Logroño, 15 feb (EFECOM).- El presidente consejero delegado de Daimler Chrysler España, Carlos Espinosa de los Monteros, afirmó hoy que la adaptación de los motores de los automóviles a medidas que limiten sus emisiones de CO2 puede suponer un sobrecoste de 3.000 euros en cada coche.
Espinosa de los Monteros recibió hoy el galardón "mercurio Honorífico", del Club de Markéting de La Rioja, en un acto al que acudió el presidente del Gobierno regional, Pedro Sanz Alonso.
Además, ofreció una conferencia sobre la industria del automóvil y las nuevas energías.
Previamente, en una comparecencia ante los medios de comunicación, Espinosa de los Monteros afirmó que los automóviles producen "sólo el 10 por ciento de las emisiones de CO2", mientras que el resto de vehículos de transporte emiten el 8% "y la industria y el ser humano el resto".
Sin embargo, dijo, las medidas para reducir emisiones "se centran en el sector del automóvil", lo que puede suponer "un coste de unos 3.000 euros por cada uno".
"A todos nos gusta reducir las emisiones, pero a pocos nos gusta pagar ese precio", dijo y abogó por "compartir costes" con otros sectores.
No obstante, ironizó, quienes propugnan la reducción de emisiones son "los apóstoles del cambio climático" que "nos avisan de múltiples dramas para el futuro" de una forma "un poco atrevida".
"En los últimos diez años nos han amenazado con todo tipo de males para el planeta", dijo, y aludió a cuestiones como "las vacas locas, el ántrax, el efecto 2000 o la gripe aviar "donde los efectos no han sido los que nos decían al avisarnos de grandes plagas".
Por ello, afirmó, respecto al cambio climático, "hay que tener más cuidado" y tener en cuenta que "las medidas propuestas no afectarán a la industria, sino a los usuarios" que serán quienes deben asumir el sobrecoste.
Según sus datos el petróleo y el gas "se van a acabar en 50 años", y por ello "hay que trabajar en reducir el consumo actual y así prolongar ese plazo, y también en buscar alternativas para después".
Para reducir el ritmo actual de consumo, explicó, la Unión Europea pretende que en 2012 existan motores de coche que consuman combustible convencional mezclado con el 20 por ciento de biomasa -en la actualidad se llega al 10%-, aunque cree que "será difícil cumplir ese objetivo".
La alternativa al petróleo, dijo, "es el hidrógeno, que hoy por hoy plantea muchos problemas", aunque "en unos veinte años se habrá avanzado y en el 2050 su uso puede estar generalizados" en coches que "serán, por fuera, más o menos iguales a los de ahora".
En su intervención habló también de seguridad en el automóvil y recalcó que "la industria quiere que los coches sean más seguros y por eso asume grandes inversiones", a pesar de lo cual "normalmente se habla de las muertes que ocurren en los coches, no de las vidas que salvan los propios automóviles".
Según sus datos en el mundo hay una media de 70 automóviles por cada 1.000 habitantes, "con una demanda estable en Europa Occidental y Estados Unidos, y creciente en Asia y Europa del Este", con lo que "la producción se desplaza a donde están los mercados".
"No es previsible que se abran nuevas fábricas de automóviles en Europa Occidental, Estados Unidos y Japón", subrayó Espinosa de los Monteros, quien aseguró que la regulación de empleo anunciada por Chrysler "es exclusiva en Estados Unidos, no afectará a Europa".EFECOM
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