Demasiado caro. Es el motivo que ha llevado a Ferrovial a desistir de comprar Cory, la empresa británica de gestión de residuos que transporta la basura de Londres en barco, por el Támesis. Ayer caducaba el plazo para presentar la ofertas definitivas, cuyo punto de partida ronda los 600 millones, como adelantó elEconomista en enero.
Esta cifra permitirá a la firma de capital riesgo Montagne doblar los 302 millones de euros que pagó por Cory. Un amplio margen de ganancia que no convence a Ferrovial.