París, 27 mar (EFECOM).- El actual "número uno" de Total, Christophe de Margerie, procesado por corrupción de funcionarios extranjeros y malversación en un contrato con Irán, había informado a sus superiores en la petrolera francesa de los detalles de la negociación cuando él la había dirigido en 1995-96.
Estos son algunos de los puntos publicados hoy por "L'Est Républicain" de la declaración hecha al juez la semana pasada por De Margerie, que en el momento de los hechos era director de Total para Oriente Medio y como tal negoció el contrato conocido como de South Pars en Irán.
"Consideramos que para la operación South Pars en Irán, tenía que ayudarnos un grupo de personas, un 'lobby' (grupo de presión)", explicó al juez instructor Philippe Courroye el actual director general, que precisó que su contacto fue Bijan Dadfar, al que acompañaban otras personas a las que no quiso identificar.
De Margerie calificó a Dadfar, un empresario con el que se había reunido por primera vez en 1993, y a los otros miembros del grupo, como "facilitadores", e indicó que "esa gente nos proponía desarrollar nuestro negocio en Irán".
Comentó que hubo varios encuentros entre Dadfar y él, que discutieron del contrato y que fue el hombre de negocios iraní el que propuso utilizar la estructura Baston, una filial de Crédit Suisse y domiciliada en las Islas Vírgenes, un paraíso fiscal.
El actual director general de Total señaló que durante esas negociaciones en 1995-96 daba cuenta de su acción al entonces "número uno" de la empresa, el presidente Thierry Desmarest.
"Le dije que en el marco de este contrato de 4.000 millones de dólares, si queríamos tener una oportunidad de avanzar, máxime en un contexto político difícil tanto en Irán como en Estados Unidos, había que tener ayuda", según los fragmentos de su declaración judicial.
Comentó que dijo a Desmarest que "los pagos en este contrato se tendrían en cuenta en los cálculos económicos que permiten determinar la rentabilidad del contrato para Total así como en la transparencia que habría en los pagos para nosotros".
De Margerie reconoció que conocía a Mehdi Hashemi Rafsanjani, hijo del ex presidente iraní, pero no que tuviera vínculos con Dadfar.
Indicó que le habían presentado a Rafsanjani como responsable de una empresa de servicios que respondía a una licitación para participar a la construcción de los proyectos de Total en Irán, pero aseguró desconocer cuánto se le había pagado y cuáles eran las funciones exactas del hijo del ex presidente.
Según los elementos inculpatorios, Total pagó 38 millones de dólares en una cuenta bancaria suiza a unos intermediarios para hacerse con un contrato en 1997 en Irán de un monto de unos 4.000 millones de dólares.
Aunque los investigadores sospechan que las comisiones de este episodio se elevaron a 100 millones de dólares, sólo han encontrado huellas de esos 38 millones y no saben qué fue del resto del dinero. EFECOM
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