
Lo han dicho todos los fabricantes de automóviles, lo han afirmado las patronales del sector y ahora lo certifica Deloitte como auditor de Renault España: el futuro de la firma -y de todo el sector- en nuestro país depende de la actuación del Gobierno.
El informe de auditoría realizado por la firma estadounidense a la filial española de la marca del rombo no deja espacio a las dudas. "El éxito de las medidas adoptadas por el Grupo Renault depende no sólo de su implementación efectiva, sino también de factores exógenos, tales como apoyos y decisiones que puedan adoptarse por las diferentes Administraciones Públicas ya sea para el propio grupo o para el sector", dice Deloitte. El auditor insiste en que ?de la evolución futura de esta situación pudieran derivarse efectos sobre la capacidad productiva enEspaña que no es posible determinar a la fecha?.
Sin embargo, Renault España se aferró a los beneficios y logró capear las pérdidas en el primer tramo de la crisis. La empresa cerró 2008 con unas ganancias de 27,6 millones de euros, nueve veces menos, eso sí, respecto a los 264,2 millones que ganó 2007. Y lo peor es que la situación se está complicado. Y si no, valgan como ejemplo las fuertes pérdidas -2.712 millones- que reportó el conjunto del grupo Renault en el primer semestre de 2009.
Eso sí, los consejeros de la compañía han sabido sacar tajada de este resultado, al representar sus retribuciones un 9,2 por ciento del beneficio neto: el conjunto del Consejo de Administración, de hecho, obtuvo una retribución de 2,5 millones.
En la misma línea se colocó la producción: descendió, pero aguantó el tipo. De hecho, se fabricaron 257.963 vehículos, un 8,3 por ciento menos que en 2007. Además, ayer se supo que la firma francesa.