
El gigante asegurador francés multiplicó casi por cuatro sus resultados en 2009 tras capear los peores efectos de la crisis y sanear sus actividades estadounidenses. Según ha informado hoy, su beneficio neto de 2009 creció a 3.610 millones de euros, frente a los 923 millones de euros que obtuvo un año antes. Además, ha superado las previsiones de los analistas, que de media esperaban unas ganancias de 2.970 millones de euros.
Los ingresos cayeron a 90.120 millones de euros, una cantidad un 1,2% inferior a los 91.220 millones del año anterior, mientras que el ratio de solvencia del grupo ascendió al 171% a diciembre, por encima del 138% marcado en junio.
Por otra parte, la aseguradora gala cifró en 600 millones de euros su exposición a Grecia.
"Nuestra prioridad para 2010 será enfocarnos en la optimización de márgenes en todas las líneas de negocio, con una mejora de la composición del negocio en seguros de vida, la ratio combinada en propiedad y seguros personales y las entradas netas en la gestión de activos", señaló en un comunicado el presidente de la copañía, Henri de Castries.
AXA anunció que pagará un dividendo de 0,55 euros por acción, un 38% por encima del que abonó el año anterior.