Empresas y finanzas

¿Su pyme necesita un cambio de rumbo? Sepa cómo no perder el norte

  • El 90% de las pymes españolas sufre impagos que afectan a su plan de operaciones
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Descenso en las ventas, acumulación de stock en los almacenes, falta de liquidez, reducción de los presupuestos... Son algunos de los efectos que la crisis está dejando en el tejido empresarial, donde las pymes son especialmente sensibles a este tipo de variaciones, especialmente cuando se trata del capítulo de impagos.

Según un informe de las Cámaras de Comercio, el 90% de las compañías españolas reciben sus pagos con retraso, y el 90% se encuentra en "situación de riesgo por las pérdidas derivadas de los impagos", según se desprende del estudio Índice de Riesgos 2009, realizado por la compañía de servicios de gestión de créditos Intrum Justicia.

¿Qué hacer para evitar que esta situación lleve a la quiebra del negocio? Ante estos síntomas, el remedio más inmediato es un cambio de rumbo, variar las líneas estratégicas y el plan de negocio de su compañía, redefinir la propuesta de valor de los últimos años, paralizar el lanzamiento de un nuevo producto... Pero salirse del camino establecido puede hacer que su empresa acabe perdida. ¿Cómo actuar?

Movilidad

No existe un libro de ruta maestro, pero sí unas nociones de orientación básicas con las que afrontar con éxito el cambio de dirección. La primera de ellas, según los expertos consultados por este periódico, es la inmediatez.

"Las empresas se están dando cuenta de que el modelo de gestión ha cambiado: hemos pasado de mirar el crecimiento a vigilar más el control de los gastos. La agilidad en la toma de decisiones es fundamental", comenta Macarena Fedriani, directora general de Gestiohna, una sociedad especializada en asesoramiento financiero y servicios de inversión.

En esta línea coincide también Eduardo Navarro, socio director de Improven, una firma especializada en la gestión de empresas de tamaño medio: "La toma de decisiones tiene que ser ágil aunque te equivoques", explica este directivo, "porque si te mueves rápido tienes margen para reaccionar en caso de que lo hayas hecho mal. Lo que no es útil es quedarte inmóvil".

Navarro compara esta premisa "con el barco que está a la deriva y se encuentra con una ola de 15 metros. Hay que salir en otra dirección, que cuando pase la ola ya se volverá a la inicial".

¿Y si esa rapidez a la hora de actuar lleva a la precipitación? Hay que tomar decisiones rápidas, pero "sabiendo cómo identificar el problema", añade Navarro, para quien "cuando las cosas van mal muchas empresas deciden que hay que despedir a gente, y a lo mejor la causa del problema no es la plantilla, sino un mal cliente o un producto malo", indica.

Información útil, en caso de inversión

En este punto Fedriani considera que hay un elemento que puede ayudar a las pymes a identificar mejor sus problemas: la externalización. "Las pymes están más acostumbradas al día a día y ahora se encuentran con que tienen que replantearse sus planes y no son objetivos. Viene bien un asesoramiento independiente externo".

Esto, en lo que respecta al control de gastos, donde "el gestor tiene que ser ahora más analista que nunca". ¿Qué sucede cuando lo que se va a afrontar es una inversión? Lo primero aquí es "disponer de información extracontable", añade Fedriani, "en la que se detallen aspectos como el calendario de pagos a proveedores y la antigüedad de la deuda de los clientes. Teniendo esta información seremos más ágiles a la hora de buscar distintas estrategias".

Entre éstas, Navarro matiza que "no podemos obsesionarnos por el largo plazo. Es una trampa psicológica pensar en lo que pasará dentro de tres años si no vemos lo que puede pasarnos en tres meses". Esto significa que no es prudente una inversión que inmobilice recursos que afectan al día a día, tal y como advierten desde Gestiohna. "Viene bien conservar liquidez".

Sinceridad

En cualquier caso, el cambio de rumbo puede afectar a la organización interna de la empresa. ¿Se debe informar de los cambios a la plantilla? "Una crisis es dramática, y para paliar ese dramatismo lo mejor es decir siempre la verdad", cuenta Enrique Pascual, director de la agencia de comunicación Percepcion, que recomienda "transparencia", especialmente cuando vaya a producirse algún despido.

"Hay herramientas de comunicacion y marketing que las pymes deberían aplicar y que apenas tienen costes". Para Pascual "si un empleado se va de tu empresa enfadado, te puede crear mala reputación en Internet. Pero si le pones una web con enlaces a ofertas de trabajo y eres sincero con él, se va a sentir bien tratado", concluye este experto.

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