Las alarmas han saltado en el grupo Carrefour. El gigante de la distribución francés ha cerrado el primer semestre del ejercicio con unas pérdidas de 58 millones de euros, frente al beneficio de 744 millones que consiguió en el mismo periodo del año anterior.
La compañía explicó ayer que esta fuerte caída obedece al parón generalizado del consumo en toda Europa y, especialmente, al recorte de precios que ha llevado a cabo para intentar impulsarlo, algo en lo que ha entrado prácticamente todo el sector.
Gracias a la reducción de sus márgenes, Carrefour ha conseguido consolidar prácticamente su nivel de ingresos. La cifra de negocio se redujo tan sólo un 1,6 por ciento, hasta 41.227 millones de euros. Y eso pese a las fuertes turbulencias que sacuden el mercado. La compañía consiguió además mantener en positivo el beneficio operativo (ebit), que aún así registró un descenso del 66,3 por ciento, hasta 499 millones de euros, en los seis primeros meses del ejercicio.
Retroceso en Europa
En Francia, su mercado doméstico, las ventas cayeron un 3,6 por ciento, mientras que en el resto de Europa retrocedieron un 5,4 por ciento, hasta 307 millones de euros. Aunque no dio datos concretos, el grupo sí que reconoció ayer que la caída del consumo es especialmente preocupante en España, mientras que en otros países, como Bélgica o Alemania, hay ya síntomas de mejora, al menos en el segundo trimestre del año.
En cualquier caso, frente a lo que sucede en Europa, la situación es mucho mejor en Lationamérica, donde los ingresos crecieron un 8,1 por ciento; y en Asia, con un aumento del 14,8 por ciento. El consejero delegado de Carrefour, Lars Olofsson, se mostró satisfecho por la evolución de los resultados "teniendo en cuenta el entorno económico" y mostró su optimismo respecto al futuro.
Plan de mejoras
Olofsson aseguró que "estamos en el buen camino para alcanzar nuestros objetivos de 2009, ejecutar nuestro plan de transformación y hacer de Carrefour el comercio preferido". El proyecto, con el que se pretende "reinventar el hipermercado", contempla, esencialmente, una revitalización de la marca propia y una relanzamiento de la imagen como cadena con precios bajos. Para la empresa, lo más importante en este momento, más que su margen de beneficio, está en mantener la confianza de los clientes y consolidar su cuota de mercado.
Las previsiones para este año incluyen una generación de flujo de caja de 1.200 millones de euros y un resultado operativo situado entre los 2.700 y 2.800 millones. Para cumplir este objetivo, el grupo tiene en marcha un plan con el que pretende lograr unos ahorros de 900 millones de euros este mismo ejercicio. Será un reto complicado a la espera de que las condiciones económicas mejoren.
