Ignacio Ortega
Moscú, 28 mar (EFECOM).- La troika de la Unión Europea (UE) se reunió hoy en Astaná, capital de Kazajistán, con los cancilleres de los cinco países de Asia Central en busca de una alternativa al gas y petróleo rusos.
"La política energética de la UE radica en que es necesario diversificar tanto las rutas de transporte como los países suministradores", aseguró Frank-Walter Steinmeier, ministro alemán de Asuntos Exteriores.
Precisamente, Alemania, país que ejerce actualmente la presidencia de turno, es el gran impulsor de la iniciativa, sin precedentes en la Unión, de trazar una estrategia de acercamiento a esta región, que acoge ingentes reservas de hidrocarburos.
La UE tiene previsto aprobar esta nueva política hacia Asia Central para el período 2007-2013 en la cumbre de junio próximo, "inversión a largo plazo", según Steinmeier, que incluiría unos 700 millones de euros en ayuda al desarrollo.
Bruselas confía en que esta región satisfaga para 2030 una quinta parte de sus necesidades energéticas, fecha para la que se espera que la UE importe un 70 por ciento de la energía que consume.
Steinmeier aseguró la lejanía de Asia Central de las tradicionales redes de conductos energéticas y de las rutas de transporte marítimas impidieron en el pasado la explotación de sus recursos.
La respuesta fue positiva y el jefe de la diplomacia kazaja, Marat Tazhin, aseguró que la troika y los titulares de Exteriores de los cinco países centroasiáticos -Kazajistán, Uzbekistán, Turkmenistán, Kirguizistán y Tayikistán-, han acordado celebrar, a partir de ahora, reuniones ministeriales de "manera periódica".
Rusia satisface actualmente el 40 por ciento de las importaciones de gas de la UE, porcentaje que no hace sino aumentar, lo que coloca a la economía comunitaria a merced de los caprichosos vaivenes de situación política rusa, como quedó demostrado en los conflictos con Ucrania y Bielorrusia.
Pese a las críticas de algunos eurodiputados, Bruselas parece estar incluso dispuesta a obviar los dudosos historiales de los países de la región en materia de derechos humanos con el fin de granjearse su apoyo para la puesta en marcha de varios ambiciosos proyectos energéticos.
Alemania, el país que más depende de los suministros rusos, es consciente de que la carrera es contrarreloj, ya que otra economía sedienta de energía, China, ha forjado en los últimos dos años acuerdos estratégicos con todos y cada uno de los países de la zona.
Sin duda alguna, el país clave en la estrategia comunitaria es Kazajistán, ya que además de estar bañado por el mar Caspio, es limítrofe con Rusia y Turkmenistán, otro de los países clave en la estrategia energética de la UE.
A cambio de reformas democráticas, prometidas recientemente por el presidente kazajo, Nursultán Nazarbáyev, Bruselas está dispuesta a apoyar su candidatura para asumir en 2009 la presidencia de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).
"Pienso que sería un paso adelante muy importante. Existe una oportunidad muy buena de que por primera vez un país centroasiático asuma la jefatura de la OSCE", aseguró hoy Benita Ferrero-Waldner, comisaria de Relaciones Exteriores.
Otro de los focos de atención de la estrategia energética de la UE es Turkmenistán, quinto productor mundial de gas y que parece haber dejado atrás la era de incertidumbre que caracterizó a Saparmurat Niyázov, dictador turkmeno fallecido en diciembre pasado.
La llegada al poder de un nuevo presidente, Gurbanbulí Berdimujammédov, ha creado muchas expectativas en el seno de la UE, que espera que éste escuche la oferta de tender un gasoducto hacia el norte (Kazajistán) y de allí, a través del Caspio, hasta los mercados europeos, eludiendo territorio ruso.
Este proyecto, conocido como Gasoducto Transcaspio, debería enlazar los yacimientos de gas centroasiáticos con el gasoducto Bakú-Tiflis-Erzerum, promovido por Estados Unidos.
De ello depende en gran medida la viabilidad del proyecto Nabucco (Turquía-Bulgaria-Rumanía-Hungría-Austria), con el que compite Rusia con su proyecto Blue Stream.
Actualmente, Turkmenistán depende hasta 2009 de la corporación rusa Gazprom para la exportación del gas con destino a Europa, por lo que Berdimujammédov podría estar interesado en otras alternativas.
No obstante, antes de aprobar el proyecto del Transcaspio es necesario resolver el problema del estatuto del Mar Caspio, en lo que aún no se han puesto de acuerdo los países ribereños (Rusia, Irán, Kazajistán, Azerbaiyán y Turkmenistán).
El Instituto de Investigaciones Estratégicas de Kazajistán estima en unos 30.000 millones de barriles de crudo las reservas del Caspio, además de cinco billones de metros cúbicos de gas, cifras que convertirían al Caspio en la alternativa ideal para Oriente Medio.
En todo caso, toda la estrategia comunitaria se iría a pique sin contar con Azerbaiyán, que ingresó más de 3.000 millones de dólares el pasado año por las exportaciones de crudo, y es el país clave a la hora de evitar a Rusia.
La Canciller alemana, Angela Merkel, se manifestó en febrero pasado a favor de una mayor cooperación económica con Azerbaiyán durante su reunión en Berlín con el presidente de este país caucásico, Ilham Alíyev.EFECOM
io/jj
Relacionados
- Clos apuesta por el carbón sin emisiones de CO2 como alternativa al petróleo
- RSC.- Los biocarburantes como alternativa al petróleo, a debate mañana en las Conferencias Intereconomía en Madrid
- RSC.- Los biocarburantes como alternativa al petróleo, a debate el próximo 30 de enero en las Conferencias Intereconomía
- RSC.- Los biocarburantes como alternativa al petróleo, a debate el próximo 30 de enero en las Conferencias Intereconomía
- Miranda: la electricidad es la alternativa al petróleo