
El sector inmobiliario español podría tardar todavía varios años en emprender el camino de vuelta a los días de bonanza. En concerto, según explicó el director gerente del negocio inmobiliario de Deutsche Bank, Ismael Clemente, el negocio inmobiliario "se encuentra en la mitad del ciclo recesivo" y "que podemos empezar a ver la luz hacia 2012-2015".
Clemente hizo estas declaraciones durante la presentación de un estudio elaborado por la consultora Pricewaterhouse Coopers, donde matizó que las previsiones efectuadas en 2007 vaticinaban que la recesión duraría en torno a cinco u ocho años, por lo que incidió en que "no podemos esperar nada especial nada para 2010".
Asimismo, subrayó que "la relajación de la política monetaria es casi la única razón por la que la situación ha mejorado" y que si el regulador no toma medidas para salir de la crisis, lo hará el mercado.
El experto de Deutsche Bank apuntó que la única manera de conseguirlo es poner en práctica medidas que impulsen la economía real, porque "tenemos un problema de economía real". "Lo peor ha pasado", señaló, pero si España no adopta soluciones "perderá peso frente a países que ofrecen más liquidez".
Rebajas de hasta el 25%
Por su parte, y durante la presentación del mismo informe, el presidente de Realia, Ignacio Bayón, afirmó que "las empresas sensatas que quieren seguir vivas en el mercado inmobiliario han reducido sus precios al menos un 25%" y puso en duda los datos oficiales.
En concreto, manifestó que desconoce cómo el Ministerio de Vivienda cifra la caída de los precios en torno al 8% e insistió en que resulta fundamental deshacerse del 'stock' acumulado, "incluso perdiendo dinero", por los enormes costes que ocasiona, desde impuestos hasta gastos financieros.
El presidente de Realia subrayó que no "es momento de retirar las ayudas al sector" y que "hay que elegir el destino" de los fondos públicos. En este sentido, apuntó al segmento de la vivienda libre como el adecuado para recibir ayudas por su tamaño y su contribución al PIB español.
No obstante, apostó por el cambio de modelo productivo hacia uno de mayor eficiencia tecnológica, aunque matizó que, dado que esta transformación se prolongará a lo largo de una generación, se debe proteger a los negocios tradicionales, principalmente el ladrillo y el turismo.
La recuperación, en 2010
Según el estudio, elaborado por PricewaterhouseCoopers y el Urban Land Institute, la mayoría de los encuestados cree que el sector inmobiliario tocó fondo en 2009 y que la actividad de la inversión comenzará a mostrar signos de mejoría en 2010.
Guillermo Massó, socio de PwC, insistió en que en el ejercicio en curso se verá un mayor flujo de crédito, de capital y de decisiones de inversión, pero anticipó que desconoce el efecto de la retirada de las medidas de estímulo económico y cómo afrontará el sistema bancario las cuantiosas deudas inmobiliarias, que cifró en el billón de euros para toda Europa.
El informe revela que los expertos consultados anticipan un año, no de ventas forzosas, sino de reactivación del sistema mendiante la renegociación de términos y vencimientos. En este sentido, el estudio señala que los fondos de capital variable y los actores institucionales se encuentran bien situados y que los vehículos de propiedad privada están reteniendo gran parte del capital asignado al mercado inmobiliario, unos 35.000 millones de dólares.
Madrid y Barcelona, poco atractivas
Por ciudades europeas en perspectivas de inversión, Madrid y Barcelona se sitúan en las últimas posiciones del ranking. Los expertos achacan este hecho a la mala marcha de la economía española y a que los inversores locales y extranjeros predicen tasas de paro más elevadas durante 2010.
Sin embargo, tanto Bayón como Massó abundaron en que la posición en el ranking de ambas ciudades no refleja la realidad de su mercado inmobiliario. "No veo a Madrid en el farolillo rojo ni en expectativas de inversión ni en deseos", apostilló el presidente de Realia.
En el otro extremo, se colocan Munich y Hamburgo, seguidas de París y Londres. En el caso de las dos primeras, y según el estudio, la fortaleza de la economía germana ha resultado "clave" en la opinión de los especialistas preguntados.