Los primeros resultados parciales del referéndum sobre la posible asunción por parte del Estado islandés de las indemnizaciones provocadas por el hundimiento de la entidad financiera Icesave apuntan a que los islandeses han dado un 'no' rotundo.
Las proyecciones generadas a partir de aproximadamente 18.000 votos pronostican un rechazo del 98 por ciento al pago de estas indemnizaciones, valoradas en unos 5.000 millones de dólares (unos 3.468 millones de euros).
Los 230.000 islandeses con derecho a voto debían elegir entre apoyar o no un acuerdo alcanzado por el Gobierno con Reino Unido y Países Bajos, países en los que operaba Icesave, para satisfacer las indemnizaciones ya pagadas por los erarios de ambos países.