Empresas y finanzas

A toda mecha

Carlos Serrano-Conde

Madrid, 17 feb (EFECOM).- La economía española no solo continúa creciendo, sino que cada vez lo hace a un ritmo más rápido, como reflejan los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística.

De acuerdo con el indicador avanzado de crecimiento del PIB dado a conocer por el Instituto el martes, la actividad económica se aceleró en el último trimestre y alcanzó una tasa de aumento del 4 por ciento.

Ese incremento permitió que el crecimiento medio para el conjunto del ejercicio pasado fuera del 3,8 por ciento, 3 décimas por encima del conseguido en el 2005 y 1,1 puntos superior a la tasa alcanzada por la UE en 2006.

Las razones hay que buscarlas en un patrón de crecimiento más sano, que ha permitido mejorar el consumo y la inversión al tiempo que reducir la aportación negativa del sector exterior.

La buena marcha de la economía española ha hecho que la Comisión Europea se haya visto obligada a revisar al alza su previsión de crecimiento para España en 2007.

El comisario de Asuntos Económicos y Financieros, Joaquín Almunia, anunció ayer que las nuevas cifras hacen que la Comisión prevea que el PIB español crecerá este año el 3,7 por ciento, es decir, 3 décimas por encima de la previsión anterior.

Aún así, la demanda exterior continúa representando un lastre para el desarrollo de la actividad económica. No hay más que ver los datos de la Balanza de Pagos publicados por el Banco de España el jueves.

El aumento del deterioro comercial y la creciente necesidad de financiación que requieren los elevados índices de consumo e inversión hacen que el déficit por cuenta corriente español siga acelerándose, hasta alcanzar los 82.049,8 millones de euros en los once primeros meses del 2006.

Esa cifra, que representa aproximadamente el 8,4 por ciento del Producto Interior Bruto, supera en un 37,7 por ciento el saldo negativo correspondiente al mismo periodo del ejercicio 2005.

En el ámbito microeconómico, la noticia de la semana ha sido sin duda el anuncio de la compra por parte del BBVA del banco estadounidense Compass Bancshares por 7.410 millones de euros, en lo que constituye la mayor operación de su historia.

Con ella, la entidad española se convertirá en el decimonoveno mayor banco de la primera economía del mundo, la de Estados Unidos.

La compra se cerrará en el último trimestre de este ejercicio y permitirá que las filiales del banco español en aquel país tengan unos activos conjuntos de 47.000 millones de dólares, 32.000 millones en créditos, 33.000 millones en depósitos y 622 oficinas repartidas en Texas, Alabama, Arizona, Florida, Colorado, Nuevo México y California.

Para financiar la operación, el BBVA realizará una ampliación de hasta el 5,5 por ciento de su capital -unos 3.800 millones de euros- y venderá su 5,01 por ciento de Iberdrola por unos 1.570 millones. El resto lo pagará con recursos propios.

Pero Iberdrola también ha sido noticia por méritos propios esta semana, ya que la Comisión Europea aprobó el jueves la adquisición del grupo energético escocés Scottish Power por parte de la compañía española, al considerar que no afectará significativamente a la competencia en el Espacio Económico Europeo.

Horas después de esa aprobación se conoció que Alicia Koplowitz había comprado el 1,21 por ciento del capital de Scottish Power. Hace un mes adquirió el 2 por ciento de Iberdrola en una operación por la que desembolsó 585 millones de euros.

Está claro que el PIB español va a toda mecha, pero las empresas no se quedan atrás. EFECOM

cs/pam

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