
A las compañías que conforman el principal índice español les quedan muchos proyectos pendientes para este año. Conozca cuáles son los retos que tienen por delante estas sociedades.
Este ejercicio se presenta como el año más decisivo para las compañías españolas de las últimas décadas. No sólo porque puede marcar el punto de inflexión en la caída de los resultados después de dos duros años por la crisis crediticia, sino porque algunos proyectos empresariales verán la luz en los próximos meses y colocarán a las sociedades españolas entre los grandes gigantes de su sector, como podría ocurrir si finalmente Iberia se une con British Airways a finales del verano.
La consolidación del sector bancario, que todavía tiene que depurar algunos de los excesos inmobiliarios y de crédito, será determinante para el Ibex 35 ante el alto peso que tienen las entidades financieras en el índice -suponen más de un 40 por ciento del selectivo-. Además, las grandes compañías del parqué, como Telefónica o Abertis, tienen la suficiente capacidad financiera para realizar alguna que otra adquisición ante los bajos precios a los que cotizan algunas de sus homólogas mundiales, lo que también les daría fortaleza ante una posible continuación de la crisis.
El nuevo año también estará marcado por los movimientos corporativos del sector audiovisual -se espera que la fusión entre Telecinco y Cuatro esté cerrada en el tercer trimestre del año-, sin embargo todavía queda por definir qué pasará con Antena 3 y La Sexta.
Todo esto quedará envuelto por el devenir de la economía española, que podría arrojar alguna nota negativa a lo largo de 2010, aunque la alta exposición de las empresas cotizadas a Latinoamérica -un tercio de los beneficios procede de la zona- podría servir de colchón.
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