Los obstáculos que podrían haber en la pista de la fusión British-Iberia comienzan a desaparecer. La dirección de la compañía británica y sus empleados han llegado a un principio de acuerdo positivo sobre el fondo de pensiones. Según explican fuentes oficiales de la aerolínea con sede en Heathrow a elEconomista, British Airways no subirá su aportación anual de 330 millones de libras (363 millones de euros) a este fondo.
De esta manera, los empleados tienen dos opciones: o recibir una aportación menor por el fondo de pensiones o recibir la misma aportación inicial del fondo al final de su carrera profesional. Para poder acceder a esta segunda alternativa, deberán aportar de su sueldo un 4,5 por ciento más de lo que aportaban, añaden las mismas fuentes.
Según la última estimación del agujero económico que suponía este fondo, se cifraba en 3.700 millones de libras (aproximadamente 4.100 millones de euros). Este handicap para la aerolínea británica también ha sido una preocupación constante para su socia Iberia (IBLA.MC).
Motivo de 'ruptura'
De hecho, en el principio de acuerdo de fusión firmado por las dos aerolíneas el pasado mes de noviembre existe una cláusula por la que Iberia podría romper el contrato de manera unilateral y sin tener que pagar una penalización de 20 millones de euros, si no está de acuerdo con la solución propuesta por British Airways (BAY.LO) para el agujero económico del fondo de pensiones.
Concretamente, el acuerdo de fusión entre British y la compañía con sede en Barajas habla de que "ni Iberia, ni TopCo otorgarán garantías ni utilizarán sus fondos o facilidades crediticias para financiar el fondo de pensiones de British Airways".
Si la aerolínea británica hubiera decidido aumentar sus aportaciones anuales, esto hubiera afectado directamente a los activos de la compañía aérea y, muy probablemente, no hubiese sido aceptado por su socia española.
Un portavoz oficial de Iberia consultado sobre este principio de acuerdo entre la dirección de British Airways y sus empleados no quiso hacer comentarios hasta que se aclaren todos los detalles de la negociación del fondo de pensiones. La bolsa sí que celebró el acuerdo. Tanto Iberia como British Airways se dispararon en el parqué y registraron máximos anuales.
Primer paso positivo
Aunque la aerolínea presidida por Antonio Vázquez valora discretamente este avance en las negociaciones, sabe que todavía falta otra parte muy importante: llegar a un acuerdo con los trustees, que son los gestores de estos fondos de pensiones, formados por representantes sindicales, miembros de la empresa y gestores profesionales contratados con el objetivo de mover estos fondos, cuya estructura se reparte aproximadamente entre un 60 o 70% en bolsa y el resto en deuda y títulos.
Las autoridades regulatorias tienen también que dar su visto bueno antes del 30 de junio, que es la fecha tope para llegar a un acuerdo.
Desde círculos cercanos a la aerolínea británica se asegura que Willie Walsh, su consejero delegado, se puso como fecha el 31 de marzo para llegar a un acuerdo con los trabajadores sobre el fondo de pensiones. Lo ha conseguido dos semanas antes. A finales de marzo también finaliza el plazo para que el acuerdo de intenciones inicial de la fusión entre British e Iberia se selle en un pacto formal.
British Airways cuenta en estos momentos con tres planes de pensiones. Dos de los mismos -uno que se creó recientemente y otro elaborado a finales de los años noventa- no son el problema. El plan de pensiones más conflictivo es curiosamente el más antiguo, que afecta aproximadamente a 60.000 trabajadores, de los que entre 40.000 y 50.000 ya están jubilados.