Cuando llueve, no es a gusto de todos, igual que cuando arrecia la crisis, ésta no afecta a todos por igual. Ahorrar costes no es un seguro, mejor fíjese en quien aumente sus ventas. Sólo unos pocos elegidos mejoran sus ingresos anualmente entre 2007 y 2010.
A Newton la gravedad se le convirtió en fórmula porque una manzana le cayó en la cabeza. A los inversores las filtraciones en los tejados empresariales les han indicado que es el momento de fijarse, antes de comprar un piso, más que en el estado de los cimientos, en que las tejas de la techumbre estén bien ancladas, no vaya a ser que por descuidados les acaben golpeando. Si la estructura es incapaz de aguantar el temporal, de poco sirven unos pilares bellamente adornados; es decir, son inútiles sólo unos beneficios lustrosos cuando se construye una estrategia de inversión más allá del corto plazo.
Desde que comenzara la temporada de resultados del primer trimestre, el mensaje lanzado por las firmas de inversión ha sido claro: no toca tanto mirar hacia la parte de abajo de las cuentas de resultados, sino que los inversores deben orientar el prismático hacia la alta: a los datos de ventas e ingresos. Sólo ellos son capaces de revelar, realmente, la buena o mala salud de los negocios de cada una de las compañías, ahora que se produce la extraña situación de ver fuertes incrementos de los beneficios, no tanto en España, que va retrasada en el ciclo económico (entró más tarde en recesión), pero sí en Estados Unidos y en otros países europeos.
Para muchas compañías con estas nacionalidades, los últimos seis meses de 2008 fueron malos en términos de ganancias, por lo que al realizar el cálculo sobre esa base, el dato de crecimiento es un poco engañoso. Pero no sólo por ello, sino porque son unas cifras especialmente engordadas por la filosofía de la necesidad de apretarse el cinturón. O, lo que es lo mismo, afectadas por la rebaja de costes.
"Existen como tres estadios en la recuperación. Primero, las compañías destinan algo más de un año a racionalizar su estructura, recortando costes de personal, financieros, de marketing... ahora estamos observando esos resultados porque creemos que la parte más drástica en los recortes de presupuestos ya se ha producido. En un segundo escalón, comienzan a producirse algunas subidas en los precios, lo que ya sucede por ejemplo en casos como Europac o Acerinox, y luego se incrementa la producción y suelen mejorar el consumo y las ventas. Evidentemente, los valores que ya están logrando crecer en ventas o sólo mantenerlas llevan terreno adelantado porque demuestran que han sabido defender muy bien su negocio", apunta Guillermo Escribano, gestor de Metagestión.
La bolsa, además, ya no está cayendo en la trampa de dejarse seducir por los cantos de sirena del crecimiento de los beneficios. El gigante del software alemán SAP es uno de los ejemplos más recientes. Presentó sus resultados del tercer trimestre el martes pasado y ¡eureka!, sus beneficios mejoraron un 12 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior. ¿Por qué se dejó en bolsa esa jornada un 7,73 por ciento? Pues porque ese aumento vino acompañado por una caída de los ingresos del 9 por ciento.
Menos posibilidades
SAP es sólo la anécdota, en tanto que la temporada de resultados en Estados Unidos es la regla. "Los índices arrancaron la etapa enfrentando importantes resistencias y no han sido capaces de superarlas. Y no porque las empresas hayan fallado. Alrededor de un 40 por ciento de los valores del S&P 500 ya las ha comunicado y casi el 80 por ciento ha batido las previsiones en beneficio neto, pero el porcentaje, cuando se traslada a ingresos, se reduce al 62 por ciento. Un dato que no ha sido lo suficientemente bueno como para empujar algo más arriba al mercado, ahora que las bolsas ya están bien valoradas", explica Félix González, socio director general de Capitalia Familiar. No es el único experto que reconoce que ahora los parqués son mucho más exigentes, porque tienen la vista puesta en 2010.
"A los valores es necesario mirarlos por arriba, del lado de los ingresos y por abajo, del lado de los beneficios, porque no queda otro remedio que ser selectivo el año que viene. No estamos viviendo un ciclo normal, por lo que existen riesgos. Está claro que las economías emergentes se han desacoplado de las desarrolladas y probablemente tengan que tirar también de ellos. Cuanta más seguridad exista al respecto de que un negocio va a crecer y no decrecer, mucho mejor en este entorno. No sólo indica fortaleza, sino también que probablemente podrán mantener su política de retribución al accionista", apunta Alberto Roldán, desde Inverseguros.
Unas pocas elegidas
En un entorno de crisis, sin embargo, es complejo encontrar compañías con suficiente fortaleza como para ser capaces de haber mejorado tanto su beneficio neto como sus ingresos el año pasado, y que se espere que lo hagan tanto en 2009 como en 2010. Aunque existen. elEconomista ha sometido a esta prueba a todos los valores que forman parte del IGBM (Índice General de la Bolsa de Madrid) y del europeo EuroStoxx 50 y ha hallado un grupo de 11 valores.
No se ha tenido en cuenta a los bancos, ya que los datos de ventas son imposibles de medir y todo lo que aparecen son compañías españolas de perfil "defensivo", explica Féliz González. Ordenadas de mejor a peor recomendación por parte del consenso de mercado que recopila FactSet, son Duro Felguera, Viscofan, Grifols, Técnicas, Red Eléctrica, Prosegur, Obrascon Huarte Lain (OHL), Iberdrola Renovables, Enagás, Indra y Mapfre.
Alberto Roldán reconoce que entre un 85 y un 90 por ciento de estas acciones les gustan y que tienen alguna en cartera. Inverseguros no es la única firma que ve atractivo en estas compañías "nicho", como las denomina Luis Hernanz de Afinet. Para la media de la firmas que siguen su evolución, siete de ellas son una recomendación clara de compra. Para el resto, sin embargo, el consejo es mantener los títulos en cartera, aunque preguntando de manera indidualizada a los expertos cada uno es más partidario de unas compañías que de otras.
Inverseguros, por ejemplo, señala a Mapfre o a Prosegur por el buen posicionamiento de sus negocios. Ambas empresas están muy expuestas a América Latina, algo que es un punto a favor de ambas, que además desarrollan parte de sus negocios en Brasil, una economía que se ha puesto especialmente de moda desde que Río fuera designada sede olímpica.
Independientemente de ese gancho, los grandes países emergentes se han mostrado muy resistentes a la crisis, por lo que las expectativas para las compañías expuestas son mejores que para las empresas que operan en España, dado que se espera que salga de la recesión después que las demás y de una manera más lenta.
Prosegur y Mapfre se ven favorecidas por ello, igual que OHL (la situación particular de este valor, sin embargo, es diferente, ya que está sufriendo en el mercado desde que solicitara a los accionistas el poder para ampliar capital o emitir deuda), en tanto que Grifols, Viscofan o Duro Felguera, para Luis Hernanz de Afinet, son interesantes "por su carácter anticíclico, con una base de negocio nicho, en el que son actores importantes dentro de su negocio y su expansión internacional". Guillermo Escribano destaca, además, que si bien Viscofan o Grifols cuentan con un negocio muy estable, no son completamente ajenas al ciclo económico. Es decir, que si éste se recupera, también se verán favorecidas.
Una estrategia defensiva
A grosso modo ésa es la mayor pega que, en su conjunto, pone Félix González, socio director general de Capitalia Familiar, al grupo de compañías que están logrando incrementar sus ingresos en un entorno de crisis: que el mercado las ve como empresas muy defensivas, algo que podría provocar que no se comportaran igual de bien que el conjunto de la bolsa en el caso de que avance con fuerza.
Particularmente, ése podría ser el caso de Red Eléctrica o Enagás, los dos valores a los que dentro del grupo seleccionado tradicionalmente se les ha considerado más defensivos. Sus ingresos son muy predecibles porque dependen de las inversiones que pongan en marcha y la remuneración se conoce de antemano porque está establecida. La única duda que surge al respecto de ellos, y que la deja entrever Guillermo Escribano desde Metagestión, es que dicha remuneración se reduzca porque el Estado decida recortar costes en este entorno. La misma incógnita la plantea sobre Indra. "El Gobierno ya ha explicado que ha recortado sus presupuestos de defensa", apunta. En cualquier caso, por el momento, la media de firmas de inversión espera que Indra mejore sus ingresos un 6 por ciento este año y un 4 el que viene, en tanto que pronostican un aumento del beneficio neto muy en línea con las ventas.
Para quienes las estimaciones son más generosas son para el trío formado por Duro Felguera, Grifols e Ibedrola Renovables. En estos casos, las previsiones indican que este ejercicio y el que viene sus ventas mejorarán a un ritmo superior al 10 por ciento anual, aunque sólo se prevé que las dos primeras sean capaces de trasladar esa mejora también al beneficio neto. Algo que para la media de expertos sí parece un dato a tener en cuenta, ya que sobre ambas pesa una recomendación clara de compra.
El crecimiento del resto será menor, pero muy constante, como en el caso de OHL (un 6 por ciento anual) y especialmente destacado en 2010 en el caso de Enagás y Red Eléctrica.