La fuerte caída del consumo en España vuelve a pasar factura a El Corte Inglés. Aunque el gigante de la distribución española está sorteando mejor que el resto de su sector la grave situación por la que atraviesa la economía española, su previsión apunta a que las ventas caerán este año un 6%, casi el doble que en 2008, cuando disminuyeron un 3,5%.
El principal problema para el grupo es que si las expectativas se cumplen, su beneficio podría sufrir además un recorte aún más drástico. El año pasado, de hecho, con una caída de ingresos mucho menor, el resultado se redujo un 46%, debido a la bajada de precios y a los planes de financiación para los clientes que se tuvieron que llevar a cabo.
El Corte Inglés ha anunciado esta caída de las ventas en el contencioso que tenía en la Audiencia Nacional con UGT y CCOO para lograr sacar adelante la modificación de los horarios de 40.000 trabajadores con el objetivo de ajustar los turnos a la demanda. "El Corte Inglés, al igual que las demás empresas del sector, está afectada por la fuerte contracción de la economía española, que ha provocado un grave descenso en el consumo privado", asegura la compañía en sus alegaciones ante el juez.
Medidas "razonables"
Y aún hay más. Según el grupo que preside Isidoro Álvarez, la caída de ventas será este año mayor, "sin que dicha situación se haya visto aliviada, hasta la fecha, por la introducción de líneas blancas, así como por una fuerte contención del gasto". La buena noticia, por ahora, es que pese al frenazo de las ventas, la inversión sigue creciendo con fuerza. En 2008 se destinaron 1.827 millones a nuevas aperturas y reforma de locales y, salvo sorpresa, este año podría repetirse la cifra.
Ante el desplome generalizado del consumo, la Audiencia Nacional ha permitido que la empresa pueda modificar los horarios laborales, vigentes desde 1995. La sala de lo Social considera que las medidas adoptadas por el líder de la distribución española son "razonables" y "proporcionadas" para fomentar su competitividad en un "momento difícil".
"Supone un sacrificio menor respecto al que podría haberse producido y asegura la pervivencia del empleo, que constituye uno de los bienes más preciados en el momento actual", señala la sentencia de la Audiencia Nacional, a la que ha tenido acceso elEconomista.
La idea de El Corte Inglés, que consigue con todo ello salvar el empleo, es incrementar el ritmo de trabajo, tanto a diario, especialmente por las tardes y fines de semana, como en los periodos en los que hay mayor afluencia de clientes, introduciendo las llamadas jornadas de máxima actividad, en épocas como la campaña de Navidad, Reyes o las rebajas. Fuentes de la Federación de Comercio de CCOO insisten, sin embargo, en que "la sentencia permitirá que haya 36 jornadas de nueve horas y 22 de ocho horas y media, con lo que, en la práctica, se da vía libre a las semanas de hasta 50 horas laborales".
Acuerdo con sindicatos
Pero la Audiencia es tajante. Además de las necesidades de ajustar la plantilla por la caída de las ventas, el juez recuerda también que la modificación es completamente legal porque hay un acuerdo firmado entre la empresa y los dos sindicatos mayoritarios en su plantilla: Fasga y Fetico.
De hecho, y por si fuera poco, el convenio colectivo aprobado ya por la patronal Anged y los sindicatos avalaba ya este cambio. Anged modificó el convenio para ajustarlo a una sentencia del Tribunal Supremo y otra previa de la Audiencia por la que se obligaba a las empresas a que no acumularan el descanso diario al semanal, con lo que cada trabajador podía disfrutar de 1,5 días seguidos de libranza.