YEDAH, Arabia Saudí (Reuters) - Un saudí divorciado con cuatro niños ha causado conmoción en Arabia Saudí, uno de los países más conservadores del mundo, al contar en un programa de la televisión árabe sus gestas sexuales.
Mazen Abdul-Jawad, de 32, ha tenido que esconderse después de aparecer hace dos semanas en el canal libanés LBC - cuyo principal propietario es el multimillonario saudí príncipe Alwaleed bin Talal --donde habló a cámara desde su habitación en la ciudad saudí de Yedah, en el mar Rojo, sobre cómo las parejas pueden ponerle chispa a sus vidas sexuales.
"Todo ocurre en esta habitación", dijo en un episodio del lascivo programa "Ahmar Bilkhat al-Areed" (Extensas Líneas Rojas), antes de lanzarse a la descripción de técnicas de cortejo y de captación de mujeres en las calles de Yedah.
Los videoclips de las picantes confesiones del programa de TV, que se pueden ver vía satélite en Arabia Saudí, han tenido casi medio millón de visitas en Youtube.
Arabia Saudí sigue una versión muy estricta del islam, la policía religiosa patrulla las calles para imponer una moral rigurosa, incluida la prohibición de mezclarse hombres y mujeres que no sean familiares, y no permite el alcohol ni las drogas.
Las decapitaciones públicas se llevan a cabo de forma habitual por una serie de crímenes, desde el asesinato a violación, pero también por brujería o insultar al islam.
Sin embargo, muchos jóvenes saudíes encuentran la manera de burlar el sistema para tener contacto entre ellos, y los clérigos han intentado en vano limitar el uso de los móviles y otras tecnologías.
Algunos hombres han sido procesados por tomar fotos de jóvenes mujeres con sus móviles en centros comerciales y muchas noticias dicen que esas fotografías se utilizan a menudo como chantaje.
COMIENZOS A LOS 14 AÑOS
Abdul Jawad dijo que el sexo se convirtió en una parte importante de su vida a los 14 años, tras su primer encuentro sexual con una vecina.
El hombre demostró cómo 'ligaba' con las chicas en su convertible rojo o en supermercados, a menudo con ayuda de la tecnología Bluetooth de su móvil, y presentó toda una serie de juguetes eróticos y lubricantes guardados en el armario de la habitación.
"Cuando conduzco activo mi Bluetooth. Tiene la descripción de mi coche y mi número de teléfono... Recibo llamadas de chicas ... y en algunos casos respondo y ella sale conmigo", dice en sus clips de Youtube.
Diarios y bloggers han dicho que el hombre debería ser llevado ante la justicia por propagar el vicio.
"Confesó delante del mundo que ha fornicado y continúa haciéndolo", escribió un usuario anónimo en el foro de la web del diario Al Medina esta semana. "Por esta razón se merece ser lapidado hasta la muerte, como estipula la ley islámica".
Hashim Adnan, un joven de 24 años de Yedah, dijo que Abdul Jawad se merecía al menos alguna forma de censura. "Debe ser castigado y convertirse en un ejemplo para todos. Nosotros los saudíes no estamos acostumbrados a esto y no aceptaremos este tipo de comportamiento", dijo.
No fue posible contactar con Abdul Jawad, que solo ha hecho una declaración pública desde que saltó la polémica.
"Pido disculpas a todo el mundo y estoy preparado para aceptar las consecuencias", dijo en una entrevista con el diario Okaz la semana pasada en la que aparecía con la tradicional túnica saudí y la cara oculta.
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