Las auditorías desvelan problemas en las cuentas de las matrices de Prisa y Colonial correspondientes a 2005. Sin embargo, tienen el ok en los balances consolidados.
Una de las obligaciones de las empresas que cotizan en bolsa es auditar sus cuentas anuales, tanto de la sociedad individual como del grupo consolidado, y comunicar el resultado a la CNMV. El año pasado tuvieron además que enfrentarse a un problema adicional: las Normas Internacionales de Contabilidad (NIC). Todas las empresas que presentaron cuentas consolidadadas (en las que se refleja la evolución de la matriz y de sus filiales como si fueran una única compañía) debían hacerlo según las nuevas reglas.
Menos beneficio neto
La mayor parte de las auditorías de las empresas cotizadas depositadas hasta el momento en el organismo regulador están libres de cualquier mácula, pero hay dos casos que llaman la atención: Prisa y Colonial. Deloitte se ha encargado de revisar las cuentas de 2005 de ambas compañías y, aunque los informes referidos a los balances consolidados bajo las NIC están limpios, sí recogen salvedades en las cuentas de las sociedades individuales.
El informe de auditoría del Grupo Prisa revela una irregularidad contable en las cuentas de la matriz, pues debería haber creado una provisión para el valor de las participaciones en filiales negociadas en bolsa. Deloitte se refiere al Plan General de Contabilidad, que establece que debe crearse una provisión en el caso de que el precio de cotización sea inferior al de adquisición.
Error básico
Si se hubiera aplicado este criterio, la auditora advierte que 'el importe del resultado neto del ejercicio 2005 habría disminuido en 19,438 millones de euros'. Por eso, la CNMV afirma que, según la auditoría, el beneficio neto de Prisa como sociedad individual debe reducirse un 17,71%, hasta 90,305 millones.
Sin embargo, Deloitte tiene 'una opinión favorable de las cuentas anuales consolidadas de Prisa', que revelan un beneficio neto de 152,809 millones de euros. Guillermo de León, profesor de Economía Financiera de la Universidad Antonio de Nebrija, destaca que el efecto de la consolidación 'salva esa irregularidad contable', aunque advierte que si hubiera sido un segundo auditor el encargado de revisar las cuentas conjuntas del grupo 'tendría que haberla resaltado, pues es un error básico'.
La situación de Inmobiliaria Colonial es similar. Deloitte detecta una salvedad sobre el resultado neto de la matriz de 51 millones de euros, aunque da el ok al beneficio consolidado de 266,2 millones. En este caso, la compañía ha modificado el criterio para reconocer los ingresos de su actividad de promoción y, para lograrlo, ha registrado un cargo contra la cuenta de reservas por importe de 51 millones de euros. El auditor alerta de que, 'de acuerdo a los principios de contabilidad generalmente aceptados, debería haber registrado dicho cambio de criterio con cargo a los resultados extraordinarios'.