Analistas Económicos de Andalucía, sociedad de estudios del Grupo Unicaja, ha presentado hoy el último número de su publicación trimestral "Previsiones Económicas de Andalucía", correspondiente a Marzo de 2007 (Nº 48). En ésta se analiza la evolución de la economía andaluza y sus perspectivas a corto y medio plazo. Como en números anteriores, se estructura en tres capítulos, el primero de ellos dedicado al Contexto Económico Internacional y Nacional. El segundo capítulo se centra en la Coyuntura de la Economía Andaluza, trayectoria reciente y previsiones, incorporando los principales indicadores de coyuntura y sus previsiones para Andalucía y España, así como las estimaciones de crecimiento económico. El tercer capítulo analiza la evolución de la Actividad Económica en las Provincias Andaluzas, incluyendo en esta ocasión una referencia al Mercado de trabajo en Andalucía, 1996-2006, incidiendo en los principales cambios registrados en el citado periodo y en algunas persistencias.
Finalmente, el documento incluye dos Recuadros de análisis, que inciden en temas de especial interés para las economías andaluza y española, como son, en esta ocasión:
El desafío de la economía española: las TIC y la innovación
Las diferencias salariales entre trabajadores cualificados y no cualificados
Contexto económico internacional y nacional
La actividad económica internacional continúa su trayectoria favorable, sin que se hayan producido grandes sobresaltos que modifiquen el panorama actual de moderado optimismo. A esto han contribuido, sin duda, la publicación del crecimiento del PIB en 2006 en las principales áreas o la aminoración de las tensiones inflacionistas, y nada hace pensar que las proyecciones de crecimiento puedan sufrir un menoscabo, señalándose un ritmo de avance entre el 4,5% y 5% para la economía mundial. Pero aunque este contexto parece seguir siendo el más probable, cabe recordar que persisten los sempiternos riesgos, como la volatilidad de los precios del petróleo, la tendencia a la depreciación del dólar, las posibles turbulencias en los mercados financieros o el desequilibrado comportamiento en determinados sectores, como el inmobiliario (caso concreto de EE.UU).
En cuanto a la economía española, cabe subrayar la aceleración de la actividad económica durante 2006, estimándose un crecimiento del PIB del 3,9%, lo que supone una intensificación en el ritmo de expansión respecto al año 2005, observándose una leve mejora en la productividad, al desacelerarse el ritmo de crecimiento del empleo. Este avance de la economía española no deja de sorprender, y no sólo ha superado las previsiones señaladas por el Gobierno en verano (en Julio se había estimado una tasa del 3,4%), sino las realizadas a finales de diciembre, cuando se anticipaba un avance del 3,8%. El dinamismo de la demanda interna, con el consumo y la inversión sin apenas freno, y la ligera mejora en la contribución del sector exterior explican esta aceleración de la producción, aunque resulta muy probable que el crecimiento se modere en 2007, estimándose que el avance de la economía española pueda rondar el 3,4%, según el Ministerio de Economía, o el 3,7%, según la Comisión Europea.
Trayectoria reciente de la coyuntura andaluza
La economía andaluza, al igual que la española, continúa instalada en una senda de expansión sin precedentes, creciendo desde el año 1995 a tasas superiores al 3%, manteniendo así un diferencial de crecimiento positivo, superior a un punto e incluso a dos en algunos años, respecto a la Zona Euro. Según las estimaciones de Analistas Económicos de Andalucía, en 2006 el crecimiento ha alcanzado el 3,8%, una décima menos que en 2005, habiéndose revisado al alza respecto a las previsiones iniciales, debido principalmente al mejor comportamiento, respecto a lo esperado, en los sectores de la construcción y los servicios, y a la recuperación de la agricultura.
Asimismo, el sector empresarial andaluz se ha mostrado especialmente dinámico en los últimos años, creciendo el número de empresas inscritas en la Seguridad Social a un ritmo ligeramente superior al promedio nacional, a tasas superiores al 4% desde 1997. Así, a finales de 2006, el número de empresas en Andalucía superó las 223.000, lo que supone un incremento del 4% respecto al año anterior, aunque algo más moderado que el de años anteriores.
Coincidiendo con esta etapa de expansión, el mercado de trabajo ha venido registrando una trayectoria muy positiva, experimentando el empleo variaciones positivas desde el año 1994, llegando a crecer en 2005 algo por encima del 7%, aunque en 2006 este avance se ha moderado ligeramente, hasta el 5,1%. De igual modo, el paro se ha venido reduciendo progresivamente de forma que la tasa de paro ha llegado a situarse a finales de 2006 en el 12,2% de la población activa, la más baja desde finales de la década de los setenta, reduciéndose el diferencial con respecto a la media española hasta alrededor de los 4 puntos, frente a los 11 puntos existentes en 1995. En cuanto a los principales rasgos del mercado de trabajo andaluz, hay que señalar que la tasa de actividad femenina está creciendo a mayor ritmo que la masculina, aunque sigue siendo inferior, al igual que ocurre con el empleo, que ha crecido en 2006 casi 4 puntos más que el empleo masculino.
Destaca asimismo el fuerte crecimiento de la ocupación extranjera, especialmente de no comunitarios, y el avance de la ocupación en construcción y servicios, así como la elevada tasa de temporalidad (algo por encima del 45%, más de 10 puntos por encima de la media nacional), aunque la contratación indefinida es la que más ha venido creciendo, desde 2001.
Desde la perspectiva de la oferta, el sector agrario ha venido alternando años de fuerte crecimiento con años de descensos. En 2006 se ha producido una recuperación, como consecuencia, principalmente, de las mejores cosechas de cereales, frutales y olivar, así como de gran parte de las hortalizas. El empleo, sin embargo, ha vuelto a descender, de modo que la agricultura ha pasado de representar el 13,7% del empleo total a principios de los noventa al 8,2% en 2006, aunque este porcentaje sigue siendo superior a la media española.
La industria viene dando muestras de debilidad en los últimos años, y desde 1999 el crecimiento de las ramas industriales se ha situado por debajo de la media de la economía andaluza, exceptuando el año 2002. Igualmente, también el empleo ha crecido desde principios de esta década por debajo del empleo total, exceptuando el año 2005, llegando a descender en el promedio de 2006 casi un 4%, si bien es cierto que el nivel de empleo alcanzado es más elevado que el registrado en los últimos años.
Desde 1998 el sector de la construcción en Andalucía ha crecido por encima de la media del conjunto de sectores productivos, siendo el principal referente del crecimiento de la actividad económica junto con los servicios. De este modo, la construcción ha pasado de representar el 7% del PIB andaluz a mediados de los noventa al 12% actual. De igual modo, entre 1995 y 2006 la participación relativa del empleo ha aumentado en unos 5 puntos, pasando a representar el 15,2% de la ocupación en Andalucía, un porcentaje algo más elevado que la media española (12,9%), concentrando el sector a finales de 2006 casi 500.000 ocupados, una quinta parte del empleo en la construcción española. Así, en Andalucía la construcción es el segundo sector por volumen de empleo. En 2006, y pese a la desaceleración observada en el crecimiento de algunos indicadores (consumo de cemento o viviendas iniciadas), el empleo ha seguido creciendo a un fuerte ritmo, siendo éste el sector donde más ha aumentado la ocupación en términos relativos, un 8,8% en el promedio del año. Asimismo, las licencias municipales de obra han mostrado a lo largo del año un fuerte crecimiento, aumentando más de un 40% las viviendas y la superficie a construir de edificios. Con esos datos se anticipa que las perspectivas para 2007 continúan siendo relativamente favorables, sobre todo si tenemos en cuenta la evolución de los visados de dirección de obra de los Colegios de Arquitectos Técnicos y Arquitectos y la licitación pública, ambos indicadores adelantados del sector. Por otro lado, se observa que en los dos últimos años el crecimiento del precio medio de la vivienda libre se ha moderado ligeramente, aunque sigue siendo alto en términos absolutos, habiendo crecido a finales de 2006 a una tasa ligeramente por debajo del 10%, el crecimiento más bajo desde finales de 1998.
La aportación del sector servicios al VAB (Valor Añadido Bruto) andaluz se mantiene algo por encima del 60%, aunque desde 1995 se aprecia una ligera pérdida en su importancia relativa, en tanto que en términos de empleo la relevancia de este sector es aún mayor, y los servicios han llegado a concentrar en 2006 hasta el 66,4% del empleo regional, ya que desde 2002 la ocupación en el sector ha crecido a mayor ritmo que en el conjunto de la economía, destacando el crecimiento superior al 7% en los dos últimos años. Algo más de una tercera parte del empleo en servicios corresponde al comercio y la hostelería, sector que ha concentrado en el último año casi el 35% del aumento del empleo en los servicios. No obstante, este fuerte avance del empleo en comercio y hostelería coincide con un tono más moderado de otros indicadores del sector, como el índice de comercio al por menor o las ventas en grandes superficies. Sin embargo, el transporte, almacenamiento y comunicaciones es la rama de los servicios donde menos ha crecido el empleo en 2006, y la que supone una menor importancia relativa dentro del sector, representando algo menos del 8% del empleo en los servicios en Andalucía, aunque otros indicadores del sector muestran un significativo crecimiento.
Desde el punto de vista de la demanda, desde 1997 la demanda regional ha crecido a ritmos superiores al 4%, según la Contabilidad Regional Anual de Andalucía, destacando el fuerte avance de la formación bruta de capital y el sólido crecimiento del gasto en consumo. No obstante, ya en 2005 se produjo una ligera ralentización en el ritmo de crecimiento de la demanda, a consecuencia de una cierta desaceleración del consumo. También en el último año los indicadores relacionados con el consumo parecen reflejar esta ligera desaceleración (matriculación de turismos, índices de comercio y ventas, etc.), coincidiendo además con un escenario de subidas en los tipos de interés, al igual que ocurre con algunos indicadores relacionados con la inversión (producción de bienes de inversión o matriculación de vehículos de carga). El sector exterior, sin embargo, viene representando desde el año 1998 una aportación negativa al crecimiento del PIB en Andalucía, destacando en los últimos años el mayor crecimiento relativo de las importaciones respecto de las exportaciones. De este modo, la tasa de cobertura de la economía andaluza (porcentaje de exportaciones sobre importaciones) ha disminuido en 2006 con respecto a 1995, hasta situarse en el 72,3%, reduciéndose el diferencial positivo que existía en relación a la media española hasta los 6,8 puntos. Especialmente destacable ha resultado el incremento del déficit comercial en los últimos dos años, triplicándose en 2005 respecto al año anterior, y multiplicándose casi por 2 en el último año, registrando así la economía andaluza un déficit que ha superado ligeramente los 6.000 millones de euros.
En cuanto a la inflación en Andalucía, medida por el IPC, se ha situado en el 2,9% en 2006, la tasa más baja desde finales del año 2003, destacando la moderación registrada en el crecimiento de los precios en la segunda mitad del año.
Previsiones económicas
Las estimaciones realizadas avanzan un crecimiento de la economía andaluza del 3,7% para 2007, tasa que revisa, al alza, en dos décimas superior a la primera estimación realizada a finales del pasado año, situándose una décima por encima del crecimiento de la economía española. Este crecimiento previsto para 2007, se basará, al igual que en los últimos años, en los servicios y la construcción, estimándose igualmente una aportación positiva del sector agrario y una ligera reactivación del sector industrial.
El mercado de trabajo seguirá registrando una evolución positiva en 2007, anticipándose incluso un descenso del paro superior al del último año. La población activa podría crecer algo menos que en los últimos años, por debajo del 3%, debido al fuerte descenso que se prevé en la cifra de parados, que podría situarse por debajo de los 400.000, lo que supondría un descenso en torno al 15%, incluso más acentuado en el primer semestre del año. De este modo, la tasa de paro podría finalizar 2007 en torno al 10,5%, casi dos puntos inferior a la registrada en 2006, reduciéndose el diferencial con la media española hasta los 3 puntos. A su vez, las previsiones apuntan a un crecimiento de alrededor de 161.000 ocupados en el promedio de 2007, de modo que la población ocupada en Andalucía superaría los 3,2 millones, un 5,2% más que en 2006, observándose una ligera aceleración en el ritmo de avance del empleo a medida que avance 2007. La ocupación crecerá en todos los sectores productivos, a excepción del agrario, y la construcción será de nuevo el sector donde más crezca el empleo, con una tasa prevista superior al 10%, de forma que el sector podría concentrar a lo largo del año a más de 500.000 ocupados. Por su parte, el empleo en el sector servicios seguirá creciendo a una tasa bastante elevada, con casi 2,2 millones de ocupados en el promedio de 2007.
En relación a los diferentes sectores productivos, para 2007 se anticipa una mejora del sector industrial, y tanto el empleo como el índice de producción general pueden registrar un mejor comportamiento que en 2006, aunque la producción seguiría mostrando un leve descenso, aumentando, por el contrario, la cifra de ocupados casi un 2%. En cuanto a la construcción, algunos de sus indicadores reflejan un crecimiento moderado en relación a los últimos años, como el consumo de cemento o las viviendas iniciadas, si bien en ambos casos se estima una ligera mejora en 2007 en relación al último año. Sin embargo, las perspectivas de empleo continúan siendo muy favorables, lo que junto a las últimas cifras de visados y licitación pública permite anticipar un mantenimiento de la actividad en niveles elevados, pese a los síntomas de desaceleración en el crecimiento. Por su parte, el sector servicios mantendrá su notable dinamismo, prosiguiendo la favorable tendencia del empleo, con un crecimiento relativo (5,3%) en línea con la media regional. Dentro del mismo, se espera que la actividad turística continúe registrando una favorable evolución, aunque la cifra de viajeros alojados en establecimientos hoteleros podría crecer por debajo del incremento observado en 2006, alrededor de un 3%, si bien las pernoctaciones podrían crecer a una tasa similar a la de 2006, en torno al 4,4%, siendo en ambos casos el crecimiento algo más elevado en el primer semestre del año.
Finalmente, en relación a los indicadores de demanda, se prevé, en general, un crecimiento más moderado de los indicadores de consumo, si bien se anticipa una recuperación en la matriculación de turismos, en tanto que el crecimiento de los créditos se situaría aún cercano al 20%, apreciándose una ligera desaceleración en su ritmo de incremento respecto a los tres últimos años. En cuanto a la inversión, podría producirse una mejora respecto a 2006, moderándose el descenso de la producción industrial de bienes de equipo.
Actividad económica en las provincias andaluzas
Es en el litoral andaluz donde se continúa mostrando especialmente el dinamismo. En 2006 Cádiz y Málaga han sido las provincias que han experimentado un mayor avance de la actividad económica, con tasas ligeramente superiores al 4%, seguidas de Almería y Huelva, en tanto que la provincia granadina ha crecido a un ritmo similar a la media andaluza. Por su parte, Jaén ha sido de nuevo la provincia que ha mostrado un menor crecimiento, aunque ha sido la única, junto con Córdoba, en las que se ha observado una aceleración en el ritmo de crecimiento con respecto al año 2005. Esta misma trayectoria se viene observando desde principios de la presente década, destacando el crecimiento superior a la media andaluza en las provincias del litoral, de ellas hay que señalar a Huelva, que ha mostrado una clara reactivación en los últimos años, en tanto que el interior ha registrado un avance más discreto.
Respecto al empleo, en todas las provincias se produjo un significativo crecimiento en 2006, superando en seis de ellas el promedio regional, y registrándose tasas más discretas de crecimiento en las provincias de Sevilla y Jaén, especialmente en ésta última, donde el incremento apenas alcanzó el 0,5%. No obstante, se observa, en general, una desaceleración en el ritmo de avance de la ocupación con respecto al año anterior, a excepción de las provincias de Córdoba, Granada y Almería. Aún así, continúa la tendencia creciente del empleo de los últimos años, en los que destaca especialmente el aumento relativo en la cifra de ocupados de Almería, Granada y Málaga. Son precisamente estas provincias las que cuentan en la actualidad con unas menores tasas de paro, aunque desde el año 2000 los descensos más destacables en dichas tasas se han producido en Cádiz y Sevilla.
El empleo agrario ha descendido de forma notable en el último año en varias de las provincias andaluzas, concretamente en las litorales, a excepción de Huelva, que ha mostrado un fuerte avance
en la ocupación, en tanto que en Jaén y Córdoba el aumento del empleo ha sido más moderado, permaneciendo prácticamente estable en la provincia de Sevilla. Por su parte, el descenso del empleo en la industria se ha observado también en varias provincias, aunque los incrementos registrados en Cádiz, Jaén y Málaga han evitado que el descenso en el conjunto de la región fuese más acusado.
Son precisamente estas dos últimas provincias las únicas que han experimentado un descenso en la cifra de ocupados en construcción, aunque Málaga sigue representando alrededor de una quinta parte del empleo en el sector a nivel regional. Por el contrario, resultan muy destacables los incrementos registrados en Almería y Granada, donde la ocupación en la construcción se ha duplicado en relación a los inicios de esta década, registrando en el promedio de 2006 variaciones del entorno del 30%. Sin embargo, las cifras de vivienda arrojan una muy distinta trayectoria en ambas provincias, descendiendo tanto las viviendas iniciadas como las visadas en Almería, e incrementándose en la provincia granadina, de forma que esta última ha duplicado su participación en el total de viviendas visadas de Andalucía entre 2005 y 2006.
El sector servicios es otro de los principales responsables de la creación de empleo en Andalucía, y así lo confirma el aumento en la cifra de ocupados en todas las provincias andaluzas, con excepción de Jaén. Sin duda, en el último año la trayectoria de la actividad turística ha impulsado este avance del empleo, aumentando la demanda hotelera en todas las provincias, especialmente en Cádiz, Jaén, Málaga y Huelva. Precisamente, dos de estas provincias, la gaditana y la onubense, son las que han experimentado un mayor impulso de la demanda hotelera desde principios de esta década, duplicándose casi la cifra de viajeros en Huelva, y creciendo más de un 50% en Cádiz.
Mercado de trabajo en Andalucía 1996-2006. Algunos cambios y otras persistencias
La evolución de la economía andaluza en la última década se ha caracterizado por una larga etapa de expansión de la actividad productiva, que ha ido acompañada por un notable aumento de la población ocupada, y una reducción de los niveles de desempleo. Esta situación ha coincidido con un fenómeno demográfico desconocido en la historia de la región, como es la recepción de población inmigrante. La primera reflexión debería referirse a la estrecha vinculación existente entre crecimiento económico y empleo, no estando claro hasta qué punto el primero provoca el segundo, o si es el avance del empleo el que, en si mismo, ya presenta un impacto positivo sobre la actividad y la renta. Al mismo tiempo, otra argumentación recurrente sobre estas dos variables correlacionadas tiene que ver con la relevancia del cociente producción/empleo, es decir, con la productividad del trabajo. Esta magnitud resulta fundamental para lograr aumentar el crecimiento económico futuro, pero dado que conseguir aumentos simultáneos de productividad y tasas de empleo no resulta precisamente fácil, al menos para las economías andaluza y española, sería insensato rechazar la opción de crear empleo como vía para aumentar la actividad económica, el PIB o la renta.
Durante el período 1996-2006, el mercado de trabajo en Andalucía ha experimentado un avance considerable. En primer lugar, destaca el aumento de la población mayor de l6 años, que ha
pasado de 5,6 millones a mediados de la década de los noventa a los 6,4 millones de 2006 (promedio de los cuatro trimestres). A pesar del progresivo envejecimiento de la pirámide demográfica, este significativo crecimiento de la población en edad de trabajar evidencia el claro desplazamiento registrado en la oferta de trabajo regional, tal y como confirma el despegue de la población activa, que en el balance de este período ha aumentado en casi 780.000 personas. Este notable aumento, que ha sido similar al del conjunto de España ha estado acompañado de otros cambios cualitativos relevantes en la oferta de trabajo, tales como el mayor nivel educativo, el incremento de la proporción de extranjeros en el mundo laboral y la creciente presencia de la mujer en el mercado de trabajo.
Una forma fácil de calibrar el cambio registrado en la oferta de trabajo es establecer una comparativa en las tasas de actividad. Así, entre 1996 y 2006 la proporción de personas activas (ocupadas o paradas) ha aumentado en 5,5 puntos porcentuales, pasando del 49,8% de la población mayor de 16 años que representaba en 1996, al 55,3% que supone en 2006. Esta variación ha sido ligeramente inferior a la observada en el conjunto nacional, donde la tasa de actividad se sitúa unos tres puntos por encima del promedio regional. Sólo en la provincia almeriense la tasa de actividad supera a la tasa española (en más de ocho puntos), mientras en el resto de provincias los niveles de actividad son más bajos, destacando Jaén, donde en 2006 la tasa se sitúa en el 49,2%.
Pero, sin duda, donde más satisfactorio resulta comprobar la trayectoria del mercado laboral es por el lado de la demanda. En este sentido, la actividad económica en Andalucía ha hecho posible que el empleo creciera en más 1,2 millones de ocupados en el período 1996-2006. Desde una perspectiva provincial, en términos absolutos, el mayor incremento en la población ocupada se ha registrado en Sevilla y Málaga. No obstante, en términos relativos, resulta más significativo el salto en el empleo registrado en la provincia de Almería, donde la población ocupada se ha más que duplicado en el período señalado. También, desde esta comparativa, destaca positivamente el avance del empleo en la provincia malagueña, donde los ocupados habrían aumentado casi un 80%, seguida de Cádiz, con un incremento acumulado del 66%.