Caja Duero y Caja España y los representantes sindicales están manteniendo conversaciones internas, pero por separado, para retomar las negociaciones laborales previas a la fusión de las dos entidades, según han reconocido a Efe fuentes de las dos partes.
Las conversaciones se están celebrando en algunos casos de forma telefónica y tratan de limar asperezas entre ambas partes que alisen el camino para convocar, de nuevo, la mesa laboral y que busque un acuerdo previo a la fusión.
Las negociaciones se rompieron el pasado día 23 de febrero, cuando los representantes de Caja Duero y Caja España se levantaron de la reunión al no poder "asumir, por cuestiones económicas, las pretensiones de los sindicatos".
Sin embargo, un día después los mensajes de las entidades y de los propios sindicatos estaban enfocados a reabrir, "cuanto antes", la mesa laboral, tal como explicaron el miércoles pasado fuentes sindicales.
Objetivo: fusión
A partir del día 24 las conversaciones se retomaron, cuando los directivos de Caja España convocaron a sus representantes sindicales a una reunión en León para anunciarles su intención de seguir negociando y conminarles a que "pusieran de su parte" para llegar a un acuerdo laboral.
Por su parte, en el caso de Caja Duero se hicieron más frecuentes las llamadas telefónicas entre directivos de la entidad y sindicalistas y se aprovechaban reuniones internas para lanzar mensajes de que la caja quería "seguir negociando".
Incluso PP y PSOE han movido ficha, sobre todo en Salamanca, donde la sección sindical de UGT ha sido la más reacia a "cualquier acuerdo" con las dos cajas.
Reuniones privadas
El pasado viernes, el concejal de Economía del Ayuntamiento de Salamanca y consejero de Caja Duero, Fernando Rodríguez, convocaba a todos los sindicatos -sólo acudieron UGT y CC OO- y al PSOE a una reunión privada, celebrada en el Parador de Turismo salmantino, para pedir a los representantes de los trabajadores un "mayor esfuerzo" que termine en el acuerdo laboral, según fuentes cercanas al encuentro.
En él, el PP también se pidió el apoyo a Lucas Hernández, actual director general de Caja Duero, para que ocupara este mismo cargo en la futura entidad que surja de la fusión con Caja España.
Sin embargo, esta propuesta no tuvo el apoyo total del PSOE, cuyos dirigentes mostraron "dudas" de la viabilidad de ese nombramiento, toda vez que en dos meses cumplirá la edad de jubilación, según han reconocido algunos asistentes a la reunión.
Pero las conversaciones en privado entre directivos de las cajas y los sindicatos continúan, con la intención de que las líneas rojas marcadas por las dos partes "se flexibilicen", según fuentes sindicales.
Hasta ahora se han asumido porcentajes del 80 por ciento del salario bruto para las prejubilaciones, incluyendo la aportación al plan de pensiones, o el 90 por ciento sin aportación.
Además, está muy avanzado un acuerdo sobre la movilidad geográfica y respecto a la homologación de los puestos de trabajo de las dos cajas, aunque UGT, la parte más crítica en la negociación, sigue en su idea de no firmar el acuerdo laboral condicionado.