La guerra en Repsol se hace más evidente. Los tres representantes de Sacyr en el consejo de administración de Repsol han decidido no acudir a la reunión que convocó Antonio Brufau el pasado miércoles para expresar su protesta por la forma en la que se convocó, según ha podido saber elEconomista.es.
Repsol ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que el consejo, sin la participación de los representantes de Sacyr, ha decidido ratificar por unanimidad la gestión del presidente y confirmarle "plenamente" en sus funciones.
Además, según el comunicado, el consejo declara "rechazar cuantas actuaciones pretendan desestabilizar la gestión de la compañía, así como recordar el carácter imperativo de los principios de Gobierno Corporativo asumidos por la compañía".
Los consejeros que no han acudido son Luis Del Rivero, presidente de Sacyr y que ocupa la vicepresidencia primera de la petrolera, Juan Abelló y José Manuel Loureda. La decisión de no asistir a este encuentro se acordó por "unanimidad" por parte del consejo de administración de Sacyr.
La constructora, que es el principal accionista de Repsol con un 20%, ha chocado en varias ocasiones con la gestión de Brufau, especialmente con el caso de la reducción del dividendo. Precisamente, el presidente de Repsol puso como orden del día del consejo de hoy la ratificación de su cargo y su gestión por parte del consejo.
Del Rivero alardeaba de que iba a quitar a Brufau
El presidente de Sacyr, Luis del Rivero, tiene un sueño: quiere el sillón de Antonio Brufau. Así lo ha ido gritando a los cuatro vientos, al menos en los últimos meses, tanto en bancos de inversión como en círculos reducidos.
En medios sociales y empresariales, Del Rivero no ha escatimado en comentarios sobre sus discrepancias con el presidente de la petrolera. Es más, el ejecutivo murciano ha llegado a asegurar en privado que "en la primavera Brufau ya no estaría en la presidencia de Repsol (REP.MC)".
Rápidamente, su 'candidatura' comenzó a correr como la pólvora en medio Madrid. El propio Del Rivero se encargó de que así fuera. El ejecutivo murciano entendía que sus decisiones deberían tener más peso en el seno de Repsol por ser el mayor accionista y añadía que en caso de que no estuviera de acuerdo con la gestión podría incluso tomar el mando y nombrar un presidente o un ejecutivo, al igual que hizo La Caixa, cuando con un 12,5% del capital eligió a Brufau. Del Rivero parece que no tuvo en sus cálculos el respaldo cerrado que al menos hasta el momento le ha brindado La Caixa a su ex director general.
Sacyr (SYV.MC) se ha quejado en los últimos dos meses sobre la forma de dirigir la compañía que tiene Brufau -muy presidencialista- y le acusa de no respetar al primer accionista lanzándole ataques en una visita a Brasil.
En el fondo de esta guerra, no obstante, tanto bancos de inversión como analistas y sindicatos, consideran que hay un claro intento por parte de Sacyr de rebajar su asfixia financiera utilizando los activos de la petrolera, una opción que Brufau no está dispuesto a tolerar y para la que cuenta con el apoyo de La Caixa, los sindicatos, los accionistas minoritarios y los socios argentinos.
Las perlas del presidente de Sacyr sobre Brufau han llegado incluso a deteriorar la relación personal entre ambos y Del Rivero se ha llegado a referir sobre el presidente de Repsol como su "empleado" en un encuentro privado que tuvo lugar con motivo de la visita de una autoridad argentina.
Hay que recordar que el presidente de la constructora -que ya intentó en su momento el asalto al BBVA y a Eiffage y fracasó en todos ellos- ha querido mandar en la petrolera desde que entró en 2006. Llegó incluso a plantearse la posibilidad de lanzar una oferta de compra por Repsol, pero no logró la financiación necesaria al no concitar la confianza suficiente en el mercado, ni en su gestión. De hecho, incluso ahora varios informes de analistas han mostrado su férrea oposición a una hipotética toma de la presidencia por parte de Luis del Rivero.