
Ayer. Primera jornada del Congreso mundial de la telefonía móvil o 3GSM. Un evento al que aquí todos llaman zriyiesmmm porque, de las 60.000 personas que asisten, más del 90 por ciento no son españolas.
Segundo año con cita en Barcelona. 365 días después de que la ciudad se convirtiese en el lugar donde Europa soñó colar la señal televisiva en la pantalla del teléfono. Había que venir con algo concreto bajo el brazo que justificase el entusiasmo de la cita anterior.
Inauguración
El presidente de la Generalitat y ex ministro de Industria, José Montilla, que cede el testigo de las declaraciones al actual ministro de Industria, Joan Clos. El ministro vuelve a presentar (como nuevo) el plan de control de emisiones radioeléctricas de la telefonía móvil y, de pronto, suelta la buena nueva: Anuncia que, "con el fin de agilizar y acelerar el desarrollo de esta nueva tecnología (la televisión celular DVB-H), los operadores de televisión en movilidad sólo necesitarán simples autorizaciones administrativas", fuentes del Ministerio de Industria ampliarían posteriomente a este periódico que la forma de obtención de esas autorizaciones será un concurso.
Pero antes, Industria quiere que todo el mundo opine sobre cómo repartir el bien escaso que son las frecuencias por las que discurrirá la señal de televisión para el móvil. "Se abrirá un periodo de información pública para que cualquier ciudadano pueda opinar sobre aspectos como el mecanismo para el uso del múltiplex digital (la carretera que está actualmente libre para ser usada por las frecuencias de televisión) sobre el que va a transmitirse esta nueva modalidad de televisión.
Agilidar la regulación
La regulación para el nuevo negocio, añadió ayer Clos para dar pruebas de la aceleración de la que habla "se ha incorporado al borrador del anteproyecto de Ley de Impulso de la Sociedad de la Información", que se encuentra ya en la revisión del Consejo de Estado.
Por partes. ¿De qué se habla ahora cuando se dice televisión en el móvil si las tres operadoras tradicionales españolas (Movistar, Vodafone y Orange) ya tienen alrededor de veinte canales de televisión móvil cada una?
Los canales que sirven actualmente las operadoras de móvil utilizan para transmitir la señal la red móvil, ocupando unas frecuencias que afectan al espacio destinado a la voz y a la transmisión del resto de tipos de datos. La nueva televisión en el móvil, que ya han lanzado en Europa países como Italia, emula la señal de la televisión tradicional porque se emite para todos los usuarios a la vez.
Quien se conecta ve la señal, pero la señal está ahí siempre. En la televisión por móvil que utiliza la red de antenas celulares, es la solicitud desde el móvil de un usuario concreto lo que hace que los datos alojados en un servidor viajen por la red hasta su terminal, como cuando pide su horóscopo. La televisión móvil llega a una antena del teléfono diferente a la que recibe la voz y datos telefónicos. La tecnología que se impone en Europa especialmente impulsada por el gigante finlandés Nokia, es el DVB-H.
Quién lo ofrece
Como siempre que se habla de frecuencias, de espectro radioeléctrico, se habla de un bien escaso. La nueva normativa tendrá que decir en primer lugar quién puede optar a las concesiones administrativas de las que habla Industria. Fuentes de las operadoras de telefonía presentes en el 3GSM dieron ayer una idea de cuál sería su ideal: una red de antenas DVB-H apoyadas en los emplazamientos que tienen desplegados por las azoteas españolas las compañías de móvil, a la que accedieran las tres de telefonía móvil que han mantenido pruebas piloto: Movistar, Vodafone y Orange.
La red podría desplegarla Abertis, que ya sabe de esto después de haber participado en todos y cada uno de los pilotos. Aunque otros proveedores de infraestructuras serían bienvenidos. Pero el negocio final, de las operadoras. Porque, dicen, son las que saben gestionar al cliente móvil.
Para animar las expectativas, Nokia, además de presentar un buen número de terminales, ayer predijo que en 2011, 500 millones de usuarios de móvil accederán a servicio de vídeo, tanto a través de la red móvil de última generación (descarga de datos) como con la nueva tecnología DVB-H.