El presidente de Repsol, Antonio Brufau, somete este viernes su gestión a la valoración de los miembros del Consejo de Administración de la petrolera con el fin de que sus máximos accionistas pongan sobre la mesa posibles discrepancias con sus decisiones, hasta ahora manifestadas a través de la prensa.
Según informó recientemente el propio Brufau, por el momento, todos los acuerdos adoptados en el seno del Consejo han sido por unanimidad, incluso cuando aprobó recortar el dividendo a cuenta de 2009 en un 19%.
Polémica en los medios
Esta decisión, adoptada el 25 de noviembre, estuvo precedida de gran polémica en los medios de comunicación, que en algunos casos apuntaban a que el máximo accionista de la compañía, Sacyr Vallehermoso (SYV.MC) -acuciado por la deuda que soporta principalmente por haber entrado en Repsol (REP.MC)-, reclamaba a la petrolera mantener o aumentar la retribución al accionista.
Desde entonces, parecía que la calma se había instaurado en el seno de Repsol, aunque ésta se vio rota después de que varios medios publicaran el miércoles que los dos accionistas principales de Repsol, Sacyr y La Caixa estudiaban buscar un sustituto para Brufau por estar en desacuerdo con su gestión.
Ante estas especulaciones, nunca confirmadas oficialmente ni por la constructora ni por la caja, Brufau convocó una reunión extraordinaria del Consejo para que sus miembros se pronuncien sobre su gestión y, en su caso, le ratifiquen en el cargo.
Fuentes del sector explicaron que si el directivo se ha decidido a dar este paso es porque confía en salir reforzado de la reunión y porque cuenta de antemano con apoyo suficiente.
Por su parte, los analistas consultados entienden que la convocatoria servirá para despejar las dudas existentes en torno al futuro de la petrolera.
Posible abstención de Sacyr
Pese a que el mercado considera que Brufau salvará el trámite, como se desprende del hecho de que las acciones de la petrolera no han retrocedido en bolsa, se mantiene la incógnita sobre el sentido de la votación de los representantes de Sacyr y La Caixa, entidades que han rehusado manifestar oficialmente cuál será su postura.
No obstante, mientras desde Sacyr se han limitado a afirmar que no comentan los asuntos que atañen al Consejo de Administración, fuentes de La Caixa apuntaron que "siempre han mantenido una posición de apoyo a las propuestas que la dirección de Repsol ha presentado" ante el organismo.
Entre las opciones más barajadas por los expertos destacan una posible abstención por parte de los consejeros de Sacyr y el voto a favor por parte de los representantes de La Caixa.
El máximo órgano de dirección de Repsol cuenta con 16 asientos, de los que tres están ocupados por Sacyr -Del Rivero, Juan Abelló y José Manuel Loureda-; ocho por consejeros independientes, dos por representantes de La Caixa y uno por la mexicana Pemex.
Desde fuera del organismo, han expresado su apoyo a la gestión de Brufau el grupo Petersen, socio de Repsol en la petrolera argentina YPF; y la Asociación Española de Accionistas Minoritarios (AEMEC).
El presidente de Sacyr Vallehermoso, Luis del Rivero, ha manifestado públicamente estar en desacuerdo con algunas de las decisiones de Brufau, quien, a su vez, ha afirmado que el Plan Estratégico de Repsol es la "Biblia" y, por tanto, debe ser respetado al máximo.
Entre éstas decisiones objeto de disputa, estarían las recortar un 19 por ciento el dividendo a cuenta, no vender la argentina YPF a pesar de haber recibido ofertas por parte de compañías chinas, mantener millonarias inversiones a pesar de la crisis o no deshacerse de activos no estratégicos para rentabilizar la empresa.