LONDRES (Reuters) - Estados Unidos debe poner coches más eficientes energéticamente en sus autopistas y subir los impuestos sobre la gasolina si quiere dejar su dependencia del petróleo procedente de una región tan inestable como Oriente Medio, dijeron analistas el jueves.
Ese tijeretazo a las importaciones requeriría un enorme cambio de dirección en el mayor consumidor de energía del mundo, que ahora está aumentando, en lugar de reduciendo, su dependencia de Oriente Medio, donde están el 60 por ciento de las reservas mundiales de petróleo.
"Y él (Bush) ha hecho bien en centrarse en el transporte desde la zona en la que hay mayor vulnerabilidad. Hasta ahora, la voluntad (political) ha sido la de resistirse a estos altos niveles de eficiencia, pero es hora de cumplirlos".
DIFÍCILES RECAMBIOS
Los expertos dicen que todavía faltan décadas para que la energía de hidrógeno sea competitiva y los biocombustibles sólo pueden sustituir un pequeño porcentaje del consumo de gasolina.
En EEUU, los impuestos suponen alrededor del 23 por ciento del precio de la gasolina, mientras que en Europa, los precios y los impuestos son mucho más altos. Los consumidores pagan un impuesto de casi el 68 por ciento sobre la gasolina.
"El discurso de Bush y otros anteriores sobre la dependencia energética a largo plazo tratan más de política exterior que de política energética. No está diciendo que EEUU debería recortar su dependencia al petróleo, sino que debería de recortar su dependencia sobre una región", declaró Frederic Lasserre, director de investigación de activos de SG CIB Commodities.
