la contienda será el regulador germano de las telecomunicaciones, BNA, quien dirigirá el proceso en el que se repartirá espectro de 800 Mhz, 1,8Ghz, 2.0Ghz y 2,6 Ghz, cuya vigencia se prolongará hasta 2025.

La parte más suculenta del concurso son los 60 Mhz de la banda de 800 Mhz, divididos en bloques de 2x5Mhz cada uno. Se trata de la puja más apetitosa de todas, ya que permitirá extender la banda ancha móvil con extraordinaria eficacia. Menos interés despiertan el resto de las frecuencias: las de 1,8 Ghz, 2GHzy 2,6 GHz, ya que los operadores consideran que las tecnologías disponibles todavía no están lo suficientemente maduras para su explotación comercial inmediata.

Competidores aventajados

En la línea de salida de la gran subasta germana destacan los dos grandes jugadores de aquel mercado: T Mobile (filial de DeutscheTelekom) y Vodafone. Cada uno de ellos podrá pujar por un máximo de dos bloques de 20 Mhz de la banda de 800 Mhz, ya que son los operadores que más cuota de clientes atesoran.

De lo anterior se desprende que, previsiblemente, sólo quedarán para el resto un total 20 Mhz (repartidos dos paquetes de 2x5 Mhz). Estos recursos se lo disputaránTelefónica y KPN, con el grupo español como favorito, ya que sus necesidades en el negocio de la banda ancha móvil, con una cuota del 30%, son superiores a las de la compañía holandesa (con el 8% de aquel mercado).

En cualquier caso, los 20 Mhz que pueden ir a manos de Telefónica o de KPN (o a ambos a la vez) pueden resultar insuficientes para aprovechar las posibilidades tecnológicas del denominado refarming, es decir, la conversión de frecuencias de 800 y 900 Mhz en recursode Tercera Generación. Como mínimo, cada operador necesita para estos fines un bloque mínimo de 5 Mhz de 800 Mhz para poder transformarlo en UMTS900.

Ajustada a la realidad

Telefónica y KPN ya fracasaron en su denuncia contra el sistema de subasta alemán. Ambos consideraban que las condiciones impuestas les limitaba la capacidad de competir. Al final, el Tribunal Administrativo de Colonia delegó en la BNA y dejó las cosas como estaban. La subasta alemana será seguida con especial interés en Europa ya que, previsiblemente, marcará la pauta en los procesos similares que se desarrollarán en breve en otros países.

De las declaraciones de los ejecutivos de las empresas implicadas se desprende que las ofertas se ceñirán a la realidad del mercado, con altas dosis de cordura. En el recuerdo todavía escuecen los dispendios de las subastas del UMTS, procesos que dejaron muy mal paradas a las telecos durante los primeros años de este siglo.

KPN aseguró ayer que adoptaría una estrategia disciplinada en cuanto a la relación "calidad-precio en la subasta del espectro. De esa manera, el operador holandés sólo adquirirá frecuencias "si éstas se ajustan a un precio justo".

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