Nueva Delhi, 5 feb (EFECOM).- Las autoridades indias prohibieron hoy cualquier reunión pública o manifestación debido a las continuas protestas y actos de violencia por la construcción de una fábrica automovilística de Tata Motors en tierras agrícolas expropiadas del distrito de Hoogly, en Bengala (noreste de la India).
La medida pretende garantizar la seguridad un día después de que los residentes de Singur, la localidad donde Tata quiere implantar su polémico proyecto, protagonizaran violentos enfrentamientos con la Policía, según la agencia india PTI.
La prohibición de manifestaciones se mantendrá al menos hasta el próximo día 14, dijo a PTI el responsable policial Arun Gupta, que atribuyó la violencia a formaciones políticas "que compiten entre sí para crear problemas en la zona".
Para la construcción de la factoría de Tata, el Gobierno de Bengala expropió de manera forzosa 400 hectáreas de tierra agrícola a sus propietarios, lo que suscitó una oleada de movilizaciones en la zona abanderadas por el partido regional Congreso Trinamul.
La líder de este partido, Mamata Banerjee, tiene previsto hacer hoy un mitin en Singur para mostrar de nuevo su oposición al proyecto, por cuya paralización llevó a cabo una huelga de hambre que se prolongó durante 25 días en diciembre.
Ese mes, los disturbios contra Tata se cobraron una vida y dejaron varios heridos, cuando un grupo de activistas apedreó varios vehículos estatales, entre ellos un autobús que transportaba a gente entre Calcuta y Dacca, la capital bangladeshí.
Después de aquellos sucesos y en medio de recursos judiciales, las autoridades aceptaron a finales de ese mes revisar las expropiaciones efectuadas, pero concluyeron que eran legales y la construcción de la fábrica comenzó el 21 de enero.
Las protestas, sin embargo, han continuado en las últimas semanas y se ha llegado incluso a la colocación de explosivos para boicotear la construcción, que ha tenido que ser protegida por agentes de seguridad.
La política de expropiar tierras rurales con fines industriales ha sido muy promovida por el Gobierno de Nueva Delhi en los últimos años, pese a las protestas de representantes agrícolas y grupos políticos que denuncian que, mientras la industria crece a un ritmo del 12 por ciento, el sector agrícola avanza apenas un 2 por ciento.
Buena parte de estos terrenos pretenden convertirse en Zonas Económicas Especiales (SEZ, en inglés), áreas libres de impuestos dirigidas a promover la industria india, aunque las irregularidades y abusos en la expropiación de tierras ha llevado al Gobierno a paralizar temporalmente su implantación.
Según una fuente oficial citada hoy por PTI, los trámites para las SEZ no se pondrán de nuevo en marcha al menos hasta después de las elecciones regionales en tres estados de la India (Punjab, Uttarachand y Manipur), previstas para mediados de marzo.
Tata Motors es el mayor fabricante de automóviles en la India y pertenece al Grupo Tata, un gigante nacional que trabaja en sectores como el del acero, la energía, las telecomunicaciones y la hostelería, entre otros. EFECOM
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(con foto)