Empresas y finanzas

Enfado empresarial: "Con el alza del IVA perdemos todos"

Imagen: Corbis.

La reforma de julio encarecerá los precios y obligará a muchos empresarios a realizar nuevos sacrificios para no perder aún más ventas.

Unos empresarios, los del sector turístico, tan sensibles al precio, se muestran convencidos de que tendrán que comerse parte de su margen de negocio para no subir tarifas y seguir siendo competitivos. Otros, reconocen que no tendrán más remedio que cambiar etiquetas, poner sus productos más caros e imputar la subida del IVA, a partir de julio, a sus clientes. Dicen que llevan bajando precios desde que empezó la crisis y que no pueden seguir.

Todos perdemos

En cualquier caso, todos pierden. O perdemos porque, a juzgar por lo que opinan empresarios, consumidores y organismos independientes, la reforma del impuesto indirecto que aplicará a mediados de año el Gobierno, no es buena para nadie. Los últimos en decirlo, la OCDE, que achacan a esta medida el frenazo en el crecimiento que expermientará nuestra economía (del -0,1% del segunto trimestre al -0,2% del tercero). Sólo pasará en España y a consecuencia de que el consumo se resentirá de la subida de precios.

El presidente de la Confederación Española del Comercio, Miguel Ángel Fraile, cree que los segmentos más afectados y en los que veremos compras anticipadas hasta que llegue julio son equipamientos para el hogar, automóvil y vivienda, donde la subida será mucho más acusada. Cree que los empresarios seguirán esforzándose por no subir demasiado los precios, pero que inevitablemente se notará: "En alguna parte de la cadena de intermediarios, transportistas, combustible... se imputará la elevación del IVA".

Y es que la subida del impuesto indirecto afectará a partir de julio a casi todo. El café de la mañana, el menú del día o comer a la carta pasan de soportar un 7 a un 8%. Igual que viajar en tren o enviar un paquete, alojarse en la habitación de un hotel u organizar un evento en una de sus salas. En mayor proporción, del 16 al 18% por ciento, sube el gravamen de una camisa, por ejemplo, y también el de un CD de música o un servicio estético. Comprar una vivienda nueva o un coche, supondrá pagar un 8%.

¿Bajar el IVA en el sector turístico?

Como reflexión general, explica Antonio Lence, gerente de la cadena de restauración Viena Capellanes, "cualquier clase de subida en los precios supone una desmotivación del consumo". Cree que no se va en la dirección correcta y que en estos momentos se necesita una medida que estimule el consumo, como la aplicada en Francia, diametralmente opuesta a la que pretende el Ejecutivo español: allí se bajaron los tipos del IVA relacionados con el turismo, del 19,6 al 5,5%.

¿Qué cree que pasará en su sector? "De momento se prolongará el actual estancamiento de la facturación, después de dos años consecutivos en los que hemos tenido que congelar precios", admite Lence.

Competitividad

Hemos hablado con propietarios de empresas, directores generales, gerentes... y la opinión es generalizada. "En un sector tan sensible al precio final como el nuestro, no nos queda otra alternativa que asumir casi en su totalidad la subida para mantener los precios", declara Daniel González, director del hotel Axor Feria, en Madrid. "Si subimos las tarifas perderemos competitividad en el segmento de congresos con respecto a otros países europeos con plantas hoteleras tan buenas como la nuestra", continúa. Y si hablamos del turista de vacaciones, más de lo mismo: "En este caso, perdemos frente a destinos emergentes. No es una exageración si digo que con la última caída generalizada de precios, estamos en el límite en cuanto a margen de negocio".

El dilema es recurrente en el sector: ¿subir precios o comerse margen de negocio? Antonio Núñez Pardo, responsable de un grupo de restauración que incluye al céntrico Hotel Santo Domingo de Madrid, resume el escenario planteado al empresario a partir de julio. "Voy a ser más caro para mi cliente final". Y si la respuesta del Gobierno es que deben apretarse el cinturón, dice, "el próximo, va a ser el de la mortaja, porque llevamos seis meses haciéndolo". En su caso, llevan meses de ajustes de costes y personal, pero el mensaje que les llega con esta subida de impuestos es que "nuestro esfuerzo no vale de nada", añade. Y aunque entiende que ahora "hay que sacar dinero de las piedras", no parece "muy inteligente penalizar el consumo en un momento en el que se ha retraído".

Afectará al comercio general

La subida del IVA ataca también al comercio en general, al que se aplica en la mayor parte de los casos el tipo general del 16% (que subirá al 18%). El propietario de las tiendas Muji en España, Joaquim de Toca, explica el encaje de bolillos que les tocará hacer de cara a julio para reetiquetar las casi 2.000 referencias que poseen de todo tipo: desde un bolígrafo hasta un sofá pasando por prendas de ropa y accesorios de baño y cocina. Cree que de forma inevitable "subirán los precios". De lo contrario, "habrá que considerar un 2% como pérdidas y tal y como están las cosas no creo que ningún empresario se lo pueda permitir". Aplicar el nuevo IVA en los precios no será fácil: "Unos productos subirán, pero otros no; por ejemplo, si un bolígrafo cuesta un euro, no se pondrá a 1,02, es ridículo, pero si algo cuesta 100, se pondrá a 105, por ejemplo y así compensaremos", explica.

Pocos empresarios encuentran alguna ventaja, si es que la hay, más allá de la puramente recaudatoria. Por el contrario, "es una decisión que va en contra de la empresa minorista, la que trata con el consumidor final", afirma tajante Antonio Costa, gerente de la compañía Ch Colección Hogar Home, de textil y decoración. Es una regla de oro, continúa, "que si algo está a 11 y no a 10, se venderá menos".

En su caso, comenta que les tocará "trabajar duro con todas las variables que les permitan vender más sin repercutir la subida de impuestos en el precio". Por ejemplo: acciones de marketing, mucha rotación de productos para aumentar el atractivo de la mercancía, atacar más si cabe el margen para abaratar precio...

Estrategia desmontada

José Antonio Altolaguirre, director general de No + Vello, compañía de estética que cuenta con una cadena de 500 centros, confirma que en su caso no van a "desmontar la estrategia de precios en la que basan su negocio": una tarifa plana de servicios de depilación a 30 euros. Y está convencido de que no serán los únicos, "lo cual va a enmascarar la subida impositiva". ¿Qué hacer entonces ante un incremento del IVA que para este sector supone dos puntos porcentuales? "A menor margen, o se destruye empleo o se intenta buscar más clientes; nosotros vamos a optar por lo segundo".

El impacto, en cualquier caso, es negativo para un sector tan pegado a los márgenes como el textil. Borja Oria, en su calidad de presidente de la patronal Acotex pero también consejero de la cadena Musgo, llama la atención sobre el hecho de que la subida del IVA llega en pleno periodo de rebajas. Han hecho llegar una consulta al Ministerio de Economía acerca del etiquetaje: ¿hay que cambiarlo, bastará con carteles informativos o con imputar la subida en caja?

El impacto en cualquier caso es negativo. Javier Paniello, director de Expansión de la firma Createsse, dedicada a la bisutería, piensa no obstante que la bajada de precios es ya una realidad en el mercado. "Desgraciadamente, y aunque digan lo contrario, nos acercamos mucho a un escenario deflacionista y la subida del IVA no va a aportar nada nuevo".

Selección natural

Y si a la crisis generalizada del inmobiliario le unimos la subida del 7 al 8% que gravará a partir de julio la nueva vivienda, pocas vías de escape quedan para un sector en caída libre. "Se producirá una selección natural entre las promotoras y sólo quedarán las más profesionalizadas", sostiene Carmen Escribá, presidenta del Grupo Gaudir. En su caso, han optado por diversificar, buscar nuevos segmentos como el de la decoración de interiores y nuevos mercados como Oriente Medio. Para ella, la subida del IVA es una medida recaudatoria y acometida con urgencia y para la que no se ha tenido muy en cuenta su trascendencia.

Y el IVA también es la puntilla para un sector como el del automóvil, acosado y salvado in extremis gracias a la renovación de las ayudas del plan 2000E.

El presidente de la patronal Ganvan, Juan Antonio Sánchez, señala que esos 500 euros de media que subirán los coches en julio "no pueden ser asumidos por los concesionarios" que están ya vendiendo "a precio de coste". Se trata, en su mayoría, de pymes que no pueden seguir soportando la caída de márgenes, que difícilmente pueden seguir pagando nóminas y que se verán abocados al cierre, explica.

Ni una sola ventaja, en suma, para los empresarios que cada mañana suben la persiana.

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