Empresas y finanzas

Obama irrita a las empresas con sus políticas y su lenguaje

WASHINGTON (Reuters) - El presidente Barack Obama ha hecho de la lucha contra el desempleo su principal prioridad el 2010, pero las empresas que son clave para la generación de empleos en Estados Unidos se muestran inseguros acerca de sus políticas, e irritados a veces, por este lenguaje.

Tras presidir un plan de estímulo económico de 787.000 millones de dólares, rescates bancarios y a automotrices, el presidente demócrata rechaza los argumentos de que su Gobierno es poco amigable con las empresas.

Pero sus duras palabras sobre las prácticas de Wall Street y los altos bonos cogieron a muchos ejecutivos por sorpresa.

Obama, aunque trata de no alejar a los líderes empresariales cuyo apoyo necesita para impulsar a la economía, ha buscado capitalizar la ira de los votantes por las grandes ganancias de los bancos.

Los demócratas quieren presentar el tema antes de las elecciones del Congreso en noviembre, momento en que se espera que los republicanos logren asientos en el Congreso.

"Se escucha a funcionarios del Gobierno hablar muy favorablemente acerca de los negocios y queriendo estimular las condiciones de negocios y luego, en otros momentos, su lenguaje es muy duro", dijo Cam Fine, jefe de la Comunidad Independiente de Banqueros de Estados Unidos.

El ejecutivo destacó, sin embargo, que había visto propuestas favorables a su industria transformarse en legislación.

"GATOS GORDOS"

La referencia de Obama a algunos presidentes ejecutivos en Wall Street como "gatos gordos" fue un ejemplo de una desafortunada elección de palabras, agregó Fine.

Valerie Jarrett, una de las principales asesoras de Obama y mediadora en la Casa Blanca con el mundo corporativo, dijo que ese comentario y otros parecidos no se referían al mundo empresarial como un todo.

"Creo que algunos comentarios que estaban dirigidos directamente a unos pocos fueron interpretados más ampliamente de lo que se pretendía", dijo a Reuters, declinando nombrar a algunas de las firmas o ejecutivos a los que se habría referido el presidente.

"Somos muy pro negocios. Queremos fomentar y crear un ambiente aquí en Estados Unidos donde las compañías quieren invertir y crecer y crear empleos, pero también queremos asegurarnos de que hay reglas en su lugar para que los excesos del pasado estén controlados", agregó.

Funcionarios de Gobierno señalaron como evidencia que las políticas de Obama, al menos las que no están atrapadas en el Congreso, están funcionando.

La economía estadounidense reanudó su crecimiento el año pasado después de cuatro trimestres seguidos de contracción, pero el desempleo aún está cerca de los dos dígitos y se han perdido 8,4 millones de empleos desde el inicio de la recesión en diciembre del 2007.

Pero las políticas que no han sido implementadas son las que los líderes empresariales dicen contribuyen a la incertidumbre que hace que sea más difícil planear y generar empleos.

Los costes potenciales de la legislación de salud, aspectos de la reforma regulatoria financiera y las preguntas acerca de las intenciones de Obama sobre las tasas tributarias corporativas son todas motivo de alta preocupación.

INCERTIDUMBRE

Los republicanos se están preparando para las elecciones del Congreso en noviembre que podrían cambiar el equilibrio de poder, diciendo que sus ideas políticas son más efectivas para hacer funcionar los negocios.

La sorprendente victoria de un republicano en una elección realizada en Massachusetts el mes pasado terminó con la mayoría demócrata en el Senado y paralizó las iniciativas en salud de Obama.

Jarrett dijo que el Gobierno había tomado medidas para tratar el temor a los impuestos corporativos con su presupuesto actual.

"Hay un agregado de 70.000 millones de dólares en recortes fiscales para las empresas, que se traduce en una reducción del 10 por ciento en la tasa de impuestos corporativa", dijo. "Cuando le decimos eso a las empresas, a veces se sorprenden".

Obama, que se reunió varias veces con altos ejecutivos en la Casa Blanca en el último año, sabe del argumento de la "incertidumbre", y le dijo a la prensa la semana pasada que los legisladores de ambos partidos debían tratar el tema.

Carol Browner, la principal asesora de Obama en temas de energía y políticas climáticas, dijo que se reunía periódicamente con presidentes ejecutivos por el tema que algunas corporaciones mencionan como un gran temor: que la legislación ponga un tope a las emisiones de gases industriales de efecto invernadero.

"A las empresas siempre les gusta la predictibilidad y la certeza y muchos altos ejecutivos nos han dicho que una vez que tengamos la reforma de energía integral, entonces podemos seguir y empezar a hacer inversiones de capital que crearán empleos a nivel nacional", dijo Browner en entrevista con Reuters Insider.

La Casa Blanca ha logrado llegar a los republicanos presionando por mayores inversiones en energía nuclear y avanzando con una serie de políticas que son favorables a las pequeñas empresas.

Pero con el duro lenguaje de Obama sobre los bonos en Wall Street aún molestando, algunos observadores sienten que las grandes corporaciones fueron tratadas de modo distinto por el Gobierno que las pequeñas.

WhatsAppFacebookFacebookTwitterTwitterLinkedinLinkedinBeloudBeloudBluesky