Madrid, 19 feb (EFECOM).- Casi la mitad de los españoles de más de 60 años y que vive en ciudades de más de 50.000 habitantes admite la posibilidad de vivir en un futuro en una residencia para la tercera edad, según datos recogidos por la empresa de análisis DBK.
El informe, en base a una encuesta telefónica a 600 personas, indica además que el 37% dice que nunca iría a una residencia y el 16% que no lo sabe, y son las personas que viven solas y las mujeres las que en mayor medida ven la posibilidad de vivir algún día en un centro residencial para mayores.
En cuanto a las ventajas de las residencias destacan el hecho de estar acompañado y la asistencia médica, mientras que el 21% no ve ninguna ventaja.
Sobre los inconvenientes se incide en primer lugar en el hecho de no estar con la familia, en la pérdida de privacidad, en la menor libertad por la rigidez de horarios, en el no tener sensación de hogar y en el coste,
Un 40% preferiría que la residencia estuviera en un centro urbano, frente al 25% que se inclina por vivir en las afueras.
La asistencia médica es el aspecto al que se le da una mayor importancia, seguido de la preparación del personal, la disposición de las habitaciones y la calidad de las instalaciones.
El 28 % de los encuestados manifiesta que dispone de una persona que le ayuda en el hogar, un porcentaje que se incrementa según el nivel de renta y que supera el 50% cuando los ingresos netos familiares por mes son superiores a los 2.000 euros.
Las asistentas y los familiares son quienes en mayor medida prestan servicios de asistencia en el hogar, seguido del servicio social público y de las empresas especializadas, que utilizan apenas un 5%.
El 49% de los entrevistados conoce el servicio de teleasistencia, pero sólo el 8% lo tiene contratado y sobre todo son las personas de mayor edad, con más de 75 años, quienes lo utilizan, entre quienes el porcentaje de uso sube hasta el 16%. EFECOM
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