Empresas y finanzas

¡Coja la calculadora! A la bolsa le espera una 'raíz cuadrada'

Los mercados se enfrentan a una delicada situación en la que las economías crecerán por debajo de su potencial, mientras el consumo no despierte en el medio plazo.

¿Se imagina que en este artículo lee vanco en vez de banco? ¿O que donde debe figurar una aparece ana? ¿Y si en su calculadora marca la tecla de dividir cuando lo que en realidad quiere hacer es una raíz cuadrada? ¿A que el resultado no es el mismo? Tampoco lo será su impresión. ¡Y todo por una letra! ¡Una simple letra! ¡Un simple signo! Lo mismo, exactamente, ocurre con las crisis. Más concretamente, con la salida de la crisis. No será lo mismo que la reacción de la economía describa una forma similar a la U que a la V, o a la W o al signo de la raíz cuadrada. Las diferencias entre ellas resultan sobresalientes. Para la economía y, por supuesto, para la bolsa.

Es normal que sea así. El parqué se nutre de las expectativas, y éstas serán diametralmente distintas entre una y otra letra. Si pudiera elegir, los mercados bursátiles se decantarían por una V, ya que la recuperación sería rápida. La W supondría que primero se produciría una leve reacción, a la que seguiría una recaída antes de consumarse la verdadera recuperación. ¿Y una U? Reflejaría que la economía permanecería paralizada durante un tiempo antes de reactivarse. En el caso de la raíz cuadrada -también apodada por algunos gestores como el signo de la marca deportiva Nike-, describiría una acelerada reacción inicial, tras la que sobrevendría un duradero letargo.

Del abecedario a la calculadora

¿Cuál es la que tiene más posibilidades de hacerse realidad? En opinión de los expertos, la última. Así lo considera el 65 por ciento de los 23 analistas consultados por elEconomista, que asegura que la forma que más probabilidades tiene de manifestarse es la de la raíz cuadrada. Tras ella figuraría la W, por la que se decanta el 17 por ciento, y la U, que es apoyada por el mismo número de expertos. ¿Y la V? Pues, según los analistas, no será escrita en esta historia económica, ya que ninguno considera que haya probabilidades de que se produzca un crecimiento tan rápido.

Centrando más el tiro, ¿en qué punto concreto de la raíz cuadrada creen los analistas que estamos ahora? Casi todos estiman que la economía se encuentra en la segunda parte de este signo, es decir, ha sufrido una rápida contracción económica seguida de una recuperación, que da paso a un periodo de largo letargo y cuyo reflejo sería un crecimiento estancado en los próximos ejercicios. De hecho, aseguran que la mejoría de los últimos meses se debe a una recuperación financiera más que económica. Es decir, está siendo empujada por fuertes subidas en la renta variable en los últimos meses y precios de las materias primas, en vez de tener un impacto directo en el consumo interno. Los problemas como el desempleo, que es pieza clave en la economía, siguen estando presentes y las mejoras reales han sido muy escasas o inexistentes. "A corto plazo creemos que los datos económicos van a ser positivos, como consecuencia de las inyecciones de liquidez de los bancos centrales y los efectos positivos de las medidas fiscales (que no se agotarán hasta mediados de 2010). La clave es si, una vez agotados, hay demanda interna suficiente para seguir creciendo", dice Rosa Duce, economista del centro de inversiones de Deutsche Bank. Esta experta añade que dado el incremento del desempleo y la necesidad de corregir los altos endeudamientos públicos en EEUU y Europa, lo más probable es que por delante vengan años de crecimientos inferiores a lo que deberían hacerlo. Coincide en este diagnóstico Natalia Aguirre, analista de Renta 4, que comenta que las tasas de crecimiento de los próximos años van a ser muy inferiores a las del pasado, por todo lo que hay que digerir. "La recuperación va a ser muy lenta y gradual", explica.

Y la bolsa, ¿qué dice?

Para las bolsas este panorama será todo un reto. Sobre todo, por la alta velocidad a la que han marchado desde marzo. La mayoría de los parqués europeos ha tocado máximos anuales -los índices suben más de un 20 por ciento de media desde el 1 de enero- y se encuentra cerca de los niveles previos al desplome de Lehman Brothers. Esta alcista situación empieza a preocupar a algunos analistas, que añaden que hay que tener cuidado en los próximos meses porque las claves de su evolución vendrán marcadas por el consumo interno. "Para que los parqués sigan tirando, es necesario que los resultados sean buenos. En los últimos trimestres las compañías han sorprendido por el esfuerzo realizado para adaptar sus estructuras de gastos a la nueva realidad de la demanda. Sin embargo, ahora es necesario que la mejora de las cuentas sea debido al impulso de los ingresos, lo que indicaría que la demanda se está fortaleciendo", comenta Damián Querol, director de análisis de Banco Gallego.

Y es que, según este experto, la bolsa se anticipa a la economía en torno a seis u ocho meses, por lo que va por delante de los datos económicos que se están conociendo en la actualidad. Por eso, las actuales presentaciones de los resultados son seguidas con mucho detenimiento por toda la comunidad financiera, ya que los principales índices se encontrarían ahora en la parte más alta de la raíz cuadrada y de los resultados dependerá su evolución en el futuro.

Para Mariam Fernández, gestora de Inversis Banco, aunque la bolsa va más adelantada en el ciclo que la economía, todavía le queda un pequeño tirón alcista por delante. No obstante, considera que para que las posibles caídas no pillen al inversor con el pie cambiado, es bueno que invierta en los sectores más seguros, como las telecomunicaciones, las eléctricas o las compañías no relacionadas con el consumo, mientras que tendría especial atención con la banca tras la fuerte revalorización desde marzo.

Los expertos consideran que el principal problema vendrá cuando las bolsas entren en el tramo horizontal de la raíz cuadrada, ya que la volatilidad puede marcar la tendencia de los mercados, con subidas y caídas abultadas. Y es que consideran que 2009 va a cerrar con unas revalorizaciones difíciles de repetir. "La bolsa es la que está tirando de la economía y no al contrario. Por tanto, habría que esperar a ver qué ocurre cuando se empiecen a eliminar las medidas de apoyo, sobre todo, en el sector financiero, que es el que está más en el punto de mira. Pese a los buenos resultados (buenos, relativizando con los pésimos resultados del año pasado), se especula sobre un posible maquillaje en la contabilidad de las empresas que en algún momento saldrá a la luz con su correspondiente repercusión en el mercado", comenta Soledad Pellón, analista IG Markets.

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