Empresas y finanzas

El paro no es excusa para construir una buena pensión

Pese a que la ley ya permite rescatar el fondo de pensiones en caso de desempleo, se aconseja hacerlo siempre como rentas para no perder las ventajas fiscales.

"Yo este año no voy a realizar aportaciones a mi plan de pensiones porque si me quedo en paro voy a necesitar el dinero". Probablemente haya oído esta frase unas cuentas veces. No en vano, y pese al recorte de desempleo visto en julio, el paro sigue siendo una de las mayores preocupaciones de los españoles. Y más, ahora, que aprieta la crisis. Sin embargo, la iliquidez que hasta ahora presentaban los planes de pensiones ha dejado de ser un obstáculo. Y es que el Real Decreto 1299/2009, que entró en vigor el pasado 31 de julio, permite los rescates de capital del plan de pensiones a todos los que se queden en paro, y siempre y cuando no cobren prestación por desempleo o ésta se haya agotado. Se elimina así el límite de tiempo, ya que antes para poder acceder a la pensión era necesario permanecer 12 meses sin cobrar ningún tipo de subsidio.

Salvado el escollo de su iliquidez, la principal preocupación a la que se enfrenta el inversor es ¿merece la pena recurrir a los ahorros de toda una vida para paliar una situación, en general temporal, de desempleo? Aunque para esta pregunta hay tantas respuestas como casos concretos, la recomendación general es que sólo se tenga en cuenta esta posibilidad como última opción. "Debería ser el último recurso al que se acuda y sólo en casos de extrema necesidad", afirma Vicente Pérez Jaime, socio de Mercer.

Desde esta firma critican la decisión de dotar de liquidez a los planes de pensiones, ya que "resuelven el problema a corto plazo, pero no a largo plazo" y consideran que el número de prestaciones no aumentará en exceso tras la entrada en vigor de la ley. En todo caso, su recomendación para quienes opten por acudir al ahorro en el plan de pensiones para compensar una situación de desempleo es clara: si se rescata, que se haga en forma de renta (se retira un mes a mes) y no de capital (se rescata todo el ahorro de una sola tacada).

Todo a favor, nada en contra

La principal razón en la que se ampara Mercer para recomendar un rescate en forma de rentas es, precisamente, su principal ventaja, la fiscalidad. El dinero rescatado en un plan de pensiones tributa como rendimientos del trabajo, es decir, a un tipo comprendido entre el 28 y el 43 por ciento. Lo normal es que si se rescata en forma de rentas, éstas no cambien el tipo impositivo. Por ejemplo, si un contribuyente en paro rescatara 24.000 euros de su pensión al año o 2.000 euros cada mes su tipo marginal seguirá siendo del 28 por ciento. Pero si el total de su plan de pensiones es de 240.000 euros y lo rescata en su totalidad su tipo cambiará hasta el 43 por ciento, ya que con la entrada en vigor de la Ley de 2007, los rescates en forma de capital pierden el coeficiente reductor del 40 por ciento. Además, también está el asunto de las aportaciones. Cabe recordar que cada partícipe puede deducirse fiscalmente 10.000 euros al año (12.500 si es mayor de 50 años). Una ventaja que si bien perdería en caso de que reembolse su plan de pensiones, independientemente de la modalidad que elija, podría recuperar sólo en el caso de que el rescate sea en forma de rentas. Siguiendo con el ejemplo anterior, si ese contribuyente recupera el trabajo tras cobrar tres meses de renta, podrá aportar esos rescates a su plan e incluso aumentarla hasta los 10.000 euros. Pero si esa misma persona ha rescatado todo el capital, aunque vuelva a depositarlo en un plan de pensiones en su totalidad, sólo podrá deducirse 10.000 euros. El resto, a pasar por Hacienda.

Por último, pero no menos importante, está el asunto de los rendimientos de la inversión. Es cierto que los planes de pensiones no pasaron un buen 2008 pero, según los datos de Mercer, no lo están haciendo tan mal este año. Sólo en julio se anotaron un 3,9 por ciento de rentabilidad, la mejor cifra de los últimos doce meses, y esto eleva al 5,8 por ciento su redimiento en 2009. ¿Qué tiene que ver esto con que se rescate por rentas o por capital un plan? se preguntarán algunos. Basta tan sólo un ejemplo para entenderlo.

Quien rescate su capital de golpe no optará a posibles rendimientos futuros del mismo, pero quien lo haga por rentas, no sólo tendrá el dinero que necesita mes a mes, sino que, además, el que no necesita seguirá registrando revalorizaciones. Lo importante es elegir bien el fondo de pensiones donde uno esté invertido, analizar si sus rentabilidades son sostenibles en el tiempo, por aquello de evitar sustos, fijarse en las comisiones y, sobre todo, no tener miedo a traspasarlo para adaptarlo al mercado.

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