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Economía/Motor.- El buen estado de los amortiguadores repercute sobre la seguridad en la conducción, según un estudio

MADRID, 29 (EUROPA PRESS)

Un estudio promovido por el Gabinete de Estudios para la Seguridad del Automóvil de los Fabricantes de Amortiguadores (Gesafa) y realizado por Applus+ Idiada, con la colaboración del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, refleja que el buen estado de los amortiguadores del vehículo repercute de forma directa sobre la seguridad de conducción.

El informe, denominado 'Evaluación dinámica de vehículos con diferentes amortiguadores', tiene la intención de demostrar y cuantificar la influencia de unos amortiguadores en mal estado sobre la seguridad activa del vehículo, así como en la pérdida de control sobre el mismo. Estas pruebas se han realizado sobre suspensiones nuevas, así como en otras con 65.000 y 95.000 kilómetros.

De esta forma, las pruebas realizadas ponen de manifiesto que, a pesar de que la distracción, la somnolencia y la velocidad son las principales causas de siniestralidad, el mal estado de unos amortiguadores puede influir de forma decisiva en la seguridad activa de los vehículos.

Así, la principal función de estos dispositivos es establecer el equilibrio entre la seguridad y la comodidad. Por ello, permiten evitar las vibraciones y rebotes de un vehículo cuando circula por calzadas irregulares y sirve para mantener al coches adheridos al suelo en todo momento.

Sin embargo, el documento informa de que el desgaste de las piezas o el inadecuado mantenimiento de las mismas "resultan fatales" para la conducción, puesto que provocan la pérdida de control del vehículo y como consecuencia el riesgo de sufrir un accidente.

RIESGOS MAS COMUNES.

En esta línea, el estudio indica que uno de los riesgos más comunes de unos amortiguadores desgastados es la vibración al volante, puesto que si estos sistemas están defectuosos "producen un bamboleo constante en el volante, debido a que las ruedas rebotan constantemente, pudiendo incluso despegarse de la carretera".

Además, el mal estado de las suspensiones provoca, a su vez, un deterioro excesivo de los neumáticos, reduciendo su vida útil en hasta un 20%, además de un incremento de la distancia de frenado. Así, un vehículo que circula a cien kilómetros por hora puede ver aumentado su espacio de frenada en hasta tres metros y en cinco metros si usa ABS.

Otra de las consecuencias de un mal mantenimiento de los amortiguadores, es el balanceo excesivo en las curvas y virajes bruscos, al tiempo que aumenta la posibilidad de sufrir el efecto 'aquaplanning', cuya causa es la mala adherencia a la calzada en condiciones de lluvia.

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