Empresas y finanzas

El valor de las marcas suizas se dispara

Mar Gonzalo

Ginebra, 22 feb (EFECOM).- El valor de las cincuenta principales marcas suizas se ha multiplicado por siete en sólo tres años, según cálculos de la prensa suiza especializada, lo que hace prever a los expertos que este año superará los 100.000 millones de francos (62.000 millones de euros).

El pequeño país alpino, con 7,1 millones de habitantes (los mismos que Honduras o Cataluña) y el 20 por ciento de ellos extranjeros, tiene registradas más de 200.000 marcas comerciales y en 2005 fue el sexto país del mundo que más firmas nuevas registró, según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), con sede en Ginebra.

Las mejor posicionadas y que más valían en 2006, según la publicación suiza especializada Bilan, eran igual, que en años anteriores, Nescafé (cuyo valor aumentó ese año el 1,3 por ciento), el banco UBS (12,4), las farmacéuticas Novartis (7,9) y Roche (9), y el gigante de la alimentación Nestlé (propietaria de la primera y con un avance del 1,2).

Entre las primeras cincuenta marcas suizas destaca la presencia del grupo relojero Swatch, dueño de hasta seis firmas (Omega, Swatch, Longines, Breguet, Tissot, Rado) e insignia de uno de los sectores económicos más potentes y tradicionales del país.

Así, entre las mayores marcas del país también se encuentran Rolex (cuyo valor ha crecido el 13,4 por ciento en el último año), Patek Philippe (considerada por la revista especializada Zeitgefühl la más exclusiva del sector), Tag Heuer (perteneciente al grupo francés LVMH), IWC y Breitling.

Además de los relojes, la economía suiza también es conocida por su fuerte sector financiero, lo que se refleja en la lista de las grandes marcas, entre las que se encuentran las de los bancos UBS (la segunda firma suiza), Credit Suisse (novena), Julius Bär, Raiffeisen y Bontobel y las aseguradoras Zurich, Swiss Re, Swiss Life y Winterthur (perteneciente a un grupo francés).

El elevado valor de las marcas suizas y su crecimiento exponencial responde en buena parte al gran atractivo que supone el país centroeuropeo para las multinacionales, ya que, si se instalan en su territorio, pueden negociar "forfaits fiscales" (tarifas plantas impositivas) con condiciones muy ventajosas.

Por ello, en proporción a su población y su superficie, no existe otro país en el mundo con tal densidad de multinacionales, entre las que destaca, además de las ya mencionadas, el gigante industrial Glencore, con la mayor cifra de facturación del país, según los expertos.

Pese al gran provecho que la economía suiza saca de la presencia en su territorio de las multinacionales, el diario SonntagsZeitung publicó esta semana los resultados de una encuesta que ponen de manifiesto que la mayoría de los suizos son contrarios a los privilegios fiscales que ofrecen los cantones a las grandes compañías.

Según esa encuesta, elaborada por el Instituto Isopublic, el 63,2 por ciento de la población suiza está en contra de los "forfaits fiscales" para las empresas, aunque, al mismo tiempo, el 75,5 por ciento también ve con malos ojos la presión que Bruselas ejerce sobre Berna para que elimine esos incentivos y que en los últimos meses ha aumentado considerablemente.

El 40,5 por ciento de la población helvética cree que su Gobierno finalmente terminará por ceder ante la Unión Europea (UE), aunque el ministro de Finanzas, Hans-Rudolf Merz, insiste en que los cantones suizos tiene autonomía para decidir sobre su política fiscal.

Merz afirmó recientemente que Berna no tiene nada que negociar en ese sentido con Bruselas, una actitud que, de momento, convence a la élite empresarial, una de las mejores pagadas del mundo.

Según un estudio de la consultora KPMG, la remuneración media de los presidentes de las 500 mayores empresas de suiza es de 650.000 francos al año (unos 400.000 euros) y la de una cuarta parte de ellos supera el millón de francos (615.000 euros).

El mejor pagado, según los respectivos informes de gestión, es el presidente de UBS, Marcel Ospel, que en 2005 ingresó 24,2 millones de francos (15 millones de euros), el triple de lo que cobra por ejemplo el presidente deL banco español BBVA, Francisco González. EFECOM

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