Empresas y finanzas

La CNMV quiere que los accionistas puedan vetar el sueldo del Consejo

Propondrá al Gobierno que sea obligatorio publicar los salarios de manera individualizadaTambién defiende que se deba someter al voto de la Junta General la política de retribuciones

La paciencia del supervisor del mercado ha dicho basta y, arropado por el hartazgo internacional con los excesos retributivos, va a proponer al Gobierno obligar a las compañías a publicar de manera individualizada los sueldos de cada consejero, limitar las indemnizaciones, ampliar a más de tres años el plazo de ejercicio de las opciones sobre acciones y explicar con detalle la fórmula utilizada para calcular su cuantía según ha confirmado elEconomista con fuentes próximas al organismo presidido por Julio Segura.

Pero no sólo eso, la CNMV también defiende que las compañías sometan al voto de la Junta General la política de remuneraciones que siguen para delimitar las retribuciones que pagan a sus primeros espadas. Una medida que podría llegar a permitir a los accionistas vetar los sueldos del consejo de administración cuando los consideren abusivos.

Y algo extraño debe haber cuando las compañías prefieren ocultar estos datos y esquivar el escrutinio de los accionistas, por ende, los dueños de la empresa. Los mismos técnicos de la CNMV critican esta actitud en un informe interno, donde ponen en duda la conveniencia de que esta materia se establezca "a través de recomendaciones de códigos de buenas prácticas", como ocurre en España, "porque el nivel de transparencia y de implicación de los accionistas en el proceso de fijación de las políticas retributivas se reduce sensiblemente".

Los técnicos de la CNMV también critican la falta de efectividad del modelo español, basado en el principio de cumplir o explicar, sobre todo en lo referente a la transparencia de las retribuciones, ya que se trata de "las recomendaciones del código con menos índice de seguimiento".

Esta triste realidad ha llevado a la mayoría de los países de la Unión Europea a exigir legalmente la publicación individualizada de las retribuciones, mientras que Estados Unidos está ultimando una normativa que permitirá a las juntas opinar sobre las retribuciones de las sociedades.

El endurecimiento de las normas que están llevando a cabo las primeras potencias mundiales, unido a las recomendaciones de Bruselas para eliminar las remuneraciones disparadas, ha terminado por convencer al organismo dirigido por Julio Segura. "No tiene sentido que la Unión Europea haga recomendaciones y España no se adapte", afirma un portavoz del organismo supervisor.

De hecho, nuestro país debe responder a la Comisión, antes del próximo 31 de diciembre, sobre su grado de seguimiento de las propuestas defendidas por Bruselas en materia de retribuciones.

Del explicar al cumplir

Hace tres años, cuando se aprobó el actual Código de Buen Gobierno, también conocido como Código Conthe, se incluyeron como recomendaciones muchos aspectos que, ahora, la CNMV aspira a imponer como obligación. Pero no sólo eso. El supervisor también exigirá un mayor grado de detalle, para evitar lo que ocurre actualmente: "En la práctica totalidad de las sociedades cotizadas que difunde información, el contenido de los componentes de la retribución variable no muestra el grado de detalle necesario para que un inversor pueda evaluar su razonabilidad", señala el informe del supervisor.

El fracaso del modelo español también queda subrayado en el dato de que en 2008, último ejercicio completo, se redujo del 28 al 21 por ciento el número de empresas que siguió la recomendación de llevar al voto de la Junta el informe sobre la política de retribuciones. Si sale adelante la propuesta de la CNMV, todas estarán obligadas a hacerlo.

Esta falta de transparencia quizás responde al hecho de que "la remuneración media por consejo y consejero se incrementa cada año, incluso en 2008, a pesar del descenso de los resultados de las empresas", como denuncia el informe del supervisor, que también arremete contra aquellas compañías que, a pesar de haber cerrado el pasado ejercicio con pérdidas, pagaron "conceptos retributivos que, estatutariamente, estaban condicionados a la obtención de beneficios". Lea la noticia completa en la edición impresa de fin de semana de elEconomista.

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